25-11-2024 11:00:12 AM

¿Podrá Barack Obama ser Presidente de Estados Unidos?

 

Especialista en Comunicación

 

El actual proceso electoral por la presidencia de Estados Unidos es, sin duda alguna, uno de los eventos más trascendentales para el futuro político de ese país. A unos días de la elección -4 de noviembre-, la expectación crece y el mundo observa con suma atención como ese modelo de democracia decide el resultado de una elección paradigmática en medio de una de las crisis económicas más profundas de su historia. En ese contexto por demás complejo y multivariable, mientras el candidato Demócrata Barack Obama se consolida en las intenciones de voto de distintos grupos sociales y los estados más determinantes por su número de votos electorales, el candidato Republicano John McCain continúa con una campaña poco propositiva luego de la debacle económica que parece presagiar su inminente derrota. Asimismo, la candidata a la vicepresidencia Sarah Palin decepciona cada vez más a los votantes Republicanos e independientes por su controversial imagen pública, al tiempo que muchas personalidades del Partido Republicano reorientan su apoyo hacia el candidato Demócrata ante el presagio de una derrota dolorosa. Del mismo modo, la aceptación pública del Presidente Bush se ha precipitado estrepitosamente y la recesión económica genera la percepción de que no hay control sobre los acontecimientos, falta liderazgo y dirección, así como políticas definidas que busquen revertir el proceso de estancamiento y depresión.

 

Los reproches contra McCain se acumulan dentro del Partido Republicano, tanto de quienes lo critican por su campaña carente de propuestas y soluciones como de quienes lo acusan de responsabilizar al Presidente Bush por el absoluto descontrol en la política económica y exterior, en una búsqueda desesperada por guardar distancia de su predecesor. Muchos temen que con estas declaraciones los Republicanos queden ampliamente divididos, desprestigiados y sin un liderazgo a partir del cual reorganizarse luego de los previsibles resultados del 4 de noviembre. Pocas voces relevantes se escuchan en apoyo a John McCain, al tiempo que The New York Times no oculta su parcialidad en favor de Obama por el fracaso Republicano que se avecina. Y aunque las personas del círculo más cercano intentan mantener el ánimo hasta el final, las encuestas dan una clara ventaja al candidato Demócrata y destacan sus logros históricos en distintos grupos sociales y, particularmente, en los estados que mayor número de votos electorales aportan para el resultado final de la elección. En efecto, de acuerdo a datos de Gallup, Obama supera a McCain entre los electores blancos –sobre todo mujeres-, algo que no lograba un candidato Demócrata desde hace 60 años. Asimismo aventaja a su rival prácticamente en todos los grupos sociales: hombres y mujeres, jóvenes y mayores, ricos y pobres, urbanos y rurales, universitarios y con escasa educación, casados y no. Gana entre los votantes moderados y en muchas regiones del país, excepto en el sur donde el racismo ha resurgido con gran fuerza. Gana también entre los católicos y judíos, aunque McCain mantiene su liderazgo entre los protestantes, evangélicos y otros grupos conservadores. Este último intenta en los últimos días de proselitismo contener la pérdida de votos con una fuerte presencia en los estados tradicionalmente Republicanos, repitiendo insistente y hasta desesperadamente que Obama aumentará los impuestos y repartirá la riqueza al estilo socialista. Asimismo, que una posible mayoría Demócrata en el Congreso conducirá al país a un peligroso periodo de intervencionismo estatal. No obstante, el Demócrata sigue cautivando a muchos de los electores, sobre todo latinos, mediante mensajes en español en los cuales los invita a concretar su sueño americano. Según el periódico The Washington Post, Obama es el primer candidato presidencial en utilizar este tipo de recursos ya que otros anuncios, incluidos los de John McCain, presentan una voz en off con la traducción del inglés. Durante mayo, en otro video emitido antes de las primarias en Puerto Rico, este candidato también se dirigió a los votantes puertorriqueños en español con un mensaje titulado “Nací en una isla”.

 

En ese mismo sentido, el desencanto que muchos Republicanos tienen por la selección de Sarah Palin como candidata a la vicepresidencia, de quien se afirma no está calificada para desempeñar esa posición y mucho menos asumir la Presidencia en caso extremo, ha diluido el entusiasmo inicial que privó durante la Convención Republicana en muchos medios de comunicación. No obstante, la caída en las preferencias electorales no es sólo producto de las trivialidades de la Gobernadora de Alaska o los desaciertos del Presidente en turno, sino de los propios errores de Mc Cain quien no ha sabido aprovechar los momentos claves de la campaña para superar a su oponente y consolidarse como la mejor alternativa para continuar en La Casa Blanca. En efecto, cuando la emergencia económica se manifestó en Wall Street fue él y no Obama quien reaccionó de manera errática suspendiendo inesperadamente su campaña. Asimismo, fue él quien afirmó que no iría al segundo debate para luego participar en forma titubeante y defensiva. Cuando finalmente debatió en tres ocasiones con su oponente, más que contrastar proyectos políticos y argumentar sobre sus fortalezas se encasilló en la descalificación estéril sin proponer mayores alternativas a la incertidumbre social y la gran expectativa política de parte de los electores. Mc Cain perdió la oportunidad de afianzarse en las preferencias cuando mejor posicionado estaba en las encuestas y mayores posibilidades tenía de mostrar las debilidades y falta de experiencia de su contrincante. No entendió el reclamo de los votantes estadounidenses por un liderazgo firme que saque al país del estancamiento en que se encuentra, tampoco mostró capacidad para enfrentar los retos de la competitividad, la política exterior y la estrategia de seguridad y combate al terrorismo. En ese sentido, perdió la confianza de los electores y se precipitó definitivamente hacia la baja en las intenciones de voto mientras muchos independientes y Republicanos se manifestaron a favor del candidato Demócrata.

