08-05-2024 07:38:59 PM

Naturaleza no se controla, pero la corrupción sí

alpie19

Cada año pasa lo mismo, no sé por qué nos extraña. México es un país que tiene miles de kilómetros de costas propensas a ser afectadas por meteoros y demasiados ríos que crecen inevitablemente ante la temporada de lluvias.

Efectivamente, la naturaleza es algo que los hombres no pueden controlar. Menos los políticos, que ciertamente no son culpables de que haya huracanes, ciclones o terremotos. Nuestro Gobernador Moreno Valle ya lo ha dejado claro: “La naturaleza es lo único que no puedo controlar…”

Pero en lo que sí son responsables los gobernantes, haciendo a un lado el pretexto de las “lluvias atípicas”, es en la correcta planeación urbana de ciudades y municipios. ¿Por qué cada año hay desgracias, afectaciones a construcciones, inundaciones, vías de comunicación dañadas…?

Pues simplemente porque el criterio que priva en TODOS los Municipios y Estados de México, para la construcción y diseño urbanístico de ciudades es la maldita corrupción.

Todos sabemos que TODOS los Secretarios o responsables de Obras Públicas reciben un diezmo por parte de los constructores privados para dejarlos hacer las obras. Es una práctica común en Puebla y todo el país. No conozco un solo Municipio donde los constructores no tengan que “entrarle con una mochada” al Presidente Municipal, para que les otorgue obras o servicios.

Por lo mismo, la planeación urbana en México es siempre desordenada o de plano inexistente. Se construyen carreteras de pésima calidad que no aguantan una buena temporada de lluvias o un buen ciclón; se permite construir fraccionamientos o unidades habitacionales mal hechas y con fallas en drenajes o manejo de aguas pluviales; se deja impunemente que algunos construyan viviendas a orillas de ríos o lagunas que pueden desbordarse; se pavimente muy mal en todas las ciudades y cada año vuelven miles y miles de baches…

Y todo lo anterior porque los constructores tienen que pagar comisión ilegal a los gobernantes y entonces tienen que ahorrar en los materiales de construcción, provocando obras de asquerosa calidad, o bien impunemente construyen donde no se debe.

Puebla no es la excepción de todo lo anterior. Hemos tenido tragedias importantes cuando se han desbordado ríos como el Alseseca o el Atoyac y destruido casas, tumbado puentes o provocado muertes. Esta ocasión la ciudad no sufrió mucho el impacto de estos últimos huracanes o tormentas… pero solo es cuestión de esperar para que ocurra. Y ocurrirá, inevitablemente.

Entonces, afortunadamente, en esta ocasión no hay mucho qué lamentar en Puebla capital… pero eso no quiere decir que no haya problemas. Ya lo decía yo aquí mismo ayer: La ciudad está infestada de miles de baches por la pésima pavimentación que vienen realizando cada año los Alcaldes (priístas y panistas, NINGUNO se salva), solapando empresas ineficientes.

Sería interesante saber quiénes son los dueños de las empresas que “bachean” las calles de Puebla… ¿Habrá prestanombres o socios de políticos que actualmente gobiernan? Cuestión de investigar.

En fin. No roguemos al cielo que deje de haber tormentas o huracanes, mejor recemos porque ya no haya políticos bribones y rateros.

twitter: @rodolforiverap

jriverp@yahoo.com

www.beap.com.mx

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