02-05-2024 11:36:49 AM

De encuestas y cosas peores (una vez más?)

Una disculpa a los cuatro que a veces por error leen esta aburrida columna. No había podido mandar colaboración desde que publiqué los últimos datos de nuestra reciente polémica encuesta estatal. Andábamos en Oaxaca, donde también estamos haciendo mediciones.

    Bueno. Me faltaba puntualizar algunas cosas.

Y es que mis comentarios los he dicho una y otra vez: Si fuera la primera ocasión que publicamos encuestas, habría razón en dudar de nuestro trabajo. Pero en los últimos diez años hemos venido haciendo exactamente lo mismo.

He publicado una, y otra, y otra, y otra vez, encuestas Municipales, Distritales, Estatales, de Salida… No entiendo por qué ahora debemos dar tantas explicaciones sobre cómo o por qué publicamos resultados de nuestras mediciones de opinión pública.

    Lo diré una vez más y en muy pocas palabras: Porque se nos pega la gana.

    El binomio medio-encuestas debería ser el soporte natural de difusión del pulso de la opinión pública. Y afortunadamente, nosotros sí lo tenemos. Desde hace más de seis años, el BEAP y STATUS trabajan en una sana alianza estratégica y eso nos permite hacer públicos los datos de muy diversos trabajos y encuestas.

    Reitero: Yo no necesito “filtrar” los resultados de una encuesta. Si la hizo el BEAP, la publico yo mismo en mi columna, en STATUS, a veces en otros medios y hasta en la televisión, comentada por su servidor y amigo. Y con la explicación va la metodología siempre.

    ¿Por qué lo hacemos? Ya lo dije… pero también por otras cosillas. En primer lugar para dar a la gente más y mejores elementos para estar bien informada y tome buenas decisiones. O bueno, al menos para que se entere y juzgue.

    Y claro, en segundo lugar, justamente persiguiendo un muy legítimo interés de mercado: Si no damos a conocer lo que hacemos… ¿quién nos contrata?

    Lo he dicho también muchas veces: Varios de nuestros clientes principales son políticos, partidos, candidatos y gobiernos en funciones. A todos les interesan los datos de empresas serias para poder analizar su realidad o tomar también decisiones inteligentes. Y por supuesto, todos esos trabajos son privados y cada quien decide qué hacer con esos datos. Algunos los usan como herramienta de trabajo y análisis, otros no. Algunos deciden publicarlos, otros no.

    Pero lo que yo publico en mi columna y medios amigos, es bajo mi firma y responsabilidad. De eso no les quepa la menor duda. Son trabajos que hacemos con nuestros recursos y por proyectos periodísticos muy concretos.

    Y vaya que causan polémica. Y vaya que medio mundo los ve y opina sobre ellos. Y vaya que medio mundo nos lee ese o esos días. ¿Verdad que sí se cumple el objetivo?

    Bueno. Basta de ironías presuntuosas… Lo que pasa es que me enerva que aunque pasen los años, nos sigan descalificando e inventando quiénes o por qué “nos encargaron” la encuesta y no sé cuántas sandeces más. Que fue por encargo. Que es falsa. Que están manipulados los datos… Cada quién que crea lo que quiera.

    Generalmente los más enojados con los datos de nuestras encuestas son los coleros, los que creían que eran lo máximo o los que no los incluimos. Y su bola de paleros respectivos, obvio.
    Que cada quien siga comprando espejos mágicos que les digan que son “el más guapo”, “el más popular” o… “el que va ganando”. Ojalá no se les rompan con la cruda realidad.

    En fin.

    Lo que sí les aviso es que claro que vendrán más encuestas. Estatales y Municipales. Espejos reales, eso sí.

    Espérelas.

    (Humildes disculpas por el exabrupto… pero es que da la casualidad de que además de ser encuestador… soy columnista. ¡Plop!)

PRIÍSTAS MENTIROSOS… QUÉ RARO.
    Una vez más… y como siempre: “más pronto cae un hablador que un cojo”. A unos cuantos días de que vimos y escuchamos cómo varios “representantes populares” de extracción priísta se desgarraban las vestiduras por las declaraciones del líder panista César Nava en torno al paquete fiscal que consagró el aumento de impuestos… finalmente sus Senadores lo aprobaron también.

    Qué brutos. Aún recuerdo cómo el Diputado Penchyna (creo que así se escribe) del PRI llamaba “chamaco tonto y bravucón” a César Nava por sus declaraciones en torno a que el paquete había salido como había salido por obra y gracia del PRI. Beatriz Paredes lo llamó “joven irresponsable y oportunista”.

    Otros más, los Senadores del tricolor, prometieron que “regresarían” de inmediato el mentado paquete fiscal, pues ellos jamás permitirían que aumentaran los impuestos, como proponía el odiado PAN.

    Puro cuento. Pura maldita pose mediática. Finalmente el paquete quedó exactamente igual que como fue aprobado por los nefastos Diputados panistas y priístas: Sí aumentó el IVA a 16 %, sí aumentó el maldito ISR a 30 %, sí aumentó el impuesto a depósitos bancarios y se disminuyó la cantidad en efectivo a 15,000 pesos, sí aumentaron impuestos especiales, sí aumentarán las gasolinas.

    La pregunta es ¿Para qué tanto cuento, si finalmente los Senadores del PRI sí iban a aprobar todos los aumentos? Obvio, la amenaza de que habría menos dinero para los Gobernadores del tricolor hizo el milagro. La lana es indispensable en los diez Estados donde habrá elecciones el año entrante.

    ¿El pueblo? ¡Que se joda! Que sigamos pagando más impuestos los que de por sí ya lo hacíamos. Y no toquemos por favor los sueldos de los sacrosantos Diputados y funcionarios federales. Ellos no tienen por qué sufrir la crisis.

     En estos días les enseño las encuestas respectivas sobre el sentir popular con respecto al aumento impositivo. También les mostraré la brutal caída en las calificaciones y aprobación de Felipe Calderón.

    En fin. A los panistas por poco creativos e insensibles. A los priístas por hocicones. Y a los Diputados en general por inútiles.

La porra los saluda.

jriverp@yahoo.com
www.beap.com.mx

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