23-11-2024 06:27:00 AM

La conspiración de las encuestas

alpie16

Porque no solo la Coalición que abanderó Andrés Manuel López Obrador usa el argumento, sino también no pocos panistas, incluida su ex candidata Josefina Vázquez Mota.

Vaya, ya vemos venir toda una cruzada para reglamentar –más- a las mediciones de preferencia pre-electoral o de plano algunos ya gritan que se prohíban.

En primer lugar, no es la primera vez que esto ocurre. En cada proceso electoral, las empresas que hacemos encuestas somos los malos de la película cuando publicamos resultados que no agradan a los que no van “arriba” en las mediciones periódicas. Todo lo contrario ocurre cuando los datos favorecen a algún candidato o partido… entonces somos serios, responsables y acertados.

Normal. Cada elección es el mismo cuento.

El problema es que desde hace algún tiempo, las encuestas pre-electorales, efectivamente, han tenido variaciones más o menos considerables en comparación con el resultado final de una elección local o nacional. Y obviamente, los candidatos y partidos perdedores ahora la emprenden contra esa perversa mafia que manipula resultados y se vende al mejor postor. Todo también es parte del mismo cuento y leyenda negra.

Pues yo, por mi parte, como siempre, aclaro lo que me corresponde. Porque de ninguna manera me “pongo el saco” con respecto a esta cruzada santa contra las diabólicas encuestas.

1.- Lo hemos dicho siempre y lo repito (lo malo es que los críticos, periodistas, columnistas y políticos les da flojerita leer esto, o solo lo aceptan cuando les conviene, que es antes de una elección): Las encuestas NO son predicciones sobre lo que va a ocurrir, sino mediciones de algo que ya pasó.

Por lo mismo, es irresponsable usarlas como método de adivinación para saber “quién ganará” una elección. Los que las han mal interpretado son los propios políticos y los medios… que aunque ahora las critican, siempre están a la búsqueda de encuestas pre-electorales para dar “primicias”. Chistosos.

2.- Al no ser herramientas predictivas, las encuestas pueden tener variaciones con respecto al resultado final de una elección. También lo he dicho cientos de veces: Si las condiciones sociales, políticas, económicas, etc. son normales, probablemente el resultado de una medición previa pueda coincidir por muy poco con un resultado final. Pero repito: Si todo es “normal”.

Por lo anterior, NO sé de qué se extrañan los hoy enemigos de las encuestas de que todas “se equivocaron” con respecto a los datos finales en la elección presidencial.

Perdón pero…TODAS las encuestas serias nacionales coincidieron con el ganador, el segundo, tercero y cuarto lugar, además de que las tendencias siempre fueron las mismas. Y atendiendo al margen de error manejado por cada una de ellas y comparado con la última medición, la variación es de dos o tres puntos porcentuales con respecto a la votación de cada uno de los candidatos. No son diez ni veinte puntos… esas son falacias de los perdedores.

Y por cierto, ni siquiera intento (y me vale) defender a las empresas nacionales. Ellos sabrán cómo hacerlo.

3.- Otro punto importante es que, de acuerdo a la muy cuestionable Ley Electoral que hoy existe (hoy todos los partidos perdedores la rechazan…), se prohíbe publicar resultados a varios días (o una semana o más en el caso de los Estados) de que se verifiquen las elecciones. Eso significa que el levantamiento de la última encuesta que se puede publicar fue ocho, nueve o diez días previos a la elección. Y perdón nuevamente pero… en esos días (que son muchos) pueden variar notablemente las tendencias, por muchas razones, destacando:

  1. a) El cambio natural de decisión que puedan tener los electores (hoy comprobado).
  1. b) La famosa “operación” que hacen los tres niveles gubernamentales para favorecer a sus respectivos partidos (compra de votantes, entrega de recursos de programas sociales, presión a través de sus dependencias a sus empleados y un largo etcétera).
  1. c) El natural sesgo que pueda tener una medición por el margen de error manejado y por la hoy también comprobada actitud de algunos ciudadanos de mentir a los encuestadores.

Y no obstante todo lo anterior… una buena Encuesta SÍ registra las tendencias y más o menos siempre es acertada con respecto a los resultados finales de la elección, pues todos esos “sesgos” ya sabemos que ocurrirán.

4.- Tomando en cuenta todo lo anterior, las Encuestas Pre Electorales de 2012 no fueron ejercicios mentirosos o manipulados, aunque así les guste calificarlos a todos los que su candidato (a) no ganó. Si tomaran en cuenta todo lo que siempre advertimos los encuestadores, tomarían los resultados con más seriedad.

Porque ahora resulta que hasta ¡quieren prohibir las encuestas! Solo porque sus candidatos NUNCA tuvieron tendencias en las que fueran arriba del contendiente que finalmente ganó.

Pero lo mejor de todo este cuento: Si hubieran tenido Encuestas en los que sus candidatos hubieran ido “arriba”… ¿Ustedes creen que no las hubieran publicado?? ¡Por supuesto que sí! Y si no lo hicieron era porque NO las tenían.