 

Barack Obama, en contraparte, si supo exponerse ante los medios de comunicación y consensar su propuesta entre los votantes. Por ello mantiene hasta el momento un liderazgo en la mayoría de las encuestas nacionales que lo sitúan 12 puntos arriba del Republicano (52 % por 40 %). Su avance en estados muy importantes como Ohio, Pennsylvania y Florida -que suman 68 votos electorales de los 270 mínimos necesarios para ganar la elección-, se debe a que millones de estadounidenses poco participativos han decidido finalmente registrarse en las listas electorales y votar en los próximos comicios.  De esta manera, en más de 30 estados de la Unión Americana donde las leyes electorales permiten el voto temprano la amplia participación permite suponer un 60% de votación el próximo 4 de noviembre. En algunos estados indecisos como Nuevo México, Nevada y Carolina del Norte, un estudio de The New York Times aseguró que han sido muchos más Demócratas que Republicanos los que han asistido a las urnas con el tema de la crisis económica como principal razón de voto. En Illinois, el estado que Obama representa en el Senado, hay números récord tanto en el registro de votantes como en la participación del voto anticipado. El segmento más grande en las listas electorales lo conforman ciudadanos entre 18 y 34 años, cuya ascendencia es primordialmente latina y participan por primera vez en una elección presidencial. Pese a ello, algunos analistas señalan que si bien este proceso electoral registrará índices récord de participación es difícil no imaginar un evento libre de problemas. Esto en alusión a la desconfianza por las máquinas de voto táctil, las sospechas de fraude e inconsistencias en el número de electores que acuden a votar y muchas veces no están registrados en el padrón electoral.

 

Además de las tendencias en las intenciones de voto expuestas por las encuestas, hay otros factores que favorecen al senador Obama. En primer término, como hemos dicho el número récord de personas que se registraron para votar por los candidatos Demócratas, así como el dinero que se ha recaudado en las últimas semanas de campaña (150 millones de dólares en septiembre). En segundo término, la declaración pública de Colin Powell, ex Secretario de Estado durante la administración Bush, de apoyar abiertamente a Barack Obama que se ha traducido en una definición de electores independientes y más fondos recaudados. Sin embargo, lo que probablemente más ha ayudado a Obama en estos momentos es el absoluto rechazo del electorado estadounidense al Presidente George Bush. De hecho, como lo han señalado varios articulistas, cada vez que el Presidente hace una declaración pública sobre la crisis económica prácticamente beneficia la candidatura del Demócrata. En las campañas presidenciales -no sólo de Estados Unidos sino en cualquier país- uno de los recursos más importantes que tiene cualquier candidato es la capacidad de convocatoria y recaudación de fondos del Presidente en turno. No obstante, en el caso de McCain y los candidatos Republicanos al Congreso el rechazo social hacia el Presidente Bush es creciente y resulta difícil mantener un empuje electoral ante muchas evidencias objetivas que muestran diariamente los medios de comunicación a un muy apesadumbrado electorado.

 

Pero a pesar de que la mayoría de los factores favorecen a Obama, el componente racial se ha puesto nuevamente de manifiesto en los últimos días y, de no controlarse, podría afectar sustantivamente a quien es considerado uno de los candidatos más carismáticos de la política estadounidense en las últimas décadas. En efecto, aunque la mayoría de las encuestas favorecen a Obama por un margen importante en ningún momento se ha podido revelar si el dilema electoral continua siendo que Obama pueda ser el primer Presidente afro-estadounidense en la historia de Estados Unidos. Sobre todo ahora que el rechazo que una buena parte de la población tiene hacia la eventual elección de una mujer en la Casa Blanca. Aunque es conocido que Estados Unidos es un país pragmático en su cultura cívica y un lugar donde se imponen los intereses a las necesidades, es innegable que el  racismo ha resurgido en los últimos años con gran fuerza y puede manifestarse para oscurecer los resultados de la elección. Si Obama triunfa, como lo sugieren las tendencias, será porque supo responder mejor a las circunstancias y comprometerse con las exigencias de un cambio con futuro. Sin embargo, aunque su victoria puede dar un nuevo rostro a Estados Unidos frente al mundo no hay que descartar una presidencia accidentada con retos y decisiones importantes que habrán de determinar su legitimidad. Su gobierno estará también plagado de oportunidades, ya que en esa administración deberá marcarse el rumbo futuro del país y su papel como potencial económica y militar dentro de la comunidad global.

 

No se pierda todos los viernes, de 11 a 12 de la noche por el canal 26 de televisión (SICOM Televisión), el programa CEEY en contexto. Es una realización del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, con la participación de destacados especialistas y análisis certeros de los temas de actualidad. Producción de José Antonio Meyer y la conducción de Enrique Cárdenas.

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