Por: Rodolfo Rivera Pacheco
Las últimas dos semanas –una semana antes y una después de su “Informe”- hemos escuchado y visto miles de spots radiofónicos y televisivos, además de miles y miles de anuncios por internet (banners en páginas y periódicos, anuncios pagados en Facebook, You Tube, Twitter etc.) de la señora Martha Érika Alonso haciendo referencia a lo que hizo como Presidenta –honoraria, pero con el más alto presupuesto de los últimos sexenios- del sistema D.I.F. Estatal, dependencia del Gobierno encabezado por su esposo Rafael Moreno Valle.
Que yo recuerde, nunca se había hecho una promoción tan exagerada de lo que se hace en el DIF estatal. Pero lo mejor, la promoción PERSONAL, con nombre y apellido, voz e imagen de quien encabeza dicha dependencia.
Lo he preguntado una y otra vez. ¿Qué opinaría todo mundo si la señora Angélica Rivera diera “Informe” de actividades y lo promocionara con su nombre y voz e imagen, con miles de spots en cadena nacional? ¿Verdad que mínimo la crucificarían y yo creo que habría manifestaciones nacionales contra tal “exceso” del perverso Enrique Peña Nieto?
O peor: ¿Qué dirían los objetivos medios poblanos –los que antes veneraban a Mario Marín y hoy son los mismos que lo vomitan y son decididamente morenovallistas, junto con columnistas que antes insultaron y ofendieron hasta con cosas personales al hoy Gobernador y hoy lo defienden y alaban en un alarde de cinismo monumental- si la señora Margarita García de Marín hubiera hecho lo mismo que hoy hace Martha Érika Alonso de Moreno Valle? ¿Verdad que medio país lo hubiera rechazado por ser un abominable acto proselitista del “Góber Precioso”?
Pero aquí hay varias cosas qué analizar.
Primero, me gustaría saber la cantidad de dinero que se ha destinado para hacer tal promoción personal, en medios nacionales (los spots aparecen en tiempos del noticiero de Loret de Mola o el de López Dóriga, que son los más caros de la televisión, pero también en pauta nacional de TV Azteca) amén de que en todas las estaciones de radio locales se escuchan los spots cada cinco minutos las últimas dos semanas. Digo, es pregunta de “Transparencia”, que tanto pregona el actual gobierno morenovallista. Escucho silencio.
Segundo, ¿por qué se hace publicidad de una persona, cuando lo que hace una dependencia estatal se hace con dinero de nuestros impuestos? ¿Qué eso no está prohibido por la autoridad electoral? Recuerdo que hay esa payasada de dejar que los titulares del poder ejecutivo en los Estados puedan aparecer con su nombre para promocionar sus Informes de Gobierno. Que está mal, pero no está prohibido.
¿Pero por qué ahora está el invento de que una “titular” del DIF también haga su “Informe” y lo promocione con un aparato propagandístico brutal? Y con imagen, nombre y apellidos.
Eso es una campaña electoral aquí y en China. No nos hagamos tontos.
Tercero. Pues está muy bien que alguna figura pública aspire a un cargo de elección popular. Qué bueno que alguien quiera seguir su carrera política partidista. El detalle es que su promoción la hace usando recursos públicos, cuando oficialmente ¡ni funcionaria es!
O sea, los poblanos estamos pagando con nuestros impuestos la campaña promocional de una persona que aspira a un cargo público. ¿Por qué nadie dice absolutamente nada? ¿Dónde están los rabiosos columnistas que hoy odian a Marín y denuncian hasta hoy sus asquerosos excesos mientras fue Gobernador? Mejor ni me enojo.
Pero lo más interesante viene a continuación.
¿Para qué hacer esa campaña publicitaria tan descarada de la titular del DIF Estatal? ¿Es solo para promocionar su imagen y ya?
Desde luego que no. La Señora Martha Érika Alonso quiere seguir su carrera política, es un hecho. Pero además es dirigente del PAN en Puebla. Digo, es obvio que tiene planes futuros.
Y esos planes, supuestamente, eran orientados hacia el año 2018, cuando probablemente la impulsará su esposo como candidata a la Gubernatura de Puebla o si no le alcanzara, bien para una Senaduría o ya de a perdido para una Diputación Federal o Local.
Pero después de ver esta enorme promoción publicitaria no me queda más que preguntarme si los planes no podrían adelantarse. Sí, para 2016, que es cuando los miles de spots aún están en el recuerdo de los votantes. Para 2018 ya todo habrá sido olvidado.
No. Aquí hay cosillas raras y sospechosas.
Sigo viendo encuestas y más encuestas. A eso me dedico (además de escribir mis perversidades aquí y en donde me dejan). Y en todas ellas el supuesto candidato oficial no termina por despegar en el ánimo de los electores. Haciendo los careos correspondientes el candidato morenovallista pierde una y otra vez. O al menos está en empate con los mejores posicionados del PRI. Lo sé, lo saben… lo sabemos.
Además, me dicen varios enterados de buen nivel morenovallista, expertos en “operación” electoral (mapaches, los llaman en mi tierra), que no ven acciones efectivas de movilización para Gali, que ni estructura propia tiene (es del Gobernador y algunos de sus enemigos internos morenovallistas), que sus únicos fieles son sus hijos, que Gali no pudo ni ganar una Diputación en una parte de la ciudad para Albizuri, que cada día están más nerviosos y un largo etcétera.
Y por eso vienen mis absurdas preguntas:
¿Y si la megacampaña publicitaria de la señora Alonso de Moreno Valle no es para después sino para ahorita?
Viendo las encuestas… ¿Y si el candidato para 2016 que todos pensamos ya no va y sí va la Señora?
Si la contienda es contra una mujer… ¿qué mejor que otra mujer para contrarrestar esa campaña femenina que hoy le gana al candidato oficial en las encuestas?
Digo, son preguntas que medio mundo las desechará y reirán y dirán que son burradas.
Pero después de ver el despliegue de recursos publicitarios… Perdónenme pero aquí ya puede pasar cualquier cosa.
¿Se cambiará de montura a mitad del río?
Repito: En política y en la lucha por el poder, hoy en México ya puede pasar absolutamente cualquier cosa.
Por supuesto, todo sea dicho con mucho respeto.