De acuerdo a la tradicional medición que hacemos quincenalmente en el BEAP de la percepción de los poblanos sobre el quehacer de la autoridad federal, para el cierre de la quincena de agosto de 2009 –y cierre de la primera mitad de su gestión-, el Presidente Felipe Calderón aprueba a secas, en medio de la mala situación por la que atraviesa en general el país.
Esto es lo que nos demuestra la Encuesta de Evaluación Presidencial que levantamos en días pasados a una muestra representativa de poblanos y con la misma metodología que hemos venido utilizando desde hace diez años.
La gran conclusión es que, si bien Calderón no está del todo “reprobado” por los poblanos, la verdad es que sus calificaciones ya no suben más y sus niveles de aprobación no son los mejores de su sexenio. En general, su primera mitad de gobierno, es apenas aprobada por la gente. Y más o menos coincide con las mediciones nacionales que hacen algunos diarios y empresas del Distrito Federal.
Es evidente que al segundo Presidente de extracción panista, para su mala fortuna, le tocó una época muy difícil para poder destacar ante la sociedad. La terrible crisis económica mundial le afectó mucho al país, aunque también es cierto que su gobierno –y sus colaboradores- no han sido del todo capaces para plantear soluciones efectivas o para evitar mayores sacrificios de la población.
También es cierto que otros factores han dañado la estabilidad del país: La inseguridad y el narcotráfico desatado, la epidemia de la Influenza –que atacó más en la percepción que se tenía del país que muertes en realidad- o la brutal sequía que asola casi todo el territorio nacional.
Sí, todos esos eventos no han sido originados en sí por acciones del gobierno calderonista. Pero también es cierto que tampoco ha habido capacidad de respuesta efectiva contra la mayoría de ellos. El Presidente debe reconocer la notoria ineficiencia de varios integrantes de su equipo. Y eso provoca que la gente, aunque aprueba a Calderón como Presidente, no aprueba del todo las acciones de su Gobierno.
De hecho, hoy se sabe que Calderón ya va a realizar más cambios en su Gabinete. Por algo será. No puede seguir con ese equipo de ineficientes, o novatos o de plano inútiles colaboradores.
Lo peor para Calderón, sin embargo, aún está por venir. Luego de la terrible derrota de su partido en las pasadas elecciones federales, las preferencias a favor del PRI han crecido en todo el país. Y el año entrante, cuando habrá elecciones en diez Estados de la República, se verá la verdadera dimensión del rechazo a los abanderados panistas. Ya ni se diga para la próxima contienda del 2012.
Mañana les enseño cómo andan las preferencias en ese sentido en Puebla.
No son para extrañar a nadie.
Por lo pronto, observe usted las gráficas de la encuesta y saque sus propias conclusiones. Usted ¿Cuánto le pone a Calderón en estos momentos?
LA NOTA AL PIE…
N. de la R.: Esta colaboración se debió haber publicado el día de ayer, pero como el lunes hubo problemas con nuestro servidor de STATUS, la colaboración de ese día se repitió el martes, la del martes se quedó para el miércoles y la de hoy era la de ayer…¿se entendió?
De cualquier manera… ¡ooops! ¡Pobre Calderón!
jriverp@yahoo.com
