La peor inseguridad que puede padecer un inversionista se registra en San Andrés Cholula y es, precisamente, la jurídica.
Y es que el alcalde panista David Cuautli impulsa descaradamente su propia industria: La extorsión.
En ella tienen cabida los empresarios inmobiliarios que han logrado en los últimos años convertir a San Andrés en el municipio más próspero en materia de bienes raíces.
Sin embargo, Cuautli ahuyenta a los capitales en aras de alcanzar un patrimonio a costa de la iniciativa privada.
Hasta un millón de pesos ha solicitado para acelerar los procesos de liberación de licencias de funcionamiento, sin recibo de por medio.
Luego de negativas empresariales ha bajado la cuota hasta en 300 mil pesos con tal de que dejen algo a las arcas personales, en que ha convertido las finanzas de San Andrés.
El problema es que en su partido, el PAN, se hacen de la vista gorda y nadie le pone un alto a sus ambiciones.
Mientras tanto, aquel inversionista que no se ponga a mano con el alcalde sufre las consecuencias, como la clausura de las obras ya iniciadas. Varios han tenido que recurrir a las instancias federales para la obtención de amparos, pero al edil también eso le vale, pues sostiene los sellos de prohibición para continuar con los trabajos.
Cualquier pretexto busca el alcalde y secuaces para inventar multas o imponer sanciones.
Los inversionistas simplemente se encuentran secuestrados por el “mochainversiones”.
EL CHILLETAS EN LA SIERRA
Quien ya de plano arrancó campaña en las bardas de la sierra norte es el ex alcalde de Puebla, Enrique Doger.
En el municipio de Zaragoza aparecen las primeras donde se promueve a través del mentado instituto que encabeza.
¿Y el Instituto Estatal Electoral?.
Bien, gracias.
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