Por: Rodolfo Rivera Pacheco
Hemos platicado ya en este espacio que la imagen y trabajo del Gobernador poblano Rafael Moreno Valle se ha venido deteriorando con el paso de los años que lleva en el poder. Hemos comprobado en varias encuestas (del BEAP, desde luego) que su aprobación social ha disminuido considerablemente y que cada día hay más críticas y críticos de su gestión gubernamental.
Eso es lo que sucede en Puebla. Pero también hemos sido testigos de que Rafael Moreno Valle –desde que llegó a la Gubernatura poblana- ha intentado promover su imagen en todo el país.
Con el pretexto de sus Informes de Gobierno por un lado, por los festejos del 5 de mayo por otro o por una supuesta promoción turística del Estado, el hecho es que el mandatario poblano se ha esforzado en difundir su imagen y nombre por todos los Estados del país. En anuncios en partidos de fútbol, en banners en todas las páginas de internet posibles o en redes sociales con anuncios pagados, en espectaculares y hasta spots de radio y TV en muchos Estados de la República.
También –él se ha encargado de publicitarlo siempre- Rafael Moreno Valle había asistido a todas y cada una de las ceremonias de toma de posesión de todos los Gobernadores del país, con el fin evidente de darse a conocer ante auditorios de cualquier entidad. A la única (única) ceremonia a la que no asistió fue a la que ocurrió la semana pasada en Nuevo León, porque el protagonista Jaime Rodríguez “El Bronco” lo criticó duramente en su reciente visita a Puebla por las leyes contra candidaturas independientes que aprobó el Congreso del Estado y –obvio- por ser ya un contrincante a la Presidencia en 2018.
Pero el hecho es que el actual Gobernador poblano ha desplegado toda una estrategia para darse a conocer en todo el país. Además de ayudar, promover o incluso costear campañas de candidatos a cargos de elección popular en todos los Estados, para tener “operadores” de una eventual campaña presidencial en 2018.
Pues sí, los poblanos ya sabemos de todo eso, pero… el hecho es que al momento actual, el nombre e imagen de Rafael Moreno Valle distan mucho de ser conocidos en todo el país.
En todas –todas- las encuestas nacionales que se han publicado (y otras que también hemos visto en privado los del BEAP), es de los precandidatos presidenciales menos conocidos y con muy pobre posicionamiento en cuanto a intención de voto entre ciudadanos de toda la República.
O sea, aún con todo el despliegue de recursos y presencia en medios de comunicación nacionales, la figura de Rafael Moreno Valle nomás no prende ante los ojos de los mexicanos. A estas alturas, Enrique Peña Nieto, entonces Gobernador del Estado de México, ya era de sobra conocido en todo el país y ya generaba una intención de voto mayoritaria frente a sus posibles contendientes.
¿Qué pasó?
Varias cosas. Ahí les va asesoría gratis otra vez.
En primer lugar, no es lo mismo tener comprados a los medios locales que a los medios nacionales. Las televisoras difundirán una que otra nota sobre el Gobernador poblano, pero jamás se la jugarán del todo con él, pues hay otros precandidatos que también pueden llegar. Las televisoras apoyarán más o menos a todos para que su inversión sea gananciosa en cualquier escenario. Lo mismo opera para periódicos nacionales o cadenas de radio. De mensos los dueños solo se la jugarían con el poblano.
Segundo. En el supuesto caso de que la presencia mediática nacional fuera única y a favor… la gente ya abomina los intentos de Gobernadores de caerle bien a los electores potenciales. La ciudadanía detesta a Gobernadores que se andan anunciando en Estados que no son los originales y se pregunta ¿quién diablos es éste? Ya le pasó a Manuel Velasco de Chiapas: Por andarse promoviendo en el D.F. y otros Estados, hoy es de los Gobernadores más conocidos… y odiados.
Tercero. La siguiente cuestión la abordo con afecto: En todo el país los políticos son aborrecidos, los Gobernadores son despreciados por corruptos, pero todo eso crece si son… poblanos. En serio, los poblanos caen (mos) mal en la mayor parte de los Estados del país. Pregunten si tienen duda. Yo doy cursos y conferencias en todo el país y a veces mejor ni digo que soy poblano porque de inmediato se genera cierta antipatía con no pocos asistentes. Tanto del norte como del sur y las costas del país. Es triste pero así es, no lo invento.
Entonces imaginen una campaña artificial y forzada de un Gobernador poblano, lo bien que cae a habitantes de otros Estados de la República. A menos que fuera un auténtico fenómeno de simpatía y arrastre ese político poblano… pero creo que no estamos ante ese caso. ¿Verdad?
Finalmente, al igual que en el caso de Puebla, la gente está más metida hoy en redes sociales que en ver lo que hacen los políticos en los medios convencionales. Spots televisivos o radiofónicos de gobernantes son inmediatamente rechazados por el subconsciente colectivo. La gente le cambia a los anuncios de políticos. Nos choca que se hagan publicidad a costa de nuestros impuestos.
Entonces, resumiendo. Le va a costar enormidades a Rafael Moreno Valle colocarse en los primeros lugares de popularidad entre los aspirantes a la Presidencia en 2018. No digo que sea imposible, pero le va a costar muchísimo trabajo ganarse la simpatía de los mexicanos del norte, sur, oriente, occidente y D.F.
Y ya sé que su eventual campaña quiere basarse en “como transformó Puebla… para así hacerlo en todo el país”.
Pero primero que explique cómo pagarán sus sucesores la enorme deuda que dejará por demasiadas obras innecesarias, cómo favoreció a una empresa que ahora es despreciada en todo el mundo (VW y Audi) y por qué sus propios gobernados en Puebla hoy ya lo rechazan más que lo aceptan. Además de lidiar con el enorme desprecio que hoy provoca el PAN en muchos sitios del país.
Si logra ese cambio en los estados de opinión pública a nivel nacional… me cae que mis respetos.
