28-03-2024 01:56:04 PM

Siglo XX Latinoamericano

El caminar de América Latina durante el siglo XX fue tormentoso.

Los signos distintivos del siglo fueron en sus primeras décadas la prosecución de de las luchas en torno a la separación Iglesia-Estado y ocupándose de asuntos tan fútiles como el retiro de crucifijos de escuelas y hospitales, escudándose en temas que parecen de fondo pero que para la gente eran (y siguen siendo) irrelevantes, como si formar repúblicas centralistas o federales.

En Sudamérica tal vez por la influencia británica y su afán por asegurarse materias primas y expandir sus mercados se abordaron temas como la primacía del mercado o la del Estado, lo que definió el discurso de no pocos partidos y políticos.

Ejemplos de esto son el Battlismo en el Partido Colorado de Uruguay defendiendo el liberalismo económico mientras que la Unión Cívico Radical de Argentina se pronunciaba por el socialismo y aún por el marxismo-leninismo…

Los radicales combatieron a la inversión extranjera calificándola indiscriminadamente como un nuevo colonialismo -empezando a usar el término imperialismo– con un gran protagonismo del anarco sindicalismo. Señalaban con acierto el afán de algunas transnacionales por impedir la industrialización del continente, pero se negaban a aceptar las bondades de la inversión extranjera y del comercio internacional…

Mark Twain fundó en 1898 la Liga Antiimperialista de los Estados Unidos, y dijo:

El cubano José Martí puede considerarse como el primer formulador de un pensamiento antiimperialista en América Latina, en gran medida porque la lucha por la independencia de Cuba del colonialismo español coincidió con el ascenso de las nuevas formas de dominación que comenzaba a desarrollar Estados Unidos, relacionando desde su mismo origen antiimperialismo con el sentimiento antinorteamericano subrayando la idea de «Nuestra América» para oponerla a la América Anglosajona

En 1918 surge en la Universidad Nacional de Córdova, Argentina un movimiento que impactaría fuertemente a toda Latinoamérica e incluso a Francia, España y Estados Unidos a lo largo del siglo… La Reforma Universitaria, que surge de una huelga estudiantil que exigía profundos cambios al quehacer universitario

Las universidades latinoamericanas se fundaron -algunas desde el siglo XVI- bajo la tradición española, y durante el virreinato se denominaban “Real y Pontificia Universidad de…” y dado su apego a la Civilización Cristiana en muchos casos fueron clausuradas.

La Reforma Universitaria se funda en el llamado Manifiesto Liminar cuya idea central era la denuncia de la “antigua y anacrónica estructura” de gobierno universitario “última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica”.

La Reforma Universitaria se plantea en ese contexto e incorpora a segmentos del estudiantado y de la academia al activismo político desplegado por el anarcosindicalismo escudándose en banderas como las que siguen…

Unidad Obrero-Estudiantil vinculados al anarquismo

Autonomía Universitaria, que se asumió frecuentemente como extraterritorialidad del recinto universitario

Cogobierno, incluyendo en muchos casos al personal de intendencia

Extensión Universitaria, para mediante el servicio social incidir sobre las capas de población más proclives al anarquismo

Gratuidad de la Universidad, que implicó la masificación y pérdida de excelencia

Solidaridad Latinoamericana y posteriormente con el Tercer Mundo

Pase Automático, es decir, que por el sólo hecho de estar inscrito, al término de un curso el alumno sería promovido al siguiente

Este movimiento estuvo inspirado en el llamado Krausismo, corriente de pensamiento enarbolada por Francisco Giner de los Ríos en España en 1876 en la Institución Libre de Enseñanza, escindida de la Universidad Central de Madrid.

El movimiento se extiende, y en 1921 se celebra en México el Primer Congreso Internacional de Estudiantes que habría de crear la Organización Internacional de Estudiantes, que son antecedentes a las revueltas estudiantiles de los años 60 y 70 en los Estados Unidos, del mayo Francés del 68 y del Movimiento Estudiantil en México en ese mismo año…

Paralelamente se va consolidando la noción identitaria América Latina o Latinoamérica, que da sentido de unidad a los países iberoamericanos desde México hasta la Patagonia, cultivando a la vez un fuerte sentimiento antinorteamericano originado por las intervenciones militares sufridas por México, Nicaragua, Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Dominicana, Haití, Panamá y Honduras.

El caso de Nicaragua es emblemático, primero por la invasión de los filibusteros encabezados por William Walker -quien se autoproclamara presidente de Nicaragua (1856)- pretendiendo anexar primero Nicaragua y luego toda Centroamérica a los Estados Unidos con el objetivo de construir un canal interoceánico, proyecto que implicó las maniobras para escindir a Panamá de Colombia y luego construir el canal sobre una Zona bajo jurisdicción de Washington (hasta 1999).

En ese contexto se da la ocupación militar de Nicaragua de 1912 a 1933 después de lo cual instalan en el poder al dictador Anastasio Somoza García, quien asesinado en 1956 hereda el poder a su hijo Anastasio Somoza Debayle depuesto en 1979. Durante esta ocupación se verificó el primer bombardeo aéreo en América Latina, sobre las fuerzas patrióticas de Cesar Augusto Sandino en la aldea El Ocotal.

En función de esto mismo es que se difunde y acepta el concepto del imperialismo yanqui, al que se opondrían los Movimientos de Liberación Nacional promovidos por los que antes fueron liberales radicales jacobinos y que entonces ya eran marxistas leninistas anarquistas, instigados por el imperialismo soviético.

Entre los conservadores moderados católicos también había fuertes sentimientos antinorteamericanos, pero la propaganda marxista a nivel global se empeñó en vincularlos con la CIA y los intereses norteamericanos, para desacreditarles.

Los movimientos marxistas auspiciados por la URSS inquietaban a las clases medias latinoamericanas -de sólida formación católica- a quienes llegaban las noticias de los horrores de la persecución religiosa en la órbita soviética especialmente la de Hungría en 1956 y luego el muy cercano caso de la Cuba castrista con centenares de fusilamientos y cientos de miles de exiliados.

Ello polarizó a las clases medias latinoamericanas en contra de los movimientos marxistas y anarquistas en universidades y fábricas primero y luego en contra de guerrilleros y terroristas que se escudaban en la noble causa de la liberación nacional.

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