Hoy hay ciertas posiciones y conveniencias, previo a la definición de las candidaturas a la Presidencia por parte de todos los partidos. Y posteriormente habrá unas bien distintas, una vez que se conozcan los abanderados de cada Instituto político para suceder a Felipe Calderón en 2012.
Sí: hay claramente unas posturas antes y habrá otras después.
Veamos:
El Gobernador Rafael Moreno Valle hoy manifiesta abiertamente y sin tapujos sus simpatías por que el Secretario de Hacienda Ernesto Cordero sea el candidato presidencial del PAN. Le organiza eventos y firma desplegados a su favor. Y le ha colocado a personajes de sus mayores confianzas para que le operen al interior del PAN y le consigan adeptos para una próxima contienda interna.
Todo a sabiendas de que Cordero es el político panista con peor posicionamiento de todos los aspirantes a esa candidatura en su partido (y de todos los demás también).
Pero también sabe que es el favorito del Presidente. Y que si quiere presupuesto de aquí a un año para sus numerosos planes y proyectos (de obras muchos, personales otros) tiene que jugársela con el amigo de Calderón. Y también Secretario de Hacienda que promueve y autoriza presupuestos estatales, por cierto.
Sin embargo, la contienda panista no es una aduana fácil para Cordero. Calderón puede intentar imponerlo pero la tarea no es nada fácil (como lo intentó con Roberto Gil Zuarth en el liderazgo nacional panista, sin éxito).
Vamos, existe una muy grande posibilidad de que Cordero se quede en el camino y la candidata pueda ser Josefina Vázquez Mota (Santiago Creel luchará hasta el final pero el Yunque dictará línea a favor de la lideresa de Diputados panistas).
Pero Josefina Vázquez Mota es enemiga acérrima de Elba Esther Gordillo, quien también ha sido abiertamente promotora, aliada e incondicional de Rafael Moreno Valle Rosas. El Gobernador le debe fidelidad, respeto y cariño; lo hemos comprobado una y otra vez…
Para entonces también en el PRI habrá candidato. Y solo algo increíblemente extraordinario evitaría que fuera Enrique Peña Nieto.
Y será entonces cuando conozcamos el “después” en el juego de ajedrez morenovallista.
Sí, después de que Enrique Peña Nieto sea el candidato del PRI y el personaje con mayores posibilidades de ganar por una cómoda ventaja la elección presidencial; y además Josefina Vázquez Mota pudiera ser la candidata panista para disputar el mismo cargo.
Entonces probablemente veríamos un serio distanciamiento de las huestes morenovallistas del proyecto panista ortodoxo que estaría apoyando a Vázquez Mota. Claro, el Gobernador jamás romperá abiertamente con “su” partido… pero tampoco movería un dedo para que Josefina ganara. Al menos no en Puebla.
Por esa misma razón, no pocos candidatos –no necesariamente panistas- podrían ser claramente apoyados por la operación estatal, con tal de tener aliados en un próximo Congreso de mayoría tricolor. O al menos de un peso grande tricolor.
Vaya, los cálculos que sabe hacer el morenovallismo son fríos… y realistas: Si Peña Nieto arrastra el voto hacia los candidatos a Diputados y Senadores en todo el país… más vale tener veladoras prendidas con esos priístas, para tener aliados en ese gobierno ¿opositor?
No. Si Peña Nieto es el candidato y continúa con la arrolladora tendencia que trae para ganar la elección presidencial y Vázquez Mota es la abanderada panista, no habrá otro remedio que buscar posibilidades con… candidatos tricolores ganadores. Aliados posteriores, claro.
E incluso si el candidato es Ernesto Cordero (todavía más): Sus probabilidades de vencer a Peña Nieto son lejanas. Más vale apostar a los que pueden ganar con el efecto Peña Nieto. Y esos no son otros que los viejos compañeros priístas.
Desde luego algún “panista” de confianza y querido sí sería apoyado para que ganara… con la venia de Peña Nieto. Y hablamos tanto de candidaturas a Diputado como al Senado de la República.
En otras palabras, el Gran Elector de candidaturas no solo priístas, sino de panistas ganadoras en Puebla (por supuesto no en el resto del país), puede estar despachando en el gobierno del Estado de México en estos momentos.
Y todo este dizque análisis extrapólelo Usted para 2013 y las candidaturas para las súper Alcaldías de 4 años y medio. Ocurriría exactamente lo mismo.
Los enemigos de ayer son los aliados de mañana… y viceversa.
Esa es la política realista: Ganar-ganar, haciendo negociaciones y trueques oportunos.
Lo dicho: Hay un antes y un después… de la candidatura de Enrique Peña Nieto.
Todo cambia… nada es estático, decía Heráclito.
¿Ya se habrán dado cuenta los panistas?
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