Por Alejandro Mondragón
Una aeronave con matrícula XA HUR fue detenida en octubre del 2015 con 2 millones 651 mil 441 pesos y 54 mil 200 dólares en efectivo, en el aeropuerto de Mexicali.
El Learjet carecía de plan de vuelo. Salió de la terminal de Toluca, hizo escala en Culiacán, Sinaloa, para aterrizar en el de Baja California Sur.
Una revisión de rutina por parte del Ejército detectó el dinero en efectivo. La tripulación fue detenida y nunca supo explicar el origen del cash.
Se confiscó la aeronave y el dinero el 25 de octubre del 2015; fue hasta el 10 de diciembre de ese mismo año que misteriosamente, las dos personas detenidas quedaron en libertad y el efectivo devuelto, junto con el Learjet.
¿Qué pasó?
Para empezar, la aeronave XA HUR pertenece a la empresa Potosina del Aire SA de CV, propiedad del hoy senador poblano, Ricardo Urzúa.
Por lo tanto, era el dueño del efectivo, cuyo origen jamás se explicó públicamente.
Ahora que el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, anda cazando corruptos, pues no estaría de más que pidiera informes a la Procuraduría General de la República, encabeza por Raúl Cervantes, quien dejó su curul senatorial a Urzúa.
El PRI de siempre.
Se sabe que después de muchos jaloneos, fue el arzobispo Chedraoui quien intercedió ante el mismísimo presidente Enrique Peña Nieto para ayudar a su ahijado Ricardo.
¿En qué pasos anda el senador poblano que maneja millones en efectivo y los distribuye con su flotilla de aeronaves?
Bendito fuero senatorial, ¿verdad, Ricardo?
Una cortina se tendió sobre este caso. Se evitó a todo costa que trascendiera el nombre del dueño del Learjet y, sobre todo, su origen priista.
Hubo un reporte oficial de los hechos, pero no se informó si se encontró otro tipo de objetos ilegales como armas o droga.
Ya las aeronaves de Urzúa, asociado al morenovallista David Villanueva Lomelí, actual Auditor del Estado, trasladan a políticos, empresarios, personalidades de la iglesia y gobernadores.
Hace unos años, el Departamento de Verificación de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) canceló el permiso de operaciones a su otra empresa Servicios Aéreos Milenio y paralelamente autoridades federales abrieron una línea de investigación al existir indicios sobre actividades relacionadas con lavado de dinero en la llamada ruta del Pacífico.
El peritaje arrojó que la empresa Milenio no cumplió las normas de seguridad, operacional, mantenimiento, y además carece del Certificado de Explotador Aéreo (AOC).
De acuerdo con la Ley de Aeronáutica Civil, ninguna compañía podrá prestar servicios si viola o carece del AOC.
La empresa logró sortear las anteriores verificaciones y auditorías producto de los sobornos que pagó a Antonio Mejía Cruz, jefe de la Región Central de Inspección Aérea con sede en Toluca, Estado de México.
En esa inspección de 2010, todo salió favorable a Milenio. Urzúa entregó un regalo de 45 mil pesos a Mejía Cruz, comandante que tenía bajo su mando las operaciones de los aeropuertos de Toluca, Atizapán, Estado de México, Pachuca, Hidalgo, Puebla, Cuernavaca y Morelos.
Mejía Cruz ocupó el cargo de jefe del Aeropuerto de Acapulco, Guerrero, donde bajaban los aviones Gruman, procedentes de Colombia.
De acuerdo con las denuncias que investigaron las autoridades federales tras obtener indicios de lavado de dinero, Luis es el encargado de pagar los sobornos y Ricardo es quien cierra los negocios con los políticos y gobernadores.
Las relaciones de los empresarios de Servicios Aéreos Milenio han despertado sospechas de las autoridades federales, dado los indicios de lavado de dinero y otro tipo de actividades ilícitas en las rutas que operan.
La del Pacífico es una de las que controla la empresa Servicios Aéreos Milenio, y ahí han contado con la anuencia y complicidad para obtener los permisos de operaciones del comandante de la Región de Mazatlán, Felipe de Jesús Castillo Reyes, que tenía bajo su mando 18 aeropuertos.
Es decir, Castillo Reyes controla todas las operaciones aéreas del Pacífico. Desde Cabo San Lucas, Ciudad Obregón, Culiacán, Durango, Ensenada, Guaymas, Hermosillo, La Paz, Loreto, Los Mochis, Mexicali, Mazatlán, Nogales, Puerto Peñasco, San Felipe, San José del Cabo, Tepic y Tijuana.
Ricardo Urzúa Rivera fungió como socio de Mario Marín García, como antes lo hizo con otro hijo de ex gobernador: Fernando Morales Martínez.
A Urzúa ya lo andan candidateando para la gubernatura en el 2018. Seriedad, señores, seriedad.
