1.- Noé Tlalolini Soriano, fue presidente auxiliar de un pueblo del municipio que alberga a la capital angelical, querúbica, levítica, (antes migueliana) que es “La Puebla” de Veana y Salmerón.
Político tricolor, joven, tan ello, que no entiende ¿por qué no ascenderá jamás a ningún otro encargo electoral por el PRI? (si no tiene un protector que lo impulse), pretende hacer un texto sobre Xuntas que oriente el motivo existencial de ellas: ¿Qué son las Xuntas, y para que carajos sirven? Funcionan exactamente como la Ley Orgánica Municipal lo mandata:
2.- Reciben una lanita mensual, algunas tienen ingresos por el registro civil. Las más no; y aunque nominalmente son miembros del consejo de planeación municipal, por su pobreza económica, ideológica, o por falta de neuronas escrotálicas, son como autoridad sometidos a la voluntad del alcalde en turno.
2.1.- Antes las Xuntas tenían cuerpos de voluntarios haciendo rondines para la protección de sus habitantes, pero: desde la época del señor Piña Olaya, ya no lo hacen por “motivos estratégicos, quedando supeditada la seguridad total a los humores, y a los gatos que tengan en la panza el director de seguridad o el comandante de la policía de la cabecera.
2.2.- No cobran: predial, uso de suelo, servicios públicos, licencias o multas. En fin: están tan paternalizadas o ¿Por qué no? tan mamacitadas; que no hacen nada más que ver el paso de la historia local, comiendo el maná de un estado atrasado dentro de un país supuestamente en desarrollo.
3.- Si en verdad existiese en la poblanidad una férrea decisión para convertirnos en un estado próspero con un vecindario feliz, las Xuntas deberían convertirse en el momento que lo demuestren técnicamente en ayuntamientos debidamente preparados para el desarrollo de su micro-sociedad. Si para empujarlas al crecimiento social-económico-cultural, educativo, deben crearse nuevas leyes, este congreso y los anteriores ya, están retrasados en esa tarea.
3.1.- Entre los ignorantes o no expertos, o comodinos funcionarios, les nace a cada instante la idea brutalmente perversa e involutiva, de hacer de las Xuntas auxiliares municipales dizque delegaciones como las inventadas en el D.F. hace 40-50 años que fueron (no las de ahora) simples oficinas receptoras de pagos con mesas de desahogo para las quejas contra los malos servicios públicos.
Puebla, necesita hacer producir:
a).- 4 millones de hectáreas de la mixteca poblana, en la cual hasta ahora no ha existido en mi generación ninguna inversión federal o estatal, que no sea una cliniquita, un caminito y, lo admito, soberbios edificios escolares.
b).- 63 municipios serranos con temperatura fría, templada y cálida, con disposición natural para que los dueños de esos territorios, debidamente capacitados en habilidades, destrezas y adiestramientos, copiando el modelo de Costa Rica podamos dar miles de empleos permanentes dentro del desarrollo sustentable, y eso no se hace desde la capital. Lo harán los que vivan en esos centros de población, no los funcionarios arracimados en la capital del estado.
