29-03-2024 07:49:46 AM

Miedo y ruleta rusa

 

Termina una semana muy difícil para todos los mexicanos. Porque el trágico avionazo en el que murió el Secretario de Gobernación y sus colaboradores también sacó a la luz el grado de desconfianza y temor en el que estamos viviendo en los últimos meses.

         Estamos preocupados, indignados ante la ola de violencia criminal y los problemas económicos… y ahora también temerosos de lo que puede pasar en cualquier momento.

         Hasta el momento, nadie tiene claro qué fue lo que pasó exactamente. Por ello también crecen especulaciones, hipótesis y revelaciones. Pero todo es producto de lo mismo: Si no hubiéramos estado en medio de la presente crisis, seguramente digeriríamos con mayor serenidad un acontecimiento tan impactante como el del pasado martes por la noche.

         Y probablemente nunca sabremos qué pasó en realidad. Error humano, accidente, complot, sabotaje o fatal casualidad, el hecho es que ocurrió y es hasta entonces que recordamos varias cosas.

         Atentado o infortunio, el hecho es que se desplomó una aeronave en medio de una de las ciudades más superpobladas del planeta. Y es lo que muy pocos han querido comentar en el gobierno federal. Es un error genocida el que el Aeropuerto más grande del país siga inmerso justo en el centro de la capital.

Los aviones pasan rozando los edificios todos los días. Cuando uno llega en avión a la ciudad de México, siempre se experimenta el vértigo de pasar tan cerca de casas, edificios y autos.

Era cuestión de tiempo pues, el que pasara una tragedia como la de estos días pasados. Y ya sé que muchos técnicos sostienen que el Aeropuerto Benito Juárez es uno de los más seguros del mundo y quién sabe cuántas cosas más. Pues sí… pero está rodeado de casas, edificios, avenidas y… gente, a diferencia de la norma internacional que recomienda que los puertos aéreos estén alejados muchos kilómetros de las manchas urbanas, justamente para evitar cualquier contingencia.

Así que era una ruleta rusa. Ahora tocó a un pequeño avión oficial y todo lo que ya sabemos. Pero se nos eriza la piel solo de pensar que el accidente lo pueda protagonizar un avión grande de pasajeros. Las dimensiones del desastre serían dantescas.

Yo solo recuerdo que ya hubo intentos de sacar el aeropuerto de la ciudad de México. Se propusieron Texcoco y… Atenco, en tiempos de Vicente Fox. Pero una bola de revoltosos con machetes impidieron que se hiciera el nuevo aeropuerto y el inútil de Santiago Creel y la pusilanimidad de Vicente Fox aceptaron la presión y desistieron de la obra.

El resultado fue una ampliación forzosa y espantosa del actual aeropuerto, lo que provoca más saturación de vuelos y que los peligros crezcan exponencialmente. Y nadie hace nada. Tiene que haber muertos importantes para que reaparezcan los temas. ¿Cuándo vendrá el próximo accidente? ¿Calderón ahora sí hará algo?

No sé ni para qué pregunto.

jriverp@yahoo.com

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