En los últimos días, una buena cantidad de funcionarios estatales de primer nivel han declarado que a pesar de la reducción en las participaciones federales hacia las entidades federativas, no va a existir despido masivo de burócratas.
El propio Secretario de Finanzas y Administración, Gerardo Pérez Salazar, ha señalado que despedir empleados gubernamentales sería lo último que harían, pues eso en lugar de resolver los problemas, acrecentaría la crisis económica en la entidad.
Eso es lo que se declara a los medios. Pero la realidad señala algo totalmente opuesto. Todas las dependencias estatales han recibido las siguientes instrucciones, que deben cumplirse a más tardar el lunes próximo:
1.- Reducción de AL MENOS 80% del presupuesto de las Unidades de Desarrollo, Planeación e Informática; Unidades de Desarrollo Administrativo y áreas de Comunicación Social de todo el gobierno del estado. La única manera de reducir un presupuesto en al menos 80% es despidiendo personal.
2.- Baja inmediata de personal comisionado que no devengue su salario. Este personal es mejor conocido como los aviadores. Aquí las preguntas serían: ¿No al ordenar que se den de baja a los aviadores, se está reconociendo su existencia? ¿Por qué han sido mantenidos durante casi 5 años estos aviadores? ¿Qué sanciones tendrán quienes contrataron a los aviadores, quienes le pagaron a los aviadores, y los propios aviadores?
3.- Aplicación estricta del tabulador de sueldos aprobado por la Secretaría de Finanzas y Adminstración. Al igual que en el punto anterior, con esta orden de cancelar el pago a los sobretabulados, se está reconociendo que existen empleados que ganan más de lo que el tabulador autorizado permite. ¿Habrá sanciones para quienes han fomentado, permitido y recibido los beneficios de esta irregularidad que ahora “prohíbe” el mismo gobierno?
4.- Reducción del 20% en partidas como Gasto Corriente; Materiales y Suministros, y Servicios Generales. La duda persiste. Si las dependencias estatales podrán sobrevivir lo que resta del sexenio con 20% menos de presupuesto para gasto corriente, por qué no lo hicieron así desde el inicio de la administración, y ese dinero lo hubieran destinado a programas sustantivos.
Con estas cuatro instrucciones para “eficientar el ejercicio del presupuesto”, el propio gobierno se puso un cuatro, se exhibió tontamente, pues confirma que se han cometido excesos como el pago de sobresueldos y aviadores, y con ello aviva la pregunta de la oposición: ¿por qué no aplicaron adecuadamente los recursos procedentes de los excedentes petroleros? ¿en qué se gastaron el dinero cuando lo hubo?
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