Digo, ojalá y realmente fuera cierto que no habrá división alguna o pleitos cuando todos –todos- los políticos de Puebla tomen partido en la elección federal de 2012, pero la realidad hoy parece indicar que será muy distinto a los acuerdos que supuestamente se tomen hoy. A menos que todo sea parte de un plan mayor.
Veamos. En primer lugar, la alianza Compromiso por Puebla hace un buen rato que murió. En las próximas elecciones extraordinarias de tres municipios cada partido (de esa alianza) irá por su lado. Pero hablando en concreto de las elecciones presidenciales, la toma de posiciones diferentes será más que segura.
Porque el PRI y el Partido Verde irán juntos, en eso no hay ninguna novedad. Pero llevarán como candidato a Enrique Peña Nieto, que es muy buen amigo de Elba Esther Gordillo y que seguramente contará con su apoyo, por mucho que hoy ésta se ande besando con Felipe Calderón. Y aunque –según algunos analistas bien informados- el partido Nueva Alianza lance su propio candidato presidencial, el juego de la maestra sigue estando bien delineado: Aparentemente voy con mi candidato, pero opero para mis amigos y tampoco rompo con el candidato del Presidente, que probablemente sea el pobre de Ernesto Cordero.
Vamos, la profesora no le llevaría las contras al Presidente y su candidato, lanzaría al suyo propio, pero por otro lado apoyaría a Peña Nieto y hasta a un Marcelo Ebrard en el difícil caso de que éste último también apareciera en la boleta de votación. Ganar con cualquiera, apoyando a todos.
Esto último solo se modificaría si el candidato panista fuera alguien no del agrado de la maestra: ¿Vázquez Mota? ¿Creel? ¿Lujambio? Entonces ella se avocaría a dar su apoyo total a Peña Nieto y posicionar al propio para jalar votos y tener más Senadores y Diputados de Nueva Alianza. Que ese es el verdadero objetivo.
El PRD seguramente irá en alianza con PT y Convergencia, a menos que Marcelo Ebrard se fuera por la libre y lograra la candidatura del partido del sol azteca. Casi imposible pero hoy todavía existe esa posibilidad.
Y la alianza de izquierda (con PRD o sin él) llevaría como candidato a Andrés Manuel López Obrador. El único que no se lleva ni con Elba Esther… ni con Rafael Moreno Valle.
Entonces, volvamos al planteamiento original: ¿Cómo diablos hacer promesas de amor eterno hoy –por parte de Diputados y Gobernador-, si en unos cuantos meses todos tendrán que tomar partido? Y ya sabemos cómo se ponen las contiendas presidenciales y los niveles de polarización que alcanzan.
PRI y Verde atacarán sin piedad al PAN. Éste atacará sin piedad al PRI y al PRD si lleva como abanderado a López Obrador. Los de Nueva Alianza fingirán demencia e intentarán no pelearse ni con unos ni con otros, aunque operarán a favor de Peña Nieto.
Y los Diputados poblanos intentarán hasta la muerte conservar su pacto de no agresión…
Que mirándolo bien, es una clara estrategia de Rafael Moreno Valle para enviar el mensaje de que él mismo también jugará el juego de Elba Esther: No romperá con el PRI ni Verde (pues tiene una buena amistad con Peña Nieto); no romperá jamás con Nueva Alianza por razones obvias; no atacará a Ebrard. Y con el único que podría disentir es con López Obrador, pero el PRD en Puebla le pertenece y lo seguirá financiando, para que sus integrantes y líderes entiendan que aunque adoren al Peje, quien les da de comer es otro.
Entonces… creo que no está tan absurdo el mentado acuerdo de paz y concordia. Solo que tiene otros objetivos. Que coinciden con todo lo que ha pasado en Puebla desde hace unos meses: Planes y futuro del Gobernador Rafael Moreno Valle.
Vaya, en otras palabras: Podrán matarse en la elección presidencial todos contra todos… pero en Puebla todos somos amigos y podemos colaborar con nuestro acuerdo a que los avezados planes del Gobernador sí fructifiquen… para 2018.
No, si la estrategia sigue en plena marcha. Y debemos reconocer que está basada en bastante materia gris.
Veremos si les funciona.
twitter: @rodolforiverap