Mucho revuelo ha causado el anuncio del Comandante de la XXV Zona Militar (o sea Puebla), Gral. Roberto Gustavo García Vergara, que el Ejército puso a disposición de la ciudadanía una línea telefónica para que ahí se pueda denunciar cualquier delito en forma anónima y sin mayor averiguación, con el fin de colaborar a la persecución de la delincuencia.
Y claro, los titulares de varias de las dependencias que se encargan de velar por la seguridad pública en el Estado han manifestado su sorpresa –primero- y luego su inconformidad con tal medida.
Porque, en otras palabras, el Ejército viene a sustituir a la Policía (en sus distintos niveles) para perseguir delitos. Y hasta donde se entendió la declaración, tanto del fuero común como del fuero federal.
El asunto provoca varios comentarios.
En primer lugar, nos debemos preguntar el por qué de la medida. Para nadie es un secreto que muy poca gente se atreve a denunciar muchos de los delitos cotidianos que nos afectan. Y no solamente por la tradicional lentitud e ineficiencia con que se llevan a cabo los procesos.
A amigos cercanos les ha ocurrido que les roban su auto y después reciben llamadas de los mismos delincuentes (algunos desde dentro del Penal) que les ofrecen un trato para devolverles su unidad a cambio de dinero. Y para atemorizarlos, les recitan todos y cada uno de sus datos… que dio el mismo denunciante ante el Ministerio Público.
Hablando claro, la mayoría de personas no denuncian por miedo a que sean los propios policías judiciales y sus cuates delincuentes (que para el caso son los mismos) los que después tomen represalias, conociendo todos los datos del quejoso.
Simplemente, no confiamos en las policías ni en las instancias judiciales, con toda la cadenita de corrupción y extorsión que protagonizan todos los días. Punto.
En cambio, y habría que preguntarse exactamente por qué (con estudios en profundidad), la gente sí le tiene mucha más confianza al Ejército.
En el BEAP hemos hecho distintos estudios de confianza en Instituciones. Y justamente el año pasado preguntábamos a los poblanos la calificación que le otorgaban a varias figuras de autoridad e Instituciones de nuestro país.
Estos fueron algunos resultados:
En el comparativo, se aprecia claramente a quién le tienen más confianza los ciudadanos. Y aquí no preguntamos sobre los policías, pero sabemos bien que generalmente están reprobados y la ciudadanía los cataloga como malos servidores públicos.
Entonces ¿cómo quiere la autoridad estatal que se confíe en ellos y sí se hagan las denuncias correspondientes?
Y para nada digo que los soldados sean unas blancas palomitas, ejemplo de preparación y justicia. Simplemente, que en estos momentos, la gente confía más en ellos que en las policías.
Incluso, también sabemos que el que el Ejército se convierta en guardián del orden civil, puede traer consecuencias no tan buenas. Del que los soldados cuiden las calles al autoritarismo… sólo hay un pasito.
Y tampoco, obviamente, estoy en contra de que se haga algo urgente contra el crimen organizado. Simplemente cuestiono la viabilidad de una medida, por el momento, a todas luces unilateral.
O usted ¿Cómo se siente más seguro? ¿Si lo cuida un policía municipal, un policía estatal, un judicial o un soldado…?
O bien, usted ¿Sí denunciaría delitos o a narcos –por ejemplo- a la línea del Ejército? ¿O acudiría mejor a hacer la denuncia a una agencia del Ministerio Público?
Cada quien tendrá su propia respuesta.