04-05-2024 04:03:50 PM

La resaca de las Hummers?

Luego de la ola de indignación –literalmente- que se  provocó por el escándalo del regalo de las camionetas Hummers por parte de Elba Esther Gordillo a los líderes seccionales del SNTE, han venido todo tipo de justificaciones y argumentos que, lejos de apagar al fuego, lo que han provocado es justamente lo contrario.

         Y es que medio mundo expresó su desacuerdo: políticos, empresarios, periodistas, ciudadanos y hasta miembros de la Iglesia opinaron en contra del oneroso obsequio en uno de los momentos de crisis económica más brutal que ha existido en nuestro país en los últimos años.

         Por ello, la propia lideresa eterna de los profesores (ya no de todos ni en todo el país, pues crece exponencialmente una corriente opositora a su liderazgo por todos lados, Puebla incluido), al darse cuenta de su garrafal error (de soberbia y desfachatez), echó para atrás y aún cuando ella misma había aceptado que las Hummers sí eran un regalo para sus líderes, después vino el invento de que se “rifarían” para obtener recursos para equipar escuelitas.

         Yo me pregunto qué carambas va a hacer alguien que se gane tremendo camionetón, totalmente impráctico desde todos los puntos de vista: gasta demasiada gasolina, es muy caro su mantenimiento, paga muchos miles de pesos de tenencia y para acabarla, te vuelve presa codiciada para ladrones o secuestradores.

         Por favor, los profes ya no saben para dónde hacerse y que el escándalo termine… pero insultando a nuestra inteligencia (como ya va siendo común por parte de políticos o empresarios cínicos y cabezas duras). Porque, si quieren organizar rifas, pues que sorteen Tsurus o Chevys, que son vehículos que sí puede usar cualquier persona y que cumplen exactamente con el mismo cometido que una ostentosa, naca y espantosa (también) Hummer: Llevarte de un lado a otro. Digo, por lo que dicen ahora los líderes magisteriales de que “necesitan vehículos de trabajo…” (¿?)

         Nada. Fue un exceso y todo mundo nos dimos cuenta. Ya mejor que se queden calladitos.

         Y ahora viene algo peor. Ahora resulta que –dice Elba Esther y los líderes del SNTE- que las Hummres estaban “negociadas” con el Gobierno federal como parte de un “paquete” de prestaciones o algo parecido… El dardo es bastante venenoso y la avienta la “Maestra” ante alguna versiones que dicen que el gobierno calderonista dejó pasar el escándalo que tanto daño le ha hecho. El escándalo, pues, ahora embarrará quién sabe cuántos más (igualito que uno de hace poco en un lugar que no quiero acordarme).

         En fin. Creo que el tema de las Hummers solo es el principio de lo que seguramente es la transformación definitiva del gremio magisterial en nuestro país, o, si usted quiere, la debacle definitiva de los cacicazgos clientelares en el SNTE.

         Ya nadie en su sano juicio puede creer que el gremio de los profesores en México es unido y monolítico. Nada más falso. Ya no agrupa a ese “más de millón y medio” de integrantes. Eso era antes, en el siglo pasado. Ahora hay decenas y quizás centenas de miles de profesores que ya son disidentes del SNTE.

         En Puebla, por solo mencionar un Estado, desde hace muchos años hay al menos tres sindicatos de profesores: los del SNTE, los del SETEP y los del SETEPI. Y ahora súmele usted a los del SNTE pero disidentes, que se agrupan en el Frente Democrático Magisterial.

         Por eso a mi me causa cierta hilaridad cuando alguien argumenta que “teniendo el apoyo del SNTE, es un hecho que gana cualquier elección…” ¿Sí? Si eso hubiera sido cierto, en la pasada elección local, el PANAL con Ruíz Esparza hubiera arrasado, además de muchos otros Municipios en el Estado. La realidad es que el pobre Nueva Alianza alcanzó menos de 5 puntos porcentuales de voto efectivo. Vaya, menos del PRD, que ya es decir mucho.

         Para nada. Los maestros te dicen un día que te apoyan y esa misma noche ya están planeando exactamente lo contrario. Y por la simple y sencilla razón de que son demasiados y se vuelven una grupo prácticamente incontrolable. Además, los líderes (que hay uno en cada aula) piensan una cosa, pero los agremiados comunes y corrientes hacen otra distinta a la hora de votar.

         Y, todavía peor, con la creación del Partido Nueva Alianza, a muchos maestros se les creó una auténtica confusión ideológica y de gratitudes: Toda la vida les dijeron que eran soldados (y mapaches) del PRI… y ahora les dicen que tienen que trabajar para el PANAL. Es obvio que muchos de ellos aún no entienden del todo los planes de Elba Esther con su nuevo partido, pues en unas ocasiones y en unos sitios apoya al PRI y va en alianza con él… y en otros momentos y en otros lugares va con el PAN.

         Incluso creo que en Puebla, la mayoría de los profesores sigue simpatizando con el PRI, por simple tradición y formación.

         Créanme: Si hiciéramos una encuesta entre puro profesor y les preguntáramos qué opinan de Elba Esther o sus líderes, yo creo que habría muchas, pero muchas menciones negativas (es más, no sería mala idea hacerla…).

         Para finalizar, faltaría ver si a Felipe Calderón le conviene continuar con su perversa alianza con Elba Esther Gordillo, después de todo lo que ha venido sucediendo y tomando en cuenta su menguado liderazgo y enorme desprestigio en cualquier círculo político.

         Muy pronto veremos qué ocurre. Yo solo recuerdo cómo Carlos Salinas de Gortari se sacudió de los líderes sindicales que no lo apoyaban. Primero La Quina Hernández Galicia y luego Carlos Jongitud Barrios (y por cierto, ahí surgió Elba Esther). Obviamente Calderón no tiene ni los tamaños ni toma las decisiones que tomaba aquel… pero más temprano que tarde se dará cuenta que alentó a los cuervos a que le sacaran los ojos.

 

jriverp@yahoo.com

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