El caso de la represión contra los defraudados de SITMA e INVERGROUP, en la que incluso se apresó a 4 de sus representantes, demuestra que el gobierno no está dispuesto a tolerar las manifestaciones que critiquen directamente su actuar.
Los afectados marcharon y bloquearon calles, como cualquier otra manifestación en un día normal; sin embargo, su pecado fue que repartieron copias de la nota periodística publicada en la columna La Tempestad de Valentín Varillas, en la que daba cuenta y fe del compromiso directo que hizo el entonces candidato Rafael Moreno Valle para solucionar el problema del fraude y que ahora, en declaraciones públicas, ha negado haberlo dicho.
Decirle al gobernador que les había mentido fue la detonante para que arremetieran contra ellos.
¿Se imagina qué hubiera pasado si los defraudados se enteran y exhiben las notas periodísticas que dan cuenta de que Leonardo Tiro Moranchel fue uno de los invitados especiales a la comida del cumpleaños número 40 del hoy gobernador, en Bodegas del Molino?
http://setebc.wordpress.com/2008/07/06/exhibe-moreno-valle-poder-de-convocatoria-en-su-cumpleaos/
Qué lejos quedaron los tiempos en que compartían el pan y la sal el hoy gobernador y el timador.
Hoy cualquier referencia es motivo de agresión.
Sin embargo, no es la primera vez que las huestes de Ardelio Vargas atacan sin miramientos: ahí tenemos los casos del operativo en la 46, el operativo en La Fayuca y la posterior manifestación en Finanzas.
La justificación siempre ha sido la misma: que atentan contra las vías de comunicación, que alteran el orden público, etc.
Sin embargo, ha habido otras manifestaciones, en las que el gobierno aplica la máxima de “dejar pasar, dejar hacer”.
Este jueves, sin ir más lejos, más de mil elementos de Antorcha Campesina se manifestaron en el zócalo capitalino en contra del edil Eduardo Rivera y ni siquiera se pararon las moscas por ahí, mucho menos policías que fueran a reprimir a los manifestantes por “atentas contra las vías de comunicación”.
Es natural.
Sería tonto ponerse a los madrazos con una organización que es capaz, si se lo propone, de paralizar al estado, de ahorcarlo hasta obligar al gobernador y sus funcionarios a ceder.
Pero además, esta marcha fue conveniente porque las protestas eran en contra el enemigo político, ¿qué, no?
Y es que Antorcha Campesina ha bloqueado calles, la Recta a Cholula y otras vialidades en demanda del cumplimiento de obra pública, y tanto al gobierno estatal como al municipal les ha dado frío, y han preferido ceder un poco, respondiendo con la inauguración y la puesta en marcha de obras.
Por eso le digo que en una misma problemática, el gobierno mide con dos varas distintas: reprime con el uso de la fuerza, manifestaciones de pequeños grupos que, a su entender, exigen el derecho de que el gobierno les pague lo que no les quitó; pero por otro lado, cede y hasta apapacha al monstruo de las mil cabezas, que puede provocar, en un tris, que todo el teatrito ese de que Puebla es el estado de la paz y la gobernanza se venga abajo.
A menos, claro, que las marchas le convengan.
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