Mientras que en el Partido Acción Nacional siguen discutiendo y analizando las candidaturas –y precandidaturas en muchos casos- a las Diputaciones en disputa para la elección de julio próximo, en el Partido Revolucionario Institucional ya les llevan una buena ventaja. Al menos en operación electoral y estrategias propagandísticas.
Porque en el PAN supuestamente se cerró el registro de aspirantes a las candidaturas este fin de semana, y aún no saben del todo, por ejemplo, si personajes como Ana Teresa Aranda participarán o no en la contienda.
Unos dicen que aunque no se registró en Puebla, bien puede hacerlo aún por propuesta del CEN blanquiazul. Otros más aseguran que ella misma ya rechazó cualquier posibilidad de ser candidata a Diputada y que no va a rogar chambas a nadie. Y aún hay quien dice que sí irá por un Distrito de la capital siempre y cuando el CEN le garantizara una Diputación por la vía plurinominal. Para que tuviera la seguridad de llegar a San Lázaro, vamos. El caso es que nadie tiene la seguridad de que contenderá.
Por cierto, hablando de Ana Teresa, les comento a los masoquistas que me leen, que para nada es descabellado pensar que la Doña sí es un fuerte activo del panismo para buscar la gubernatura. La verdad es que la señora sí tiene presencia en muchos sitios y aunque no les guste a muchos, la gente sí la conoce.
Les costará un enorme trabajo a sus adversarios en el PAN descarrilarla en la búsqueda de la candidatura a la Gubernatura. Y es que aunque Aranda Orozco no esté aún formalmente en campaña (vaya, ni siquiera en precampaña), la gente la ubica perfectamente. Reitero, mucho tendrán que hacer los morenovallistas para quitarla del posicionamiento que posee ante la opinión pública en general (no solo entre los panistas).
Pero volviendo al tema original de esta colaboración, los priístas andan más que activos. Hemos andado en todo el Estado y no paramos de ver bardas y espectaculares de los supuestos precandidatos tricolores a las Diputaciones. Porque supuestamente están en precampaña buscando el voto de sus correligionarios en supuestos procesos internos (eso es lo que permite la ley electoral).
Pero la realidad es que es una verdadera campaña por adelantado, pues ya todos sabemos que no hay más precandidatos en el PRI. Todos son ya los candidatos, aún cuando no ostenten el nombramiento.
Y bueno, ya tienen mucha presencia y actividades proselitistas en todos lados.
Además, ayer domingo arrancó la operación de unas “Brigadas” de jóvenes priístas que, vestidos de llamativas playeras rojas, están haciendo toda una labor de convencimiento en plazas y sitios públicos de muchos Municipios. Y francamente lo que yo he podido ver es que sí les está haciendo caso mucha gente. Y más aún, otras Brigadas, pero éstas compuestas de chamacos del Partido Verde, hacen lo propio, tomando en cuenta que su partido irá en alianza con el PRI en la próxima elección.
¿Resultado? Que mientras en el PAN siguen discutiendo la inmortalidad del cangrejo (en el mejor de los casos), los del PRI se han tomado en serio su resurgimiento y tienen ya varias semanas en campaña y permanente operación electoral.
Pero lo peor, ya para terminar. Si para muchos los candidatos del PRI son una bola de personajes de escaso perfil… en el PAN, con todo y su lenta auscultación, siguen apareciendo nombres de personajes… de aún más bajo perfil que los tricolores.
En serio, no veo cómo personajes como Enrique Rojas, Jesús Zaldivar, Chucho Encinas, Eduardo Morales Garduño o Luis Mora Velasco y demás, pudieran ganarle a sus contrincantes priístas (que desde luego no son unos candidatazos).
Myriam Arabián o, si se decidiera, Ana Tere Aranda, medio salvarían el honor blanquiazul. Pero, por el momento, sigo pensando (y con datos, no solo es latido) que el PAN se acerca a una dolorosa derrota en la próxima elección intermedia.
Pronto, preferencias electorales.
