Por: Rodolfo Rivera Pacheco
Lo que hemos venido observando en las mediciones demoscópicas (encuestas, pues) que hacemos los del BEAP en todo el territorio poblano, es que más o menos de un año para acá, ha venido creciendo el descontento hacia la figura y gobierno de Rafael Moreno Valle.
No es lo que nosotros pensamos o queremos, es lo que nos dice la gente y lo agrupamos porcentualmente. Desde luego es algo que no agrada al grupo gobernante, pero nuestro deber es comentarlo y hacerlo público. Para eso medimos la opinión pública.
Y es que lo que percibimos en nuestros levantamientos es a una sociedad polarizada. Unos aprueban con seguridad la gestión de Rafael Moreno Valle, pero hay ya otro sector que lo desaprueba con contundencia y éste grupo es el que ha venido creciendo, reitero, desde hace poco más de un año, cuando comenzó la crisis de Chachihuapan y en todo el país se habló del niño muerto por responsabilidad de la policía estatal.
Desde entonces se generó un estado de opinión negativo del cual no ha podido salir del todo el morenovallismo. En nuestras encuestas ya abundan las menciones de “autoritario”, “hace obras innecesarias”, “son corruptos” o en general hace un “mal trabajo como gobernante”. Y esto mismo le deben decir al mandatario poblano quienes le hacen sus propias encuestas. Si le dicen lo contrario, le están mintiendo (que puede ocurrir, pues las encuestadoras “nacionales” suelen acomodarse a lo que les pide un gobernante con tal de no perder un contrato con lo que no ganarían nada…porque ni son de aquí).
Pero lo peor de todo esto –para el morenovallismo, claro- es que con sus acciones, cada día provoca que aumenten los estados de opinión negativos.
Por solo poner un ejemplo, la demolición del Distribuidor Vial 475 construido por Enrique Dóger, lejos de generar un repudio hacia el ex Alcalde… lo que ha provocado es que el posicionamiento de éste haya crecido sustancialmente en las últimas dos semanas y que mucha gente califique la destrucción como una obra francamente electorera e… innecesaria.
Si lo que querían era destruir a Dóger o su probable candidatura a Gobernador, les resultó exactamente lo contrario. Hoy Dóger aprovechó el tema, los metió a su agenda y los exhibió como unas autoridades que gastan en obras que a la mayoría de poblanos no les benefician.
Y vuelvo a comentar lo que ya hemos expresado aquí mismo una y otra vez: Las redes sociales son hoy el termómetro de la opinión de la gente común y corriente (jóvenes, amas de casa, profesionistas independientes y empleados) y en estos momentos, ahí tiene la batalla perdida el morenovallismo. O el oficialismo, si se le quiere llamar así.
La gente rechaza los excesos de los gobernantes. Y en Puebla ya se reprueban los excesos morenovallistas, aunque los “estrategas” del Gobernador le juren lo contrario. Ya hay toda una corriente que crece cada día, que rechaza las obras del Gobernador, que abomina sus excesos y que está denunciando cotidianamente hechos de corrupción. Y de las redes sociales se salta naturalmente a la opinión pública generalizada.
Y lo anterior es lógico: Veníamos saliendo del hartazgo que provocó el marinismo por sus excesos de corrupción e ineficacia gubernamental, para que ahora el nuevo grupo en el poder haya hecho lo mismo al cabo de cuatro o cinco años de gestión.
Desde luego aún no vemos las consecuencias de preferencia electoral de todo lo que está ocurriendo en el presente. Esas tendencias tardan un poco en madurar y externarse por parte de la población. Pero de que los poblanos están ya polarizados, es un hecho.
Claro, eso no significa que alguien pierda o gane irremediablemente por lo que hoy ocurre. Lo que digo es que el triunfo fácil que planeaba el morenovallismo lanzando al Alcalde Antonio Gali como candidato a Gobernador, cada vez se torna más complicado.
Eso por lo que respecta a la opinión pública natural que medimos. Pero además, las señales de poder que se miran en los últimos días tampoco son muy positivas para el grupo en el poder en Puebla. El nombramiento de Enrique Dóger en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI tiene un significado muy claro: Dóger sí era y es del grupo cercano de Manlio Fabio Beltrones, tema del que se burlaban una y otra vez las plumas del morenovallismo. Recuerdo haber leído mucho esas sornas y sarcasmos sobre dónde se sentaba Dóger en la Cámara y si Beltrones lo pelaba o no… ¿quién se estará riendo ahora?
No, no la tiene nada fácil ya el morenovallismo para dejar sucesor (a). Lo sé, lo saben… lo sabemos.
