Desde hace meses hemos escrito en este mismo espacio que se estaban dando señales para poder afirmar que la Organización del Yunque en Puebla ha venido modificando tanto su estructura como los medios para lograr sus objetivos.
En primer lugar, hoy ya todos repiten –y efectivamente así es- que la Organización tiene liderazgos regionales en el país que no obedecen a una sola línea de mando, por más que el Jefe Nacional Bernardo Ardavín exista… aunque al parecer solo de adorno. Es claro que ha sido rebasado por personajes como Guillermo Velasco Arzac a nivel nacional y en Puebla los liderazgos se han repartido.
Y eso en el PAN, su brazo político, también ha tenido consecuencias.
Por un lado, lo hemos escrito también, aunque hay un grupo de líderes históricos que tuvieron que ver más o menos con su fundación y años dorados (la época de la lucha histórica contra el sistema priísta liberal, anticristiano y masón… según sus propios términos), hoy existen también grupos de orgánicos que quieren que el PAN finalmente llegue al poder y no les importan tanto ya ni la ortodoxia ni la pureza de sangre de sus candidatos (está aceptando a expriístas, vamos).
En el primer grupo aún podríamos ubicar a varios directivos de la UPAEP y en el segundo a jóvenes como Eduardo Rivera, Bernardo Arrubarrena y algunos otros. Pablo Rodríguez Regordosa está exactamente en medio de ambos grupos: Es hijo del yunquismo de prosapia, pero también se ha vuelto un pragmático que quiere que su partido ya gane algo finalmente (y él verse beneficiado, por supuesto).
El líder histórico (que quedó al mando nacional de la Organización cuando murió el fundador Ramón Plata), José Antonio Quintana, vive en un semi retiro del que poco se asoma, aunque, desde luego, sigue opinando y sus decretos siguen siendo prácticamente órdenes.
Lo que también es cierto es que desde hace un par de años le fue retirada la dirigencia en Puebla a José Antonio Ramírez Castellanos, mejor conocido como “El Caimán” por su notable incapacidad y pocos resultados (las afiliaciones han disminuido en forma alarmante y el PAN también ha sufrido sendas derrotas). Desde entonces hay una especie de dirigencia colegiada en el yunquismo poblano (que recordemos que es la semilla nacional): Felipe Alvarez por un lado, Pablo Rodríguez por otro, siempre con la bendición de Quintana. Opinan ya sin mucho peso personajes como Lorenzo Aizpuru o Javier del Castillo.
Una vez hechos estos comentarios, pasemos ahora a los que está sucediendo en estos momentos en el panismo-yunquista de Puebla.
Hoy ya es mucho más claro lo que decíamos hace algunos meses: los jóvenes pragmáticos no ven con malos ojos la candidatura del Senador Rafael Moreno Valle, pues saben que es el precandidato mejor posicionado y el único que podría enfrentarse a cualquier priísta en una contienda de pronóstico reservado.
Pero lo interesante de todo esto es que Rafael Moreno Valle ha logrado unir en su entorno y proyecto a dos facciones enfrentadas del Yunque: Por un lado ha pactado evidentemente con Pablo Rodríguez Regordosa y lo promueve abiertamente… y por otro lado ha logrado que Angel Alonso Díaz Caneja, del grupo dañado del Caimán Ramírez Castellanos, también acepte apoyarlo siempre y cuando Rafa ayude a que Roberto Grajales sea plurinominal y llegue a San Lázaro.
En otras palabas, Moreno Valle logró lo que nadie esperaba: Juntar a dos facciones del Yunque que andaban peleadas. Y no porque ahora sean amigos, sino que simplemente ahora comparten el proyecto morenovallista.
Desde luego, sigue habiendo una facción de la Organización que abomina a Moreno Valle. Es la que encabeza el también Senador Humberto Aguilar Coronado y que es apoyada por algunos de los “históricos” y ligados a la UPAEP: José Espina Von Roehrich, su hermano Juan Carlos, Pepe Escalera, Arnulfo Aurioles, el Mosco Díaz García y algunos más (Ana Teresa Aranda se unirá con ellos simplemente por rabia y para obstruir la candidatura de Moreno Valle)
Alguien dirá que este grupo ya no tiene peso… pero no es del todo cierto. Escalera es yerno de José Antonio Quintana y aún podría influir para que el Tigre se viera favorecido y bloquearan la candidatura de Moreno Valle, además de que buscarán que la decisión final sea tomada en México, donde tanto Espina como Beto Aguilar se mueven mejor.
Como vemos, ahora se confirma lo que habíamos previsto desde hace tiempo: Los históricos enfrentados con los pragmáticos (el Yunque Antiguo y Aceptado vs. el Yunque Reformado, pues).
La pregunta sigue siendo ¿quién pesara más al final de todo este cuento?
Porque lo que sí me queda claro es que si Rafael Moreno Valle llega a la votación interna panista, fácilmente la podrá ganar. Y si eso sucede (que Rafa llegue a la interna) quiere decir que la Organización ya tomó la decisión de dejarlo pasar y que él sea el abanderado para la Gubernatura.
En otras palabras, como siempre… la última palabra en el PAN la tendrá… el Yunque. ¿Pesará más el pragmatismo o la ortodoxia?
Poco a poco se irá develando el misterio.