Después de 19 años de estar en vigor el TLC, no sólo no mejoró el nivel de vida de los campesinos sino que empeoró y México ahora ya importa el 60 por ciento de los productos agropecuarios para alimentar a los más de 110 millones de mexicanos.
Con todas las reformas que se hicieron a la Constitución para dar cabida al TLC, se hizo a un lado al Estado rector, al Estado regulador y los resultados no han sido del todo favorables.
Hay que ver lo que ocurre con el campo mexicano, la tenencia de la tierra, la forma que se hacen las inversiones, entre otros aspectos más.
Similar situación puede decirse que pasó con la banca de estar nacionalizada pasó a manos privadas y en menos de seis años tuvo el Estado que intervenir y rescatarla para que finalmente fuera a parar a manos extranjeras, y además la banca no cumple realmente con su función y el usuario esta a expensas de sus decisiones, sin que nadie actúe para regular .efectivamente el mercado.
No se trata que sea un Estado controlador o intervencionista, sino que funja como en cualquier otra parte del mundo como un efectivo regulador de las operaciones para evitar cualquier distorsión en la operación del sector, evitar que los beneficiarios sean unos cuantos empresarios, mientras que son anulados otros jugadores y el consumidor es el único sacrificado de todo ello.
La baja en los precios de los energéticos al consumidor, no se dará por decreto y tampoco por el hecho que ahora se permita la entrada de otros jugadores y no sólo de Pemex o de la Comisión Federal de Electricidad, la situación es mucho más compleja que eso, tiene que ver con aspectos técnicos, legales y económicos, se logra a mediano y largo plazo.
Por ello en la reforma energética que pretende el gobierno federal deberá quedar perfectamente claro la función del Estado mexicano; será rector (mantiene el equilibrio económico-social) y regulador (dice cómo y quiénes).
Si el Estado mexicano se hace a un lado, si abandona ambas funciones entonces más que imposible lograr precios competitivos para los consumidores. Y la oferta peñista quedará igual que la salinista: es decir en mero discurso.
Retener a eventuales
Una vez superada la revisión salarial en Volkswagen, con un aumento salarial del 5.0 por ciento, sin mayores problemas se alista el ensamble del Golf 7 para los primeros meses 2014.
Mientras tanto, el Sindicato de la armadora dice que buscará la forma en que los mil 300 eventuales que aún quedan en VW renueven sus contratos en lo que resta del año, pese a que la empresa dice lo contrario por la baja que registra en la producción de autos.
Twitter: @BalanceFinancie