
Vamos, los antipeñistas llenan las redes e internet con sus críticas al hoy Presidente de la República. Muchos no superan aún la derrota de su candidato (a). Los pejistas son los más rabiosos críticos y atacantes. Los panistas no logran digerir que perdieron la Presidencia y se niegan a reconocer la notable incapacidad de sus dos Presidentes (y hoy de la enorme corrupción que los envolvió, como decíamos en anterior columna).
Y sin embargo, aún con toda la “brutalidad” que hoy le endilgan a Peña Nieto sus enemigos… la verdad ha sacado adelante la mayoría de sus objetivos planteados en su toma de posesión, logró el consenso de partidos con el Pacto por México y, guste o no, ha dado golpes espectaculares contra personajes aborrecidos por la sociedad.
El Presidente que logró el retorno del PRI al poder ha sacado adelante todas las Reformas que el PAN no pudo en doce años. Ya salió la Reforma Educativa, la Reforma Fiscal, la Reforma en Telecomunicaciones, la Reforma Política y la más importante, la Reforma Energética.
Los panistas hoy aúllan que durante las gestiones de Fox y Calderón, los otros partido, incluido el PRI, “nunca apoyaron sacar adelante las reformas por criterios políticos” que “no les importaba paralizar al país” y que sin embargo ellos (los azules) sí apoyan hoy las reformas por “el bien de México”.
Pues sí, pero… Peña Nieto sí logró convencerlos a ellos, lo que no lograron ellos con los priístas y demás partidos. Falta de oficio político, le llaman.
Entonces, el Presidente más bruto de la historia (no sé si sea Peña o Fox, la neta) ha logrado con toda su incapacidad hacer avanzar al país hacia la transformación. Algo hizo, algo tendrá… pero lo ha logrado.
Que las Reformas están incompletas y que no dejaron contentos a todos. Pues lógico. Así ocurre en cualquier país democrático y pluripartidista (me ubico disfrutando la extraordinaria y obligatoria -para politólogos y analistas- serie norteamericana House of Cards). Pues sí, pero… Peña Nieto las sacó adelante y puso las bases para que se siga avanzando. Que lo logró gracias a los demás partidos… cierto. Pero eso habla bien de sus operadores y colaboradores, reitero.
Por otro lado, Enrique Peña Nieto encarceló a la mujer más despreciada por los mexicanos, que es Elba Esther Gordillo. Aún cuando hubo notables negociaciones con ella en la campaña presidencial. Sí, pero la metió a la cárcel. Lo que los panistas jamás pensaron y ni siquiera intentaron, pues era su aliada y cómplice en sus marranadas electorales (voto golondrino incluido, desvío de recursos para campañas como la de Puebla en 2010 y un largo etcétera).
Peña Nieto logró la captura del narcotraficante más buscado del mundo, Joaquín “Chapo” Guzmán. Que lo ayudaron los gringos o que fue chiripada o que fue un chivatazo o que no iban por él. Sí… pero lo hizo. Cosa que los inteligentes y audaces panistas no lograron… e incluso al parecer lo protegían.
El gobierno peñista acaba de abatir a Nazario Moreno “El Chayo”, líder de una de las bandas criminales más sanguinarias (que había sido dado por muerto en tiempos del ineficiente Felipe Calderón y tarugos colaboradores). Capturó a uno de los principales líderes de los Zetas, Miguel Angel Treviño. Y se dice que también se está a punto de capturar a los otros líderes de bandas de Michoacán como “La Tuta” y su “Familia”.
Todo eso, realizado por el muy inculto Enrique Peña Nieto. O por el Gobierno que encabeza, pues.
Efectivamente, eso no quiere decir que la gente esté entregada a sus pies y que ahora sea el Presidente más querido o popular. Aún se encuentra no muy bien evaluado en encuestas que hemos hecho en el BEAP en Puebla, Veracruz y Distrito Federal en las últimas semanas.
Pero creo sinceramente que si llega a lograr que bajen los costos de la luz o del gas y aumentan los empleos en Municipios, así como las obras públicas… cuidado. El muy bruto Enrique Peña Nieto puede irse a los cuernos de la luna. Y con él las preferencias hacia su partido.
Y si a todo este escenario sumamos el desprestigio que está teniendo el PAN y sus gobiernos, y cómo terminará de dividido después de su contienda interna por la dirigencia nacional. Y el PRD, que también terminará muy dividido en su respectiva pugna por su dirigencia nacional. Y si López Obrador y su MORENA terminarán de dividir a la izquierda mexicana…
Acuérdense. El PRI del muy tonto Enrique Peña Nieto sí que puede comenzar una “ola ascendente” en las preferencias partidistas hacia la contienda electoral del 2015. Ya lo estamos percibiendo en muchos lugares. Sí, en las encuestas que hacemos, pues.
Perdón pero…pues al final no resultó tan bruto.