El mentado “TRIFE”, que aún medio tiene independencia de los propios intereses de la partidocracia mexicana.
Hagamos historia. El PAN, hace algunas semanas, determinó a través de sus órganos electorales internos, que para evitar divisiones y enfrentamientos entre los aspirantes y su propia militancia, lo mejor era designar directamente desde el CEN a los candidatos a Diputados Federales en al menos 141 de los Distritos en el país. Y que por el mismo método se nombraría a candidatos al Senado en casi todos los Estados de la República (Puebla incluido).
O sea, el Partido que durante décadas abominó hasta el cansancio la práctica del “dedazo” en partidos como el PRI y que por ello los tachaba al menos de antidemocráticos y poco respetuosos de su militancia, ahora avalaba tal hecho como algo práctico y funcional.
Es cierto, históricamente, el proceso para seleccionar candidatos en el PAN provocó en no pocas ocasiones enfrentamientos, división interna y hasta trancazos o balazos entre los aspirantes en muchos sitios del país (Puebla incluido, donde los planes para “reventar” asambleas internas han sido práctica común de algunos precandidatos, o bien la “línea” ordenada desde las Juntas del Yunque para votar por algún personaje de dicha organización secreta).
Sin embargo, generalmente, luego de los madrazos en las asambleas, los panistas siempre tenían la capacidad de aceptar a quien al final quedaba como candidato y hasta de apoyarlo en la elección constitucional. Con excepciones, claro, cuando la imposición yunquista era evidente y algunos de plano han hecho contracampaña o hasta se salen del partido. Normal en cualquier instituto político del mundo (y más en México donde nuestros partidos tienen una vida tan joven aún, democráticamente hablando). Esa siempre ha sido la tradición panista.
Por todo lo anterior, en el CEN blanquiazul ahora habían decidido evitarse esas broncas y además algo negativo adicional: Algunos Gobernadores y Alcaldes panistas, estaban tramando acarrear militantes (afiliados recientemente por ellos mismos) para ganar mañosamente las Asambleas y así colocar a sus propios candidatos. O sea, una sopa de su propio chocolate al Yunque, que tradicionalmente lo hacía sin recato alguno.
Al parecer, pues, se dieron cuenta en la propia Organización yunquista e influyeron para que el CEN mejor tomara la decisión de nombrar a los candidatos: Así colocaban a los suyos y hasta le permitían a los Gobernadores y Alcaldes mañosos poner también a los de ellos. Plan perfecto. Sí: El dedazo que antes vomitaban.
Pero no. El TRIFE no se los ha permitido. Ayer, el órgano judicial electoral determinó que las candidaturas panistas no se pueden dar por designación, sino que deben realizarse las Asambleas tradicionales. Punto.
Y esto trae varias consecuencias importantes (y la emergencia en el CEN para manejar la nueva situación):
1. Se le cae al CEN panista todo un plan y candidatos que ya tenía prácticamente “amarrados”.
2. Los Gobernadores y Alcaldes ahora nuevamente podrán manejar las Asambleas para colocar a sus candidatos. Pero en ese afán se enfrentarán a la Organización, que tradicionalmente lo hacía… y lograba. A ver quién es más cochinito en las mentadas Asambleas.
3. Varios de los precandidatos que ya no tenían posibilidad alguna para llegar a la nominación por parte del CEN… ahora sí podrán registrarse y contender en las Asambleas, que se convertirán en no pocos casos en auténticas “cenas de negros”, donde triunfará el más popular en la militancia… o el que mejor triquiñuelas aplique.
4. Así pues, varios de los que ya se sentían con la nominación asegurada por ser fruto de la negociación en el CEN, ahora tendrán que pelear en Asambleas internas. En Puebla, creo que sería el caso de Javier Lozano Alarcón, quien ya tenía amarada la candidatura al Senado por ser una posición del Presidente Calderón y del Gobernador Moreno Valle. Ahora tendrá que convencer a los panistas que él es el mejor aspirante. Pero se tendrá que enfrentar seguramente con una Ana Teresa Aranda, una Myriam Arabián, una Augusta Díaz de Rivera o hasta un Pablo Rodríguez (quien también se veía venir impuesto por dedazo), ante una militancia manejada por el Yunque, muy lastimada por Moreno Valle y que ha jurado venganza a los agravios que ha sido objeto por el actual gobierno estatal.
5. Lo mismo ocurre con varios Distritos para las Diputaciones en la capital y el interior, donde quienes iban a ser impuestos, ahora tendrán que pelear en Asambleas: Néstor Gordillo, Blanca Jiménez o varios más en el Estado, por solo mencionar a algunos de los más conocidos y que no son bien vistos por los panistas de viejo cuño ni por los militantes del Yunque.
¿Quién logrará colocar a los suyos? ¿Quién será más hábil para la mapachería interna? ¿El Yunque, que históricamente lo ha hecho y logrado… o los neopanistas morenovallistas, que también se saben variadas y refinadas técnicas para lograr sus objetivos?
Sí, los panistas muy tarde se han dado cuenta de que el maldito dedazo priísta es más práctico.
Eso sí, tendremos diversión garantizada en unas cuantas semanas más. Al viejo y entretenido estilo blanquiazul.
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