En el PRD se ha dado lo que pocos esperaban (ábamos): Que hubiera una definición de candidato presidencial tersa. Y ocurrió lo que hace meses aquí mismo platicábamos y era que Marcelo Ebrard aceptaría –a regañadientes- que López Obrador fuera el abanderado, para que él trabaje su propia candidatura para 2018. ¿El precio? Que le dejen poner candidato al Gobierno del D.F. de entre miembros de su grupo. Su proyecto era durante mucho tiempo el actual titular de la SEP capitalina, Mario Delgado, pero nunca ha crecido ni en conocimiento ni en intención de voto.
Por lo tanto, si es que le llegan a respetar a Marcelo su plan, entonces se puede colar el Procurador Mancera o en un acto extraordinariamente democrático-ciudadano, ofrecerle la candidatura al ex Rector Juan Ramón de la Fuente.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para la izquierda mexicana. Falta definir candidaturas a Diputados y Senadores en todo el país y ahí también habrá serios encontronazos entre las distintas tribus en cada Estado. Además, la corriente de Izquierda Democrática Nacional, encabezada por René Bejarano y quien realmente controla las clientelas perredistas del D.F. (miles de ambulantes, taxistas piratas, paracaidistas, “ninis”, estudiantes de UNAM y prepas del DF, etc.) ya advirtió a Ebrard que no lo dejarán que imponga a su delfín. Veremos si se ponen de acuerdo.
Y finalmente, López Obrador, si bien ha causado buena impresión en general con su cambio de actitud, de belicista y fajador a conciliador y amoroso, también es cierto que en todas las encuestas sale con el mayor rechazo en cuanto a votos. A la mayoría no se le olvida quién es realmente Andrés Manuel.
Pero aún con todo: No perdamos de vista a López Obrador. Puede crecer y hasta dar sorpresas. Acuérdense.
En el caso del PRI, todo indica que el candidato presidencial fue, es, ha sido y será Enrique Peña Nieto. Lo confirman todas las encuestas (a nosotros en el BEAP, S.C. nos ha salido permanentemente como puntero desde hace dos años o más, tanto entre priístas como en población en general). Y todo indicaba que habría unidad en torno a este hecho y que todos los priístas se alinearían al proyecto del mexiquense. Pero…
No ha sido así. El fin de semana, luego de que el PRI anunciara oficialmente que el Partido Verde y Nueva Alianza serán sus aliados en 2012, ha habido un auténtico malestar entre muchos que les enojó que se cedieran candidaturas a esos dos partidos, allí donde se sentían con posibilidades o derechos.
Algunos priístas sostienen incluso que es el inicio de una gran rebelión que puede ser presagio de una derrota de Peña Nieto. Me comentan que fue un error la cara alianza con el partido de Elba Esther Gordillo, a quien el Presidente Calderón no perdonará y puede lanzarle una persecución con motivos de sobra (enriquecimiento ilícito, malversación de fondos sindicales, corrupción y lo que se le ocurra…) en plena campaña electoral, para desprestigio de Peña y PRI que le acompaña.
Vaya, el PRI, que parecía tener todo bajo control, se ha descompuesto tanto en lo interno (malestar de precandidatos y militantes) como en lo externo (alianzas controvertidas). En Puebla también habrá problemas en estos días, pues el enojo de varios precandidatos ya es evidente.
Dicen que “del plato a la boca…”
Finalmente, en el PAN no han terminado de resolver ni quién será su abanderado presidencial ni mucho menos las candidaturas a Diputados y Senadores.
Josefina Vázquez Mota es la mejor posicionada entre panistas y entre población en general, aunque eso tampoco quiera decir que sea la extraordinaria candidata que muchos ilusos quieren ver: No es hábil para la oratoria ni para el discurso mediático. Repite lo mismo siempre y, simplemente… no entusiasma.
Sí, es la mejor candidata blanquiazul por ser mujer y “jalar” simpatías por el concepto del cambio o la diferencia de sexo con sus adversarios. Pero aún con eso, Vázquez Mota no es tan buena candidata como han hecho creer a muchos.
De los otros dos precandidatos azules no hay mucho qué decir: Santiago Creel está caído en cualquier encuesta y su salida elegante será declinar a favor de la Vázquez Mota. A cambio quizás de la promesa de algún cargo en un virtual –pero lejano- Gabinete .
Y Ernesto Cordero sigue sin entusiasmar ni a su familia. Simplemente no tiene carisma para ser buen candidato. Es un tecnócrata que denota amplios conocimientos, pero cuenta con la gracia de un elefante dormido. Y aún con todo, sigue siendo el proyecto presidencial apoyado por Felipe Calderón… quien también hace guiños con la Vázquez Mota.
Por último, en el PAN también habrá serios enfrentamientos en no pocos Distritos del país por el hecho de realizar Asambleas internas para definir candidatos a Diputados y Senadores, tal como lo ordenó el TRIFE. Los Gobernadores y Alcaldes intentarán controlar las Asambleas para colocar a los suyos, igual que la Organización del Yunque que tiene el know how para lo mismo desde hace décadas.
Así que en el PAN ni candidato presidencial, ni a Senadores ni a Diputados. Y el presidente rumiando la derrota de su hermana Luisa María en Michoacán… y jurando que primero lo matan antes de devolverle el poder al PRI.
Resumiendo: En el PRD ya hay candidato… pero los pleitos intertribales seguirán por las otras candidaturas. Y el panorama en cuanto a intención de voto no es mala (López Obrador ha estado en segundo lugar en cualquier encuesta desde hace años en todo el país), pero habrá que ver si llegan unidos a la elección federal ya tan próxima.
En el PRI desde hace años hay candidato Presidencial (ante la rabia de Manlio Fabio, quien ha estado amagando en no registrarse como precandidato para invalidar el proceso o al menos desprestigiarlo). Pero también ha despertado el rencor en muchos militantes y precandidatos por haberle dado tanto a Elba Esther Gordillo. Tampoco se han puesto de acuerdo para las demás candidaturas, donde a los que no les toque, amenazarán con largarse al PRD y de hecho algunos sí lo harán. El PRI, donde todo estaba aparentemente “planchado”: En serios problemas.
Y en el PAN sin candidato presidencial fuerte ni candidatos en los Estados que guarden la unidad: Se puede ir hasta un vergonzoso tercer lugar. Acuérdense.
En fin. Ya casi están listos los escenarios, pero todos los partidos están en problemas. Y todo indica que la contienda presidencial se cerrará, por todo lo que ya comentamos.
¿Se mantendrá Peña Nieto en la punta? ¿Crecerá AMLO hasta alcanzar? ¿Josefina despertará el aletargado voto panista? ¿Calderón impondrá a Cordero? ¿Creel se comportará “como hombrecito” y declinará?
Incertidumbre pura. ¿No queríamos eso?
Ya lo tenemos.
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