Por: Rodolfo Rivera Pacheco
La algarabía –medio fingida por muchos de los asistentes, en medio de las notables ausencias- del 5° Informe de Gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, bien pronto se ha transformado en un cocktail de cápsulas depresivas para el morenovallismo y su líder, por la serie de acontecimientos que se han desencadenado en cascada y que oscurecen el panorama para el grupo en el poder en Puebla.
Veamos.
En primera, el PRI comenzó ganando en forma contundente la elección extraordinaria para Gobernador de Colima. El estilo de Manlio Fabio Beltrones se hizo presente y le propinó varios palos previos al desordenado Senador Preciado que lo bajaron en las encuestas varios puntos porcentuales. En la pasada elección el priísta Peralta había ganado por poco más de 500 votos. Ahora ganó por más de diez mil.
La derrota panista deja muy mal parados a los operadores morenovallistas que se apostaron ahí desde hace semanas. Simplemente no pudieron hacer nada, aún cuando desde Puebla hubo una buena inyección de recursos. No es muy visible, pero la pérdida de Colima le pega a Moreno Valle, pues había andado pregonando a los dirigentes del PAN que solo él sabe ganar. Y no.
En este mismo sentido, ya también existe un serio distanciamiento entre el presidente panista Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle. Anaya entiende que las derrotas de Rafael lo fortalecen a él. Que descarrilar sus aspiraciones presidenciales (de RMV) son prioridad para no pocas figuras nacionales panistas que no le perdonan su tradicional doble juego en donde él siempre quiere salir ganador.
De hecho ya le quedan muy pocos aliados azules. En cambio sigue creciendo su lista de enemigos: Felipe Calderón y Margarita Zavala para empezar, Josefina Vázquez Mota, Gustavo Madero, Ernesto Cordero, todos los panistas de Yunque (que suman una larga lista) y desde luego los poblanos agraviados como Lalo Rivera, Rafael Micalco, Myriam Arabián y un larguísimo etcétera. Y ahora Anaya y su grupo (Creel y compañía). Vamos, hasta Roberto Gil Zuarth ya se está desmarcando del góber poblano. Sus únicos “fieles” son Max Cortázar porque lo sacó del desempleo (y ya no hay Timbiriche para ser baterista) y un poco Javier Lozano, que tenía puesta la mira en el plan presidencial con Moreno Valle (ser miembro del gabinete o algo así), pero que en cualquier momento puede mirar a otro lado.
Sí. La feria de las traiciones y los deslindes, como bien apunta mi amigo y cómplice Alejandro Mondragón. Claro, sus únicos incondicionales son los poblanos de su grupo de siempre, que desde luego nunca han sido panistas, sino priístas disfrazados.
Ahora bien, lo más importante de la victoria del PRI en Colima es que se logró por una alianza de varios partidos y que todo indica que se seguirá reeditando en las próximas elecciones para Gobernador en 12 Estados. Beltrones logró operar una unión entre el PRI con el Partido Verde (lógica y segura), sumó a Nueva Alianza (a Juan Díaz, líder del SNTE lo tienen bastante tranquilito desde Los Pinos) y hasta al PT (que Beltrones rescató de la pérdida de registro y Alberto Anaya puede continuar con su fabuloso negocio).
Pero más aún, la alianza del PAN con el PRD está a punto de abortar en Puebla. Ricardo Anaya no soltará Tlaxcala y Basave tampoco. Y si no hay alianza en Tlaxcala no la habrá en Puebla, es un hecho.
Entonces, al PAN solo le quedaría en Puebla para aliarse la vacilada que se llama Compromiso por Puebla y… ya. Porque la línea nacional es que Nueva Alianza vaya con el PRI en todo el país. Así que el PRI muy bien podría ir a la elección de 2016 en una gran alianza…¡antimorenovallista! Integrada por el PRI, PVEM, Nueva Lianza, PT, y quizás Encuentro Social y hasta Pacto Social de Integración (pues a Javier López Zavala le apretarán para que opere esa alianza a cambio de próximas candidaturas…). El PAN prácticamente solo y el PRD por su lado.
¿Opera o no Manlio Fabio Beltrones?
Otro ingrediente más para el cocktel depresivo para el habitante de Casa Puebla en este inicio de año es que en el PRI están operando inteligentemente una candidatura de unidad para hacer frente a una ya habitual elección de Estado. Sería absurdo que el Presidente Peña Nieto y sus operadores electorales (Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones y Rosario Robles, básicamente) lancen a su mejor carta, Blanca Alcalá, a perder.
No. La señal es justamente la contraria. En Gobierno federal van con todo para ganarle la minigubernatura a Rafael Moreno Valle. Me cuentan que ya hay de todo: Recursos, gruesos expedientes para la guerra de ataques y cosas peores, estrategia, alianzas (abiertas o soterradas), resentidos que ya jalan para el PRI y una operación cicatriz que está dejando tranquilos a los principales precandidatos que esta vez no se vieron favorecidos.
Y el colofón de las cápsulas depresivas de enero se dio ayer, por si algo faltara y hubiera dudas: El periódico más leído de México, El Universal, el mismo donde Moreno Valle tiene contratada una publicidad enorme, el mismo cuyo dueño es amigo de la familia… da a conocer ayer una demoledora Encuesta en la que el PAN y su candidato Antonio Gali pierden irremediablemente en prácticamente todos los escenarios contra cualquier priísta para la minigubernatura de Puebla en las elecciones de junio próximo.
Desde luego ya la descalifican los morenovallistas y se desquician buscándole peros y sesgos metodológicos, pero el palo ya está dado. Gali comienza el año perdiendo ante los priístas. Punto.
Y lo más importante es lo que hemos venido señalando los del BEAP: Cinco años de excesos propagandísticos del morenovallismo y su delfín y… no va arriba en las preferencias. Que corran a todos los “estrategas” y “expertos en branding”. No sirven para nada, al parecer. Un candidato con partido en el poder que no parte con una ventaja de algunos puntos… tiene problemas.
Algo pasó con Gali y el morenovallismo. Lo sé, lo saben, lo sabemos.
Sí. La gente está enojada, el antimorenovallismo y las malas calificaciones de Gali han venido creciendo, las obras fastuosas han molestado a mucha gente que no se ve beneficiada con ellas (además de que está comprobado en todo el mundo que las obras públicas no ganan elecciones necesariamente… si sus “expertos” leyeren un poquito sobre principios elementales de marketing político), en el interior del Estado la gente detesta que no se les tomó en cuenta, los heridos del morenovallismo crecieron exponencialmente, empezando por los miles de burócratas despedidos y menospreciados, además de todos los que perdieron empleos y empresas por los caprichos del mandatario en turno.
¿Creían que los poblanos no tenían memoria? La soberbia es la peor consejera (aunada a los lamesuelas aduladores que a toda hora temen contradecir al autoritario jefe).
Me comenta una fuente de primerísimo nivel (pri-me-rí-si-mo) que no por el momento, pero que faltando un mes o algo así para que termine la campaña habiendo un escenario negativo adverso, Rafael Moreno Valle negociaría con el Presidente Peña Nieto la derrota de su candidato Gali y salvaría de la mejor forma negocios y pellejo.
¿Será?
Puffff y recontra pufff!!!
Y aún con todo… hay que reconocer que aquel siempre se crece ante el castigo.
Veremos y diremos, como dice el Núñez.
