Nuestra Puebla indudablemente se ha transformado en las últimas décadas. En la entrega anterior hacíamos relación de la obra pública ejecutada por los gobernadores, de Antonio Nava Castillo al actual… sin duda hay obras que han dado a Puebla su forma y aspecto presente…
El Bulevar 5 de Mayo es el elemento fundamental de la estructura urbana de la Puebla de hoy, pero se realizó sin planeación, por lo que su aprovechamiento ha sido muy limitado. Es increíble que no se hayan desarrollado proyectos para mejorar su operación como infraestructura ni para aprovechar su cause para mejorar sustancialmente el paisaje urbano.
Mas increíble aún es que cuando se emprendieron acciones al respecto, como el Distribuidor Juárez-Serdán y la regeneración del entorno de esa obra, la clase política hiciera todo lo posible por impedirlas. También que lo avanzado en el tramo del CENCH y del Puente de Ovando haya sido abandonado deliberadamente para que luciendo en ruinas, se defenestrara a quien las realizó…
El periférico si fue planeado para aligerar el tránsito al interior de la ciudad y hasta se le llamó “ecológico” esbozando una tímida intención -hasta hoy no lograda- de rodear a la ciudad con un anillo verde. No parece haber en el gobierno ninguna mente lúcida capaz de diseñar jardines y áreas verdes, que cuando los desarrollemos, harán de Puebla un lugar mucho mejor para vivir…
Comentábamos en el artículo anterior que los proyectos del gobernador Barttlet se vieron severamente afectados por la crisis económica de 1995, pero al fenecer el priato y con el advenimiento de nuestra incipiente democracia, resurge la confianza…
Termina la crisis, hay certeza y por tanto ahorro, crédito e inversión y entonces surgen Angelópolis y Palmas Plaza; La Vista y Lomas de Angelópolis, Las Torres JV y muchas otras inversiones de gran envergadura que jalan a multitud de inversionistas menores. El desarrollo de esta zona ha cambiado el perfil de la ciudad y sus horizontes…
Esto a pesar de que el desarrollo de esta zona tampoco obedece a un plan bien definido. Se construyó la Vía Atlixcáyotl como una autopista y no como un bulevar y luego otro proyecto aislado de éste -el periférico- consolida una zona que queda estupendamente comunicada y habilitada para lo ha venido desarrollándose…
En el Centro Histórico, el Centro de Convenciones y el Centro Comercial San Francisco impactan poderosamente, complementándose con la remodelación del Zócalo. El centro expositor y la regeneración de la Zona Histórica de Los Fuertes deberían consolidar -con buenos proyectos- el atractivo del Centro Histórico y de la ciudad toda…
En el interior del estado y en torno a nuestra ciudad capital, hay diversas obras que vale la pena comentar…
Se ha ampliado la carretera federal a México en su tramo Cholula-Huejotzingo, también la carretera federal a Tehuacan, de Amalucan a Tepeaca. Son obras costosas e importantes que sin duda ayudan a agilizar el tránsito en esas vías, pero que se ven chamagosas… reflejan la tabernaria mentalidad de sus autores…
Lo mismo hay que decir del periférico, de la Atlixcáyotl, de la recta a Cholula, de Forjadores, de la ampliación de la carretera a Valsequillo y desde luego de la autopista México-Puebla-Veracruz a su paso por nuestra urbe, que si estuvieran cuidadas, reflejarían otra imagen para la ciudad y el estado, de sus habitantes y de la cultura de estos y nos harían sentir bien y no como cuando transitamos en medio de vialidades desaliñadas y hostiles…
Obsérvese que no estamos cuestionando obras a las que reconocemos su utilidad, tampoco estamos avalando o cuestionando la calidad con que fueron ejecutadas. Estamos cuestionando su aspecto y reconviniendo la incuria de unas autoridades incapaces de imaginar una ciudad hermosa y de hacer lo necesario para hacerla y mantenerla así…
Los mediocres y limitados “políticos” que gobiernan a nuestro estado no tienen capacidad para apreciar la belleza ni el orden, y por lo mismo la obra pública que desarrollan queda inmersa en una sórdida fealdad que para ellos es normal. Estas personas consideran que gobernar es “mandar” y no asumen que es ORDENAR… menos comprenden que la belleza es el esplendor del orden…
Estas personas sin cultura, no aprecian los valores estéticos ni comprenden el papel fundamental que estos juegan en el desarrollo de una armónica convivencia social. Creyéndose dios en el poder, suponen que serán ellos y sólo ellos quienes realicen todo aquello que la sociedad demanda, sin tener la más remota idea de lo que puede imaginar y anhelar gente con mucho más visión que ellos…
No comprenden que es más importante lo que un gobierno suscita, que lo que realiza, porque si se pretende hacerlo todo mediante acciones oficiales, no habrá presupuesto que resulte suficiente, pero si se generan las condiciones para que se libere la energía social, del talento de gente con ambición surgen obras maravillosas. A pesar de serias fallas de origen, la zona de Angelópolis es un buen ejemplo de ello…
Los “políticos” mediocres no toleran obras y acciones que puedan opacar a las de ellos, que por limitadas, reducen los horizontes físicos y mentales de sus gobernados. ¿O acaso no son acciones que reducen a la gente esas campañas que presentan a las obras ambiciosas como locuras imposibles? ¿No reducen los horizontes de una colectividad los dichos de que un estacionamiento subterráneo pone en peligro a la catedral? ¿No reduce la capacidad de realización de la comunidad el buscar un límite legaloide a cada propuesta? ¿No reduce el perseguir políticamente a quien se atreve a emprender obras ambiciosas…???
La obra pública que se está realizando actualmente es INSIGNIFICANTE, es decir, no le significa nada a la gente. Las obras del actual gobierno estatal son elementos utilitarios que no motivan, que no dan sentido de vida en común, ni plantean un destino compartido que hay que construir con ambición y así la comunidad queda reducida -y sometida- a los límites del presupuesto gubernamental y a la voluntad de quien decide en que se aplica éste y que bajo esa óptica se usa para mandar y no para ordenar…
COCO y HUEVOS