No hay plazo que no se cumpla? y finalmente se ha conformado el escenario y protagonistas con los que se librará la contienda electoral estatal en julio próximo.
En primer lugar, en cuanto a los abanderados de cada partido, no hubo mayor sorpresa: En el PRI, desde hace muchos meses se veía ya a Javier López Zavala como el candidato a Gobernador y en la capital, Mario Montero nunca dejó de ser el puntero en las encuestas.
En el PAN, también desde hace mucho, Rafael Moreno Valle se perfiló como el finalista para la Gubernatura. Y para la Alcaldía capitalina, todo indica que será Eduardo Rivera el que llevará la responsabilidad de luchar por la victoria (la cargada yunquista, que es la que verdaderamente decide las candidaturas en el PAN, ya es demasiado obvia a favor del originario de Toluca).
Bueno, pues ya están los contrincantes. Ahora deberemos pasar al análisis de probabilidades para cada una de las opciones. Vaya, la pregunta es: ¿Quién o cuál opción ganará en julio próximo? Respuesta, por el momento, realmente difícil de dar.
Hace seis años, desde que se conocieron los candidatos (Mario Marín y Paco Fraile), ya se sabía por lógica quién ganaría la Gubernatura. Lo mismo hace tres años en esta capital cuando se supo que Toño Sánchez iría por el PAN y Blanca Alcalá por el PRI. Pero hoy sí que está complicado el pronóstico.
Cada opción tiene ventajas y desventajas. Bien podríamos hacer un FODA de cada una de ellas? pero hace 6 y 3 años los hice y ahora ya medio mundo los imitó (¿pues no que eran puras tarugadas?). No, ahora veremos ventajas y desventajas.
Comencemos por Javier López Zavala y la Alianza ?Puebla Avanza?. Su primera ventaja indiscutible es que el PRI como partido ha estado por encima del PAN desde hace muchos meses en unos veinte puntos en promedio en todas las mediciones serias.
Además, es el partido que mejor estructura tiene y que mejor saca a votar a sus simpatizantes. Partir de ese ?piso? es una ventaja comparativa indiscutible.
Otra más es la magnífica evaluación que hacen los ciudadanos de la gestión de Blanca Alcalá en la Alcaldía capitalina. Hemos dicho muchas veces que las elecciones locales siempre son un refrendo o un castigo para el partido que gobierna. Aquí también el tricolor lleva mano. Y es que ganando la capital, hay altas probabilidades de ganar el Estado (pero esto último no es una verdad absoluta?)
Otra ventaja del PRI es una debilidad del PAN: El enorme descontento que existe al momento actual hacia la gestión de Felipe Calderón, con sus alzas de impuestos, gasolinazos, carestía, mentiras panistas, etc. Es definitivo que sí habrá un notable ?voto de castigo? pero referente al ambiente nacional.
En cuanto a Javier López Zavala, la gran ventaja es que es un candidato muy ?talachero? y que día a día se da baños de pueblo: Ha recorrido y vuelto a recorrer todo el Estado y eso tarde o temprano te atrae simpatizantes. Esto, junto al buen manejo de la estructura partidista, garantiza que el voto popular (harto de la crisis económica) se incline hacia la opción de la Alianza ?Puebla Avanza?.
Finalmente? el Gobernador de Puebla es Mario Marín. Es del PRI. Es operador electoral consumado (la elección de 2006 la ?perdió? el PRI por otros factores? que muchos saben). Pero lo más importante: Tiene un presupuesto de muchos miles de millones para este año? y difícilmente se dejará ganar la elección. Su futuro depende de ello. Y no creo que quiera perderlo todo.
En la capital, Mario Montero Serrano siempre fue el que encabezó las encuestas. Puede que eso no agrade a muchos? pero así fue siempre. Él simplemente tiene que mantener las tendencias hacia su partido y tendrá a su vez una gran probabilidad de ganar.
Ahora vayamos con el PAN.
En primer lugar? la conformación de la Alianza ?Compromiso por Puebla? diluye mucho los nombres del PAN y PRD, que están por sí solos desprestigiados. Entonces disminuirá también el ?voto de castigo? que recibiría en un momento dado el PAN.
Por otro lado, la propia creación de la Alianza del PAN con los otros partidos espera lograr que la sociedad poblana se ?polarice? y entonces el elector deba tomar una decisión excluyente: Cambio y alternancia o continuar con el marinismo en el Gobierno del Estado. Ese fue el objetivo primordial de Rafael Moreno Valle desde el principio.
Y al parecer puede funcionarle? En nuestras últimas mediciones, cuando ya confrontamos Alianza contra Alianza, al menos en la capital ya se cierra la anterior ventaja del PRI solo contra el PAN. Sigue arriba el PRI-Verde? pero ya es por menos puntos. La primera meta sí la logró Moreno Valle, es evidente.
La segunda ventaja que está sacando el candidato blanquiazul expriísta es su amplio conocimiento de los ambientes tricolores: Él sabía perfectamente que muchos precandidatos que no llegaran a la nominación en el PRI se iban a enfurecer por las designaciones o imposiciones (desde su óptica) y a ellos justamente recurriría para que naturalmente se fueran a engrosar las filas de su causa. Y no pocos de estos enojados sí manejan grupos numerosos en sus respectivas aldeas? que ahora operarán y representarán muchos votos para Moreno Valle.
Finalmente, en cuestiones financieras, la Alianza de los panistas también tiene recursos, federales en este caso. El gobierno calderonista también sabe que se está jugando su última oportunidad de ganar algo y terminar medio dignamente su sexenio? y echará absolutamente toda la carne al asador. El Presidente sabe que si pierde 2010 (como perdió 2007, 2008 y 2009), perderá irremediablemente 2012. Ya no hay vuelta de hoja.
Por lo anterior, Calderón y sus mapaches azules (que también los hay y tan buenos como los priístas), aliados con los mapachazos del SNTE-Panal (en el caso poblano o oaxaqueño), invertirán lo que sea necesario para tratar de ganar en cualquiera de los Estados donde habrá elecciones este año. Repito: Es su último chance.
Desde luego, la Alianza ?Compromiso por Puebla? tiene también notorias debilidades propias (no solo las ventajas tricolores): Desprestigio federal del PAN, desprestigio enorme de Elba Esther Gordillo, fracturas evidentes del panismo (Gómez Mont, Buganza, etc.), crítica corrosiva de Manuel Espino (Yunque, pues), descontento de militantes ante la alianza con PRD y posiciones que el PAN otorgó, etc., etc., etc.
Como se verá? ambas opciones tienen ventajas, aunque por el momento sean un poco mayores y mejores para el PRI y sus candidatos. Pero insisto, ya solo son unas pocas.
¿Cuáles pesarán más? ¿Quién sabrá aprovecharlas mejor?
Por el momento, todo aún es hipótesis. Falta que empiece la campaña. Y ahí veremos si las ventajas se usan o se pierden.
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