Este domingo, si todo sale como los organizadores desean, se llevará a cabo una “Consulta Ciudadana” sobre el tema de la Reforma a PEMEX que se plantea desde la Presidencia de la República y el Poder legislativo. El plan es que se verifique tanto en el D.F. como en algunos otros Estados del país. Creo que en Puebla algún grupo se metió a la tarea de organizarlo. La verdad es que no sé si se realizará o no.
Yo solo quiero comentar algunas cuestiones metodológicas que inciden directamente en el saber si una consulta ciudadana tiene validez o no, desde el punto de vista estadístico. Y adelanto mi respuesta y explico muy brevemente por qué: NO.
En primer lugar, una consulta es un ejercicio en donde los que responden, acuden por su propia voluntad a responder una o varias preguntas, a un sitio establecido. Es decir, van porque saben y les interesa el tema. Es lo mismo que ocurre cuando alguien responde una encuesta en un medio de comunicación electrónico. También son llamados “sondeos”. Y desde luego no tienen validez estadístico-muestral.
Una encuesta es un ejercicio de medición en donde el encuestador (empresa, Institución, medio, etc.) acude a buscar al encuestado de acuerdo a una metodología de muestreo que hace que estén representados TODOS los grupos que conforman un determinado universo (un conglomerado social que puede ser un municipio, un Distrito electoral, un Estado o todo un país).
En otras palabras, en una Consulta participan todos los que QUIEREN, mientras que en una encuesta el trabajo de campo busca a los ciudadanos aleatoriamente para que contesten unas preguntas que NO CONOCEN.
Así que pueden acudir miles o decenas de miles a la Consulta sobre PEMEX en el D.F. y otros Estados, pero eso NO le da validez estadística al ejercicio. No me canso de decir que el número de encuestados NO es lo único importante en una medición demoscópica (desde luego ese número lo da una fórmula que garantiza cierto nivel de confianza y un margen de error muestral aceptable), sino a quiénes y en dónde se encuesta. Que la muestra sea REPRESENTATIVA, pues.
A la Consulta perredista, es obvio que acudan todos los interesados en dar su opinión sobre el tema, pero al mismo tiempo que quieren manifestar su simpatía ideológica con quien la organiza. Por favor, todos sabemos cuál será el resultado de una consulta organizada por perredistas, con un par de preguntas cerradas diseñadas por perredistas y con miles de simpatizantes perredistas que acudan a responderlas.
Es como si nosotros (el BEAP, pues) quisiéramos saber si los poblanos creen en Dios y entonces organizáramos un “sondeo” con módulos afuera de las Iglesias para que voluntariamente las personas al salir de misa respondieran las preguntas. ¿Verdad que sería una gran vacilada? Además, el Padre les avisaría a todos los fieles a que pasaran a responder en los módulos al salir de misa. De risa ¿no?
Bueno, pues algo parecido pretenden los organizadores de la mentada Consulta sobre el futuro de PEMEX. Y no digo que las consultas populares o los plebiscitos no sirvan para nada. Sí han servido en algunos países (Chile, por ejemplo, por lo que renunció Pinochet) cuando se quiere someter a votación popular si un gobierno debe seguir o debe tomar alguna decisión importante. Pero son temas que le interesan y que CONOCE toda una población y no se hacen preguntas que el público en general no entiende ni sabe a qué se refieren exactamente.
En fin, allá los pejistas-perredistas y su “Consulta”. Yo no sé para qué hacen tanto escándalo, si ya la dupla PRI-PAN sacará adelante una reforma consensuada… y hasta con el aval de los Chuchos.
