22-11-2024 07:40:34 PM

Sí existe el bullying laboral

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Pasar más de ocho horas en una oficina implica, casi, vivir ‘en familia’, con amistades y enemistades en el mismo espacio. La convivencia puede complicarse cuando se tiene por compañero a alguien que te hace sentir incómodo, innecesario y un mal elemento.

“La gente difícil existe en todos los trabajos, pero la situación es más compleja cuando el colaborador detecta que el ataque a su persona o su prestigio profesional es directo, y no se da de la misma forma hacia otros integrantes del equipo. Eso desmotiva, exacerba el mal ambiente laboral y puede terminar en renuncia”, dice la especialista en comunