22-11-2024 02:35:23 AM

Gatopardismo municipal

elmapache

No me voy a referir a los grandes distribuidores ni a las pavimentaciones con concreto hidráulico que actualmente tienen asolada a la ciudad, porque esos no los hace él sino el gobierno estatal.

Me referiré a las obritas, a los “chainazos” que le está dando a algunas de las calles, no tan importantes como los grandes boulevares, con su programa de rencarpetamiento.

Se carece de planeación, estudios de impacto, pero sobre todo, de un conocimiento de lo que se tiene que hacer o de lo que ya se hizo anteriormente, lo que conlleva a repetir acciones, desperdiciando recursos.

En el trienio de Eduardo Rivera se presumió hasta el cansancio el mentado programa de las mil calles, que resultó un verdadero fracaso porque no cubrió ni el 70 por ciento de las vialidades prometidas.

Ahora, Tony Gali echó a andar un programa de repavimentación de calles en colonias populares y de la periferia, con un pequeño detalle: son rúas que fueron pavimentadas o repavimentadas en la administración pasada y muchas de ellas no presentaban deterioros tales como para merecer mantenimiento correctivo.

Ejemplo de ello es la avenida Cuauhtémoc, entre 3 sur y prolongación 16 de septiembre, en el sur de la ciudad; que actualmente está siendo repavimentada, pese a que hace dos años recibió el mismo tratamiento.

En contraste, dos calles aledañas, la Miguel Hidalgo y la Nicolás Bravo, en el mismo tramo no han conocido de pavimentación alguna desde hace 3 administraciones, pese a la insistencia de los vecinos ante las autoridades correspondientes.

En la misma situación se encuentran las calles La Noria, La Luz, La Presa, La Ladera y Guadalupe, que nunca han sido pavimentadas.

¿Por qué el ayuntamiento destina recursos para repavimentar una calle repavimentada hace dos años y no se esfuerza por arreglar calles que siguen en terracería?

Expertos en obra pública urbana explicaron que entre los factores que se toman en cuenta para la pavimentacion de una calle figura la densidad poblacional de la misma, es decir, a cuántas familias beneficiaría la obra.

En ese sentido, al ayuntamiento de Puebla le importan siempre las mismas 50 familias que habitan en la calle Cuauhtémoc que las más de 150 que viven en las avenidas sin pavimentar.

Vaya lógica,

Lo más curioso de esto es que esa misma lógica se utiliza para la colocación de luminarias, construcción de banquetas y guarniciones (independientes de las pavimentaciones), cestos de basura, semáforos, señalética, etc.

Situaciones similares se replican en colonisd el norte de la capital poblana, en donde se aplican los mismos criterios irregulares, para arreglar calles que fueron reparadas hace apenas dos años.

El derroche de recursos es descarado, sin que haya un beneficio real para la mayoría de los ciudadanos.

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