Tal es el caso de Grupo Común FIRZA, empresa con oficinas centrales en el Estado de México y sucursales en la ciudad de Puebla y otras entidades del país.
FIRZA ofrece préstamos inmediatos de hasta 50 mil pesos sin comprobantes de ingresos, sin buró de crédito y sin esos engorrosos trámites que hacen desistir a las personas que están urgidas de conseguir dinero.
En realidad se trata de una empresa que opera bajo el sistema de integrar grupos de consumidores que aportan periódicamente sumas de dinero para la adquisición de bienes inmuebles.
Los incautos que aceptan sus servicios acuden a sus oficinas de Puebla en donde les dicen que el nuevo monto mínimo del préstamo es de 150 mil pesos, con un pago mensual de mil 392 pesos a un plazo de 144 meses (12 años), con un interés al mes del 4 por ciento.
Para poder acceder al crédito, les piden un pago de inscripción y la primera mensualidad de 4 mil 872 pesos y después de hacer su primer depósito, los clientes deben seguir abonando las mensualidades, ofreciéndoles atractivas promociones para poder alcanzar mejores posiciones para los sorteos y la adjudicación del dinero.
Para poder fondear el otorgamiento de un solo “préstamo” de 150 mil pesos, la empresa necesita por lo menos 30 clientes que hagan su primer pago inicial, de ahí que haya fijado en 500 el número de interesados.
Es decir, si 500 clientes hacen su primer pago de 4 mil 872 pesos, la empresa cuenta con un fondo de 2 millones 436 mil pesos para otorgar tan solo 16 préstamos de 150 mil pesos.
¿Qué pasa con el resto de los integrantes del grupo de consumidores?
Es por eso que instan a los clientes a hacer pagos por adelantado de sus mensualidades.
Además, la tasa de interés anual resulta del 48 por ciento, es decir unos 72 mil pesos por un préstamo de 150 mil pesos. Y al término del plazo de 144 meses, el cliente pagar poco más de 260 mil pesos, es decir un 180 por ciento.
¿Se dio cuenta ya de la tranza?
En el portal de Profeco no existe ninguna empresa ni contrato registrado por FIRZA.
En Condusef tampoco hay registro alguno de una empresa como “caja de ahorro” o de autofinanciamiento.
El esquema de operación de FIRZA es similar a las de financiamiento para adquirir vehículos, pero estas últimas sí están registradas y está comprobado su resultado.
El problema está en que puede pasar más de un año sin que el cliente reciba el dinero bajo el argumento de que no ha salido sorteado, pero como ya “firmó” el supuesto contrato con la empresa, queda comprometido por 5 o 12 años y nunca recibir el dinero solicitado.
Los inspectores de Profeco deberían visitar esta pseudoempresa de autofinanciamiento para evitar que más gente sea afectada.
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