Pero conforme han pasado los días, ahora todo México sabe que el Alcalde panista regiomontano sí tuvo más que responsabilidad en el funcionamiento ilícito de los Casinos en su ciudad y que encabeza toda una red de corrupción en torno a ese tipo de giros comerciales.
Obviamente uno se pregunta si solo los dueños de los Casinos tienen que pagarle extorsiones al Alcalde, su hermano y ahora también –con videos probatorios que ha exhibido el periódico Reforma- a funcionarios de su gobierno (al menos hasta ayer su Secretario General del Ayuntamiento), para poder seguir funcionando en la ilegalidad, o bien existe un bien aceitado sistema de corruptelas en todos los demás giros negros de Monterrey (table dances, tugurios, casas de citas, cabarets, cantinas, centros nocturnos, etc.).
La pregunta tiene una obvia respuesta que sabremos en estos mismos días.
Por lo anterior, la nueva manifestación de ayer en Monterrey fue para exigir ya no solo la renuncia inmediata del priísta Rodrigo Medina, sino también del Alcalde panista Fernando Larrazábal… y del Presidente Felipe Calderón, quien ha huido del tema desde la semana pasada. Por cierto, Larrazábal es el principal operador de Ernesto Cordero en su búsqueda de la candidatura panista a la Presidencia.
Pero el caso de Monterrey solo es uno de muchos en todo el país, en cuanto a desprestigio del PAN. Veamos:
En general, el gobierno de Felipe Calderón no se encuentra bien calificado. El candidato del Presidente es el peor posicionado en cualquier encuesta (aunque él dijo ayer que no le interesan las encuestas por el momento). El propio ex Presidente panista Vicente Fox critica un día sí y otro también al gobierno calderonista.
Y en Puebla, por ejemplo, el pleito entre el Gobernador –expriista- y los panistas ortodoxos e históricos ya es más que evidente. Por supuesto esto se sabía que ocurriría desde hace años, pero los panistas se hicieron falsas ilusiones en sentido contrario.
Esto último, aunque el Gobernador no quiera, provocará que las cosas no funcionen como él espera (en cuanto a obras, programas, etc.) y… que la gente se dé cuenta y empiece a despreciar a los peleoneros panistas.
En el mejor de los casos, porque lo más grave es que el propio mandatario poblano rompiera en los hechos con el PAN y entonces apoyara a candidatos de otros partidos (para Diputados Federales, Senadores y Presidente) en la próxima elección de 2012… como quizás ya ocurre en los hechos.
Por lo tanto, mi hipótesis es que el voto de castigo hacia el PAN en la próxima elección federal sí que estará presente en la mente del ciudadano a la hora de decidir por cuáles candidatos sufragar.
En general, aunque el gobierno federal se afane por demostrar que ha hecho un buen trabajo en general (lo cual no es del todo falso), el imaginario colectivo lo que tendrá presente es que los gobiernos panistas no han podido resolver el enorme problema de la inseguridad en todo el país.
Pero sobre todo, que los panistas son igual de corruptos o ineficaces que los gobiernos priístas que tanto criticaron durante años.
Por supuesto, cualquiera pensaría entonces que el ciudadano no votará ni por PRI ni por PAN y entonces la tercera vía de la izquierda podría tener alguna probabilidad mayor de triunfar. Y que la opción de Andrés Manuel López Obrador crecería.
Pero en lo personal lo dudo: La izquierda por sí sola no tiene la fuerza necesaria para ganarle al PRI o al PAN en este país. Y menos si López Obrador fuera solo por el PT y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) y Marcelo Ebrard por el PRD.
Creo que en 2012 la alternancia de regreso es más que probable.
En otras palabras: Esta vez habrá más voto de castigo para el PAN que para el PRI.
Vaya, nuevamente, el próximo Presidente de México será el menos malo de todos.
Y al parecer despacha todavía en el Palacio de Gobierno del Estado de México. Si no le pasa algo de aquí a julio de 2012, por supuesto.
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