Mientras, las empresas productoras del país llevan a cabo operaciones de compra/venta para fortalecerse y ampliar mercados; acciones que ya se cocinaban desde hace tiempo y no son a partir de la relación con China, necesariamente.
En los últimos días de mayo pasado la procesadora de carnes china Shuanghui International Holdings Ltd., compró a la firma estadounidense Smithfield Foods por unos 4.720 millones de dólares.
Esta operación se relaciona con Granjas Carroll de México, pues ahora los chinos tienen el 50% de la firma mexicana, mismo porcentaje que antes era estadounidense.
El titular de Relaciones Públicas de Granjas Carroll y presidente del Consejo de Vigilancia de la Confederación de Porcicultores de México (CPM), Tito Tablada, dijo a esta reportera que esta transacción no afecta en nada las operaciones de Carroll puesto que la producción de cerdo seguirá destinada al mercado nacional.
Actualmente Carroll maneja un millón 300 mil cerdos cada año, y es posible aumentar un 15 por ciento la producción este año.
El beneficio será la mayor aplicación de tecnología, mejoras en la crianza y engorda de los animales.
Más allá de esta operación de Granjas Carroll, están las otras empresas productoras de cerdo, pues son varias las que exportan a diversos mercados, sobre todo asiáticos como Japón y Corea del Sur.
Tan sólo a Japón se exportan 71 mil toneladas al año de carne de puerco; pero el mercado chino es mucho más amplio, sobre todo si se toma en cuenta que en el gigante asiático el consumo anual crece 0.5 kilos, y actualmente el consumo por persona al año es de 38 kilogramos, y esa nación asdiáctica produce 40 millones toneladas cada año.
Así que la oportunidad para los porcicultores mexicanos es considerable si esta semana se logra cerrar un acuerdo con los chinos.
Desde 2012, el gobierno chino ya había contemplado que en junio de 2013 se realizara el primero Foro de Ministros de Agricultura de China-América Latina y el Caribe, porque el gigante asiático requiere de un abasto considerable de diversos productos, sobre todo carne de puerco.
El objetivo chino es crear “una reserva” de 500 mil toneladas de alimentos en caso de “desastre humanitario”.
Es decir, este foro se organizó mucho antes de que se pensara siquiera en que el presidente Chino Xi Jinping visitara México este año.
En tal caso, las naciones de Latinoamérica -sobre todo México, Argentina y Brasil- podrían ser los abastecedores de carne y granos para los asiáticos.
Aunado a ello se lograría la creación de centros de investigación agrícola en tierras latinoamericanas y, en consecuencia, considerables inversiones en el sector agropecuario.
Tito Tablada aseguró que, lo que esta semana se decide en China será fundamental para la porcicultura mexicana, y los productores podría realizar inversiones para establecer al menos 50 rastros tipo TIP en diversas partes del país, de los cinco que actualmente operan.
Los principales estados exportadores de cerdo son Yucatán, Jalisco y Sonora, pero otros podrían desarrollar sus granjas como Michoacán, Guanajuato y Querétaro.
Puebla en tanto es el cuarto productor nacional más importante de cerdo, y donde Carroll opera varias granjas y realiza inversiones para ampliarlas e incorporar tecnología de punta.
Así que la estancia estos días en China del presidente de la CPM, José Luis Caram Inclán, junto con los funcionarios de Sagarpa, podría fructificar con los primeros contratos para venderle carne de cerdo al gigante asiático.
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