Vayamos por partes.
La elección para Gobernador en Michoacán no define en sí la próxima contienda federal de 2012. En realidad el peso en sufragios de Michoacán solo representa un 4 % del total nacional (donde Estados como Estado de México, Veracruz, Jalisco y desde luego el D.F. sí son mucho más importantes), lo que no necesariamente define una elección presidencial (porque obviamente jamás todos los votos se van a un solo partido).
Pero lo que sí se juega en Michoacán es la capacidad de operación del Gobierno federal para intentar ganar en la tierra del propio Presidente y desde luego, en la última elección del año previa a la federal de 2012. Más valor simbólico, pues. En Michoacán se verá también qué tan desprestigiados están los apellidos Calderón Hinojosa, por supuesto.
Pero lo que a mí me interesa es observar si los resultados de todas las encuestas serias (hay algunas que no lo fueron tanto y se supo –como en Puebla- que a cambio de varios millones de pesos ofrecieron invertir resultados al mejor postor) se verán corroborados con el resultado final de la votación.
Vamos, si la medición de la opinión pública “natural”, que es lo que las empresas encuestadoras recogemos desde meses antes de la elección, fue correcta y resultó semejante (con un margen de error aceptable) al resultado final del día de las votaciones.
Porque en varios procesos electorales –Puebla 2010, entre otros- los encuestadores hemos observado que las preferencias previas, resultantes de lo que responden los ciudadanos naturalmente, al final son notoriamente distintas el día de los comicios. ¿Qué diablos ocurre?
Bueno, pues que en los pocos días previos –cuando ya no se pueden publicar resultados de encuestas en medios por ley- pasan cosas raras en muchos sitios: Regalos de electrodomésticos, refrigeradores y de plano compra de votantes con atractivas sumas de dinero (para un habitante de zonas rurales o colonias muy marginadas, por ejemplo). Esto lo están haciendo todos los partidos: tanto el perverso y fraudulento PRI, como el sacrosanto y honesto PAN.
Y eso, desde luego, ya no lo pueden medir las encuestas.
Pero hay más, y creo que lo más importante.
El día mismo de la elección, aparecen varios miles de “votantes” que en meses anteriores curiosamente cambiaron su domicilio al Estado en cuestión y hacen variar los resultados con algunos puntos porcentuales, que en una votación cerrada… son vitales para definirla. El mentado voto “golondrino” que he denunciado aquí mismo hasta la saciedad.
Por lo anterior, la pregunta es si en Michoacán, donde según todas las encuestas serias hay un virtual empate técnico entre la candidata del PAN y el del PRI (el del PRD se ha ido a un lejano tercer lugar), gane quien gane lo hará con votos “naturales” y con ello se confirmaría lo cerrado de la contienda y el ganador lo haría por muy pocos puntos porcentuales, si no es que uno o dos. O bien habrá funcionado una vez más la asquerosa estrategia del “voto golondrino” que protagonizan los mapaches del magisterio donde van en alianza con el Partido que les convenga.
Y efectivamente, en Michoacán, el Partido Nueva Alianza va con el PAN (como en Estado de México y Coahuila fue con el PRI, este mismo año)… lo que nos haría suponer que entonces el voto golondrino estará a disposición de la candidata panista.
Sin embargo, no todo está dicho: En Michoacán el SNTE no es todopoderoso como en otros Estados. En tierras michoacanas quien tiene el control gremial del magisterio es la odiada Coordinadora Nacional de Trabajadores de
Y aún más: Habrá que ver si realmente la operación del SNTE-Nueva Alianza fue ordenada por Elba Esther Gordillo a favor de la candidata panista. Al parecer sí, por todo el apoyo que también se dice enviaron desde el gobierno estatal poblano –consentido de
Pero
Así que de algo sí debemos estar seguros:
Si gana Cocoa y rompe el empate técnico, la operación golondrina sí habrá sido montada a favor de la hermana del Presidente. Pero si pierde la panista y gana el PRI con Fausto Vallejo… habría que analizar seriamente si la operación gordillista no chaqueteó realmente al final y en espera de la alianza nacional con Peña Nieto (que por supuesto también está operando a todo lo que da, para que no haya dudas de que él ganaría la contienda presidencial).
Para mí, lo que quiero comprobar es si las mediciones sirvieron de algo o una vez más fueron burladas por la cochina ingeniería mapacheril, ahora en Michoacán.
A ver.
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