¿De quién la chungada?.
Y es que ante el incremento de robos no solamente a las tiendas de conveniencia OXXO, sino también Farmacias del Ahorro y Farmatodo entre otras, el ayuntamiento capitalino cayó en yerros y gazapos.
Primero tardó semanas en recibir a los representantes legales de dichas empresas, quienes a través de la Cámara de Comercio solicitaron una audiencia con la Presidenta Municipal.
Cuando al fin hablaron con ellos, les aventaron el clásico choro que habría que esperar un diagnóstico que realizaba el área de seguridad pública.
Luego les salieron con la propuesta de que para evitar los robos nocturnos, pues cerraran en las noches.
¡Vaya genialidad!
Bajo ese tenor, para evitar la responsabilidad gubernamental de invertir en mejores pavimentos, ¿qué tal si mejor se prohíbe la circulación de vehículos por las calles y así se evitan los baches?
Para evitar la responsabilidad gubernamental de recolectar la basura y mantener limpias las calles, ¿qué tal si mejor se prohíbe el consumo de cualquier artículo que genere basura?
Ya encarrerados los funcionarios municipales, para evitar los derrumbes de casonas en el centro histórico y las consecuentes muertes, en lugar de invertir 60 millones de pesos (cuántas veces ha anunciado el mismo Vergara Berdejo el tan mentado remozamiento del centro histórico, ya sea como funcionario municipal en la época de Cañedo, o como empleado del INAH), mejor que prohíban las lluvias y prohíban también que la gente viva en el primer cuadro de la ciudad.
¡Qué bárbaros! Para dar este tipo de respuestas como gobierno municipal, ¿se requieren tantos títulos universitarios, tantos idiomas, tanta hormona de nueva generación? Mejor hubieran contratado personas con un poco de sentido común.
No sea que al rato, para ahorrarse los gastos que se generan para cobrar los impuestos, prohíban el pago de los mismos.
Eso sí que no, ¿verdad?
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