Porque mientras por un lado los Diputados federales panistas –que llevaron a cabo su plenaria aquí en Puebla este fin de semana- en voz de sus líderes (de bancada y de partido), le escupen a Peña Nieto que no sabe resolver los problemas del país… el Gobernador Rafael Moreno Valle sale a calmar las aguas diciendo que los operativos para controlar las manifestaciones de los vándalos de la CNTE han sido manejado de una manera inteligente y que le da su voto de confianza al Primer Mandatario.
O sea, mientras unos atacan a Peña Nieto y no lo bajan de inútil, otro le da su respaldo y sobre todo, seguir sacando adelante las reformas promovidas desde la Presidencia de la República.
Palo y zanahoria, pues. Para que después el Presidente le deba el detalle al Gobernador poblano.
Pero la estrategia blanquiazul va más allá. Mientras que en todos los eventos públicos del Pacto por México su líder nacional Gustavo Madero dice que seguirá apoyando para sacar las reformas peñistas… los Diputados federales vuelven a fijar su postura de que no le entran a la reforma energética si no hay antes reforma político-electoral.
O sea, sí apoyaremos la reforma energética de Peña pero le sacaremos a cambio reforma política, donde hay puntos que mucho le interesan al PAN: reelección de Alcaldes y Diputados, Instituto Nacional de Elecciones y desaparecer las vaciladas que hoy son los Institutos Estatales Electorales (de los que mucho se quejan los panistas que son empleados de los Gobernadores del PRI, pero no dicen nada del de Puebla en el que ocurre exactamente lo mismo… y hasta peor) y lo más importante y a lo que le apuestan todo los azules, la segunda vuelta electoral para elecciones de ejecutivo federal.
A los panistas les interesa de sobremanera la segunda vuelta en elecciones presidenciales porque es la única manera que podrían ganarle al PRI en unos próximos comicios federales: Primero contenderían varios candidatos, pero si ninguno de ellos tuviera el 50% más 1 de los votos, entonces habría una segunda vuelta en la que solo participarían los dos punteros de la primera. Y ahí sí el ganador sería el que obtuviera la mayoría simple de los votos.
Es una manera distinta de hacer un bloque o una mega alianza anti PRI. Porque es evidente que los dos contendientes de una segunda vuelta electoral serían un priísta… y uno opositor (que podría venir del PAN) y entonces se unificaría el voto anti PRI.
El asunto es uno de los temas que más interesa a personajes como Rafael Moreno Valle, que ya opera –con todo- para lograr la candidatura presidencial panista para 2018.
Pero volviendo al tema, los panistas chantajearán al Presidente –que hasta hoy ha venido cediendo a todos los caprichos y desplantes de Madero- para que les de su reforma política a cambio de sus votos para la reforma energética. Nuevamente palo y zanahoria.
Y la verdad yo sigo creyendo que Peña Nieto está haciendo un mal cálculo creyendo que los amigos panistas de hoy… lo serán siempre. Más tarde que temprano defenderán sus propios intereses. Lo traicionarán, pues.
CONSULTA PERREDISTA SOBRE PEMEX, UNA VACILADA
Ayer comenzó en varias ciudades del país la mentada consulta popular promovida por el PRD para saber la opinión de la gente sobre si desean que PEMEX se privatice o no, además de otros temas y preguntas.
Y el comentario es el de siempre: Una consulta “popular” así, NO es una encuesta con validez estadística. Francisco Abundis (uno de los más preparados encuestadores del país, sin duda alguna) a través de su “Carta Paramétrica”, ha explicado muy bien lo que también nosotros siempre hemos sostenido:
A una consulta convocada por un partido político acuden miembros o simpatizantes de ese instituto y por supuesto ya traen una mentalidad y postura preconcebida. Por otro lado, las preguntas traen un sesgo ideológico evidente (no hace falta ser genio para saber que la enorme mayoría de la gente va a responder que NO quiere que PEMEX se privatice…).
Y finalmente, el sesgo muestral: Por más que acudan miles de personas a responder la consulta, NO es una muestra estadística representativa de la sociedad mexicana. Son simpatizantes de un partido que ya traen una postura previa definida. Una muestra válida se construye de otra manera: Las personas encuestadas son “encontradas” por un método que busca que cada una de ellas sea representativa de una parte de la población total o universo (de diversas maneras… el método puede ser aleatorio, sistemático, polietápico, por conglomerados, por racimos o cuotas… y siguiendo varios criterios de discriminación: áreas sociodemográficas, secciones electorales, niveles socioeconómicos, preferencia electoral, etc.).
En otras palabras y con todo respeto para los férreos opositores de la reforma de PEMEX: La consulta NO es un método estadístico válido para saber la postura de los mexicanos. Incluso aunque coincidiera con los resultados de una encuesta seria.
El problema para Peña Nieto y el PRI es que le dieron a perredistas y lopezobradoristas una bandera para defender y despertar adeptos que estaban dormidos. Porque es evidente el objetivo de López Obrador (y en esto irán también los perredistas) es mantener vivo su movimiento, que necesitaba un bastión ideológico qué defender.
Y si a las próximas movilizaciones de la izquierda contra la privatización de PEMEX sumamos a las de los profesores (vándalos) de la CNTE, ya tenemos un cocktel explosivopara las siguientes semanas, incluida la del informe presidencial.
twitter: @rodolforiverap