Vaya, ahora las Encuestas son las enemigas… simplemente porque nunca tuvieron una en la que fueran ganando. Qué curioso.

5.- Mi preocupación es el giro que está tomando todo este asunto. Porque con esta absurda leyenda negra, no faltan los genios hoy que andan gritando por una mayor “reglamentación” de las Encuestas y algunos de plano quieren prohibirlas.

Pero lo que estos genios no saben es que SÍ hay una Reglamentación bastante clara sobre la publicación de Encuestas Pre-Electorales y de Salida. Incluso, es una reglamentación excesiva, atendiendo a la prohibición de publicarlas faltando tantos días para la elección.

Y eso es en el caso de elecciones federales que organiza el IFE. Pero en los Estados hay Reglamentaciones aún más estrictas que han salido de geniecillos de los Institutos Electorales de cada Entidad Federativa. Vaya, en algunos Estados se he llegado al exceso de exigir una fianza a la empresa que publique encuestas pre electorales, que será devuelta si a juicio del Instituto Electoral, sus datos fueron “acordes” con el resultado final. O sea, para Ripley.

Y ya sobre prohibir las Encuesta, bueno, pues entonces nuestro país tendrá que llamarse Cuba o China, donde tampoco hay… elecciones, por cierto, (para todos los trasnochados admiradores de los regímenes dictatoriales de izquierda).

6.- Ahora bien, sigue proliferando la creencia de que las encuestas publicadas “influyen” en la decisión de los votantes. Nada más falso. Está comprobado que un porcentaje marginal de ciudadanos atiende o se entera de lo que dicen las encuestas y menos aún toma su decisión final por lo que dijeron las encuestas. Si esto fuera cierto… ¡Pues entonces Peña Nieto hubiera ganado por 30  puntos porcentuales!

O bien… ¿Los lopezobradorsitas votaron por Peña Nieto porque iba arriba en las encuestas? ¿O Usted? ¿Verdad que no? O sea que todos los demás son mensos y se dejan manipular por las encuestas… menos yo.

Repito: Los perdedores ahora pregonan que las Encuestas fueron “usadas con fines propagandísticos”. Pero ellos hubieran hecho exactamente lo mismo si hubieran tenido alguna en la que fueran “arriba”.

En otras palabras: El uso válido y correcto de las Encuestas solo ocurre cuando voy ganando. Si voy perdiendo, todo es un complot en mi contra.

7.- Finalmente, reitero: Yo no me pongo el saco sobre los resultados “fallidos” de las Encuestas en 2012. Las mediciones que hicimos en el BEAP (que solo algunas fueron publicadas, las demás eran estudios privados, en Puebla y otros Estados del país), todas, siempre marcaron tendencias que se confirmaron con el resultado final. Lo dijimos una y otra vez (aunque no publicáramos las encuestas pero sí “lo dábamos a entender en mi columna”): Habría voto diferenciado; López Obrador iba a la cabeza en preferencias presidenciales; en la elección de Senadores había empate técnico con una ligera ventaja para los candidatos del PAN y, finalmente, los candidatos del PAN siempre fueron a la cabeza en los Distritos de la capital, a excepción del VI, donde había una muy cerrada contienda entre los candidatos del PRI, PAN y poco a poco el del PRD.

A quien así se lo dije, NO me permitirá mentir. Y a los candidatos que les dije sus resultados saben también que NO los engañamos. Y finalmente eso es lo que a mí me interesa… porque son los que nos contratan y… los que nos recomiendan.

8.- Y ya ahora sí por último: La Encuesta de Salida que hicimos en el BEAP en Puebla capital, nos mostró tendencias desde las 9 de la mañana… y que fueron las mismas que finalmente se confirmaron al cierre de las casillas. En algunos casos, nuestra variación con el resultado final fue de uno o dos puntos porcentuales y en otros fue de ¡cero!: Vaya, fue prácticamente exacta. Lo sé, lo saben, lo sabemos.

¿Por qué? Pues porque una Encuesta de Salida (la madre de todas las encuestas) NO mide preferencias, sino un acto que acaba de realizar el ciudadano y es prácticamente imposible que te mienta. Además, con un correcto muestreo y un levantamiento de miles (miles) de cuestionarios durante TODO el día en las casillas, reitero: Es prácticamente imposible que te equivoques.

Quien se equivoca en una Encuesta de Salida mejor que se dedique a otra cosa, de plano.

En fin. Sirvan estos argumentos para defender un quehacer científico y comprobado durante los últimos cincuenta años en todo el planeta.

La guerrita contra las Encuestas es solamente un recurso de perdedores… que cuando vayan ganando en procesos futuros, alabarán las benditas Encuestas que así lo registren. Naturaleza humana, le dicen.

jriverp@yahoo.com

www.beap.com.mx

twitter: @rodolforiverap

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O los invito a ver el domingo a las 11:30 del día, “Destino 2012”, por Efekto TV en transmisión nacional, en los canales 234 de SKY o 233 de Mega Cable o cableras de cada Estado.

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