Por: Rodolfo Rivera Pacheco
Lo he visto y vivido en los últimos cinco o seis años en todo el país (Estados donde andamos haciendo encuestas): Los “indecisos” no son indecisos. Están ocultando su preferencia en su mayor parte. Generalmente es un voto “anti gobierno” y esos encuestados no te responden del todo con verdad, por temor, por estrategia, por desconfianza a la encuesta o simplemente porque no se les da la gana responder.
En una Encuesta de preferencia pre-electoral, hay un buen porcentaje de la población que: Rechaza la encuesta y no permite que se la hagas; y otro porcentaje importante acepta que le hagas la encuesta pero no te responde la preferencia o el candidato por el que va a votar. Unos porque efectivamente aún no saben o no deciden y otros porque no quieren manifestarte su intención de voto.
El hecho es que siempre hay que tomar en cuenta esa banda de votantes que no te dicen su preferencia. Y lo que yo he visto en los últimos años es que efectivamente mueven los resultados finales de la elección. Y por eso ha habido tantas fallas en las encuestas pre electorales en México y en todo el mundo.
Y es que hasta hace algunos años, ese porcentaje que nos respondía que “no sabía” por quién votar, lo redistribuíamos en forma proporcional entre todas las opciones y obviamente no había cambios significativos en las diferencias porcentuales entre unas y otras opciones. Hoy ya nadie serio hace eso.
Hoy tenemos que buscar nuevas estrategias metodológicas para interpretar por quién podrían votar esos que aparentemente “no saben” por quién votar. Hay varias formas, haciendo algunos cruzamientos estadísticos. Pero la realidad siempre la sabemos hasta el día de la elección. Y reitero, lo que yo he visto es que ese “voto oculto” es “anti-gobierno”.
Lo que sí es una vacilada es no publicar el porcentaje de aquellos que no dijeron su preferencia o que dijeron “por ninguno”. Por favor. A nosotros (en el BEAP, pues), en estos momentos ese porcentaje de mal llamados “indecisos” ronda entre los 15 y 20 puntos porcentuales. Ese porcentaje mueve perfectamente cualquier resultado de medición, cuando el día de la elección, efectivamente “decidieron” votar por tal o cual opción.
¿Quiénes son esos votantes? Son los verdaderos “switchers”, aquellos que cambian su voto dependiendo del candidato o del momento que vive en su economía, familia, seguridad, gobierno local, etc.
Los que van a votar por Gali hoy, lo dijeron también hace un mes. Los que van a votar por Blanca Alcalá, es prácticamente imposible que cambien en 60 días de campaña. Los que van a cambiar son esos que aún no deciden, o bien que están ocultando su preferencia.
Entonces ¿quién carambas va a ganar esta elección?
Aaah, pues en primer lugar el partido-candidato que asegure sacar a esos votantes “fieles” que aún tiene. Esos que tiene la seguridad de “movilizar” el día de la elección. Ahí, el partido-candidato que tenga mejor aceitada su estructura para poder mover a sus votantes, tendrá en gran parte ganada la elección.
Pero además, aquel que logre convencer a los “switchers” en su mayor parte, de que es mejor opción que el contrincante. Y aquí en Puebla no hay más que dos sopas: Los que crean que la continuidad de Moreno Valle debe verse reflejada en Tony Gali o bien los que creen que el Gobierno de Moreno Valle es malo y quieren cambiarlo por el regreso del PRI con Blanca Alcalá.
Pero no perdamos de vista la opción independiente. Si los switchers y desilusionados de los partidos salen a votar, o bien muchos entienden que es mejor un voto “útil” para sacar a un Gobierno (por ejemplo)… cuidado, el resultado puede ser una división de las preferencias en tres. En serio, no pierdan de vista a Ana Teresa Aranda (por algo la siguen bloqueando desde el Gobierno del Estado… saben que SÍ les puede hacer mucho daño en un resultado final).
Y para terminar… los puntos que logren los otros candidatos no serán nada desdeñables: Roxana Luna es y fue una de las principales opositoras a Moreno Valle y Abraham Quiroz es de MORENA y para nada simpatiza con el Gobernador. Si entre los dos se llevan un poco más de 15 puntos porcentuales… ¿A quién se los estarán quitando?
Reitero, al día de hoy nada está decidido en Puebla.
Falta ver quién moviliza mejor y quién convence a los switchers.
En serio, yo mismo me he llevado brutales sorpresas al querer hacer pronósticos con encuestas. Hoy ya no caigo en esa febril y adolescente tentación.
Ya veremos cómo se mueve todo, si es que se mueve. Van tres mugres días de campaña. De bastante hueva, por cierto.