26-04-2024 11:25:53 AM

Encuestas? ¿y si no sirven?

En el PRI –y hasta donde sé, también será un método propuesto en el PAN próximamente- de Puebla, finalmente se ha aceptado el uso de las encuestas, mediciones demoscópicas o investigaciones de opinión pública –como quiera llamárseles- para tomar la decisión de quién será el candidato a la Gubernatura (y la herramienta también será utilizada para decidir quién es el candidato a la Alcaldía capitalina… no sé si en el resto de los 216 Municipios).

    El razonamiento es simple: El mejor “posicionado” (palabrita que ya dominan los políticos de la aldea) en una o una serie de mediciones estatales, será el abanderado tricolor.

    Y bueno, está excelente. Digo, qué bueno que finalmente han valorado los estudios de opinión pública. Hasta hace poco, muchos personajes de la política poblana negaban y renegaban de la validez de esta metodología de investigación social. En ese sentido, ya vamos de gane: Han entendido que existe una seria y científica teoría del muestreo y que ésta nos puede dar resultados representativos de un universo social determinado.

    El problema es que –en mi humilde opinión- ahora están malinterpretando y hasta abusando (ab-uso = mal uso) de un valioso instrumento.

    Porque hay varios problemas que yo veo en el mentado tema de estas últimas semanas y de los que enumero algunos:

1.    En primer lugar, el discutir tanto sobre qué empresa (s) haría (n) las encuestas, lo único que provocó es la desconfianza de los participantes. Cada quien podrá exponer algún argumento que descalifique a la empresa que las realice. Sea cual sea. Lo más sano y lógico en estos casos son los estudios sindicados: Ahí no se puede tachar de parcialidad, pues son varias las empresas que hacen el estudio.

2.    El anunciar tanto la realización de las encuestas, provocó también que algunos de los participantes –malinterpretando la correcta utilización del método- lo que estén haciendo es “preparar” a no pocos simpatizantes para responder las preguntas del cuestionario. Lo peor: Ya se sabe cuándo se hará la encuesta y creo que hasta los puntos de muestreo. ¿Resultado? Los interesados harán hasta lo imposible por “sembrar” “ciudadanos” que respondan favorablemente hacia sus respectivas personas. Las encuestas se hacen… no se avisan.

3.    Sea cual fuere el resultado final, el personaje (s) que quede en “segundo” sitio de posicionamiento, alegará que no está bien realizada. Lo puedo asegurar desde ahora. Y lo peor: No es lo mismo conocer a un personaje que tenerle confianza o sí votar por él. Pero bueno, creo que eso se los explicaría a fondo María de las Heras.

4.    Finalmente, la encuesta se realizará dejando fuera a un personaje que definitivamente sí es una probable candidata, o sea la Presidenta Municipal Blanca Alcalá. Sea cual fuere el resultado, el primer lugar de menciones lo será… sin tomar en cuenta a Blanca Alcalá. Un sesgo absolutamente visible… e innecesario. Las encuestas se realizan no sólo para saber quién es el más conocido de una serie de nombres… sino quién es el que le puede ganar al candidato opositor.

5.    Al abrir esta Caja de Pandora, el PRI corre el grave peligro de dejar más descontento
división de los que de por sí había ya entre algunos de sus precandidatos. Estamos ante el triste panorama de cómo no deber ser usadas las encuestas en un partido político.

En fin. Simples comentarios.

En serio, ojalá y todos queden conformes. Porque, reitero, la cómoda ventaja que hoy ostenta el PRI sobre el PAN, puede diluirse ante un escenario de confrontación interna. Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, con otros partidos y en otros sitios.

Mañana les platico mi visión sobre la batalla por la Alcaldía capitalina, que está buena también.

jriverp@yahoo.com
www.beap.com.mx

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