Como si no tuviéramos suficiente con las pobres e insípidas campañas de los distintos partidos que culminarán el 5 de julio, además de crisis económica, inseguridad y epidemias de influenza humana, ahora se destapa una cloaca que embarra parejo a los políticos de todos los partidos.
Porque los dardos y veneno que lanza el “libro” (una serie de preguntas y respuestas hechas a manera de cuestionario) de Carlos Ahumada, simplemente confirman el nivel de política y de contienda que se vive actualmente en nuestro país, electoralmente hablando.
El libelo de marras deja mal parados a los políticos de todos los partidos.
Al PRI lo exhibe como el partido en el que los arreglos entre mafias para sacar adelante provechos personales son costumbre cotidiana. Ahumada exhibe las cochinadas de que es capaz un ex Presidente (Salinas) que negocia cómo sacar al ratero de su hermano de la cárcel, ofreciendo a cambio un apetitoso bocado a un Presidente en turno (Fox), para descarrilar a un candidato que estaba muy crecido ante la opinión pública (el Peje).
Si fue más o menos dinero el ofrecido a Ahumada por priístas y panistas para que les diera los videos que generarían el escándalo, es pecatta minuta. El hecho es que hubo arreglos, lo cual era un secreto a voces conocido por medio país.
A Fox le interesaba que el Peje no ganara y a Salinas sacar a su carnal del tambo (y también que López Obrador no ganara, porque seguro lo metía también a la cárcel).
Según Ahumada, la lana se la fueron dosificando angelitos como Manuel Andrade siendo Gobernador de Tabasco, Arturo Montiel, siendo Gobernador de Edomex. Y hasta Enrique Peña Nieto, Diputado en aquel entonces y delfín declarado de Montiel.
El PRI embarrado hasta la cabeza.
Pero al PAN no le va mejor. Queda demostrado que Calderón no ganó limpiamente, sino por una serie de artimañas para restarle votos a como diera lugar a López Obrador. Queda demostrado que Fox no es el prototipo de demócrata que el blanquiazul pretende vender ahora en las actuales campañas. De Diego Fernández de Cevallos y Santiago Creel ni qué decir. Simplemente que son un par de pillos en los que de por sí ya nadie confía.
Finalmente, no crea usted que Andrés Manuel López Obrador es el gran ganador con el librito. Para nada. El cínico se queja una vez más de que hubo un asqueroso complot para descarrilarlo (lo cual es cierto), pero no dice una sola palabra del contenido de los videos, en donde de cualquier manera se ve al honesto de Bejarano recibiendo los fajos de billetes de Ahumada, o a Carlos Imaz o a Sosamontes recibiendo también cientos de miles para sobornarlos.
Es decir, una bola de porcinos comprobados, pero además, molestos porque les recetaron una cochinada más grande que las que ellos estaban haciendo.
Y así arrancan las campañas. Con todos los partidos involucrados en hechos deleznables. Peleando por un botín fabuloso, que es el poder en México. Lástima que en ese barco también vamos los mexicanos.
Créame: La gente está muy harta ya de los partidos y sus políticos. En estos momentos estamos levantando una bola de encuestas en Puebla y en muchísimas respuestas ciudadanas hay un rechazo a todos los partidos y la negativa por participar en el actual proceso electoral. Ese es el resultado de todo lo que estamos viviendo. Ese es el México actual.
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