Antes que nada, una disculpa a los tres que a veces me leen por no haber publicado columna desde el lunes. Andábamos en Hermosillo, Son., donde habrá elecciones de todo el próximo 5 de julio (Sonora es de los Estados en donde también se renovará Gubernatura, Alcaldías, Congreso local y, por supuesto, Federal). Y bueno, allá las cosas andan calientitas, como se imaginarán. Tanto en el PRI como en el PAN hay duplas de precandidatos al Gobierno estatal y se andan dando con todo.
Lo que hemos visto en muchos sitios del país es una real ola descendente de las preferencias electorales hacia el Partido Acción Nacional.
En Puebla capital, tengo los datos a la vista, la ventaja del PRI sobre el PAN ronda ya los quince puntos porcentuales en nuestra última medición. Sí, sí hacemos las encuestas, aunque algunos amigos siempre lo duden. Como siempre, los invito a que nos acompañen… y si no las levantamos cierro el BEAP. ¿Va?
La próxima semana, por cierto, publicaremos las preferencias electorales de nuestra última encuesta (que ya es otra, aclaro).
En otros Estados la ventaja del PRI sobre el PAN es muy similar. En unos más que en otros, pero el caso es el mismo: El PAN no está en su mejor momento. ¿Y qué es lo que percibe la gente?
Me han dicho lo mismo tanto en Puebla, Veracruz, Jalisco, Sonora, Oaxaca, Guerrero… “la verdad, el PAN nos desilusionó” o bien “el PAN no sabe gobernar”, o también “no hubo el cambio prometido”, y los más duros aseguran: “los panistas resultaron peor que los priístas”.
En otras palabras, las expectativas hacia los gobiernos panistas eran muchas, y sin embargo, muchos ciudadanos perciben que no se han hecho realidad, así de fácil. Y la gente sabe bien que la crisis no la provocó Felipe Calderón, tampoco dicen que todo lo que han hecho los panistas sea malo… simplemente, que no han cumplido todo lo que prometieron y que “se esperaba más de ellos”.
Felipe Calderón, incluso –como hemos visto en las mediciones que hacemos en Puebla al respecto- no está pésimamente calificado, e incluso a veces mejora en sus evaluaciones. Pero en la preferencia electoral, el PAN está por debajo del PRI en Puebla y en la mayoría de sitios en el país.
Esto nos hace suponer que, de mantenerse las tendencias, el PRI ganaría la mayoría de Distritos en las elecciones de julio próximo y esto propinaría un durísimo golpe al de por sí débil gobierno calderonista. Un PRI con mayoría clara en San Lázaro tendría prácticamente sujeto al Presidente y cualquiera de sus planes o reformas que plantee.
Claro, reitero como lo he hecho en otras ocasiones, esas son las tendencias del momento actual. No podemos estar seguros de que así continúen hasta el 5 de julio. Pero es complicado que sucediera lo contrario, también es cierto (que el PAN retomara bríos y cambiara las preferencias).
Para que ello ocurriese, el Presidente Calderón tendría que implementar algunas medidas espectaculares contra la crisis económica o el desempleo… y no se ve cómo pueda hacerlo, la verdad. Es un hecho que no eliminará el pago de tenencia, tampoco que desaparecerá el IETU… y menos que bajará por decreto el alto costo de las gasolinas. Tampoco se ve que se pueda acabar la inseguridad y la violencia criminal que asolan a todo el país.
¿Resultado? La gente está hastiada en general de la situación y de los políticos. Pero al parecer sí estará emitiendo un voto de castigo contra el partido del Presidente. Desde luego, los que vayan a votar el 5 de julio, porque también es evidente que habrá un muy alto abstencionismo.
El PAN, pues, no está en su mejor momento. Eso ya nadie lo duda (bueno, los panistas sí… ni modo que lo aceptaran).