El gobierno federal hace algunos días acaba de recordar la existencia del Consejo Nacional de Población (CONAPO), institución que tiene por objeto el diseño, operación y evaluación de las iniciativas públicas destinadas a regular el crecimiento de la población, los movimientos demográficos así como la distribución de los habitantes de México en el territorio, a efecto de favorecer las condiciones de igualdad de los mexicanos y la planificación de la dinámica demográfica del país, creada en 1974.
Y lo comento porque tal vez por la falta de atención en las políticas de población, los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda 2010 contabilizaron que en México somos 112 millones 336 mil 538 personas, de las cuales 57 millones 481 mil 307 son mujeres y 54 millones 855 mil 231 son hombres, cerca de 4 millones más de lo que se había proyectado.
Y porque desde el año 2000 esta Institución ha venido siendo reducida al mínimo, -recortes presupuestales y de personal que han sido documentados, han venido afectando a esa dependencia- lo que ha ocasionado que desde el 2007 se empezara a denunciar el desinterés del presidente Calderón por las políticas de población, por parte de expertas como la investigadora del Colmex, Brígida García y algunas otras demógrafas, sólo un ejemplo alguien recuerda cuánto tiempo pasó para que este gobierno federal nombrara al Secretario general del Consejo.
De ahí que hace unos días ¡por fin! el secretario general de CONAPO, Félix Vélez Fernández declaró que la “dinámica social obliga a hacer ajustes en las estrategias” y anticipó una campaña nacional de planificación familiar, después de once años de ausencia de una campaña masiva de este tipo.
Esta campaña –dijo- se enfocaría a la atención de grupos vulnerables, como hombres jóvenes y etnias indígenas, mediante una serie de spots de radio y televisión para promover la toma informada de decisiones sobre el embarazo.
Los mensajes darán prioridad a la población de adolescentes, pues se debe dar a los jóvenes acceso a los anticonceptivos antes de la primera relación sexual, para prevenir embarazos no deseados y asegurar que tengan una mejor calidad de vida y oportunidades.
El secretario general de CONAPO reconoció que los niveles de embarazo en adolescentes en México están muy arriba de los de otras naciones y que la fecundidad de mujeres entre 15 y 19 años es de 57 nacimientos por cada mil, mientras que en países europeos la tasa es de 30. BAdemás de que la mayor parte de jóvenes (alrededor del 60%) no utilizan métodos anticonceptivos en su primera relación.
La campaña de planificación familiar anunciada para este año, prevé que otra medida efectiva para conseguir una reducción en las tasas de fecundidad es elevar el nivel de educación ya que se ha comprobado -a partir del propio Censo de Población y Vivienda- que a mayores niveles de escolaridad las mujeres tienen menos hijos.
Esta campaña presentada como masiva puede ser fortalecida en los estados de la República con el impulso de los gobiernos estatales implementando localmente este tipo de campañas.
Por supuesto el propio secretario general de CONAPO señaló la urgencia de que la Cámara de Diputados federal garantice recursos etiquetados, “pues la descentralización de los servicios de salud propicia en ocasiones gran discrecionalidad en el manejo de estrategias de este tipo”.
Así que les pedimos a los Diputados Federales poblanos su intervención para que CONAPO cuente con los recursos, para esta campaña masiva y para algunas otras más relacionadas, que buena falta hacen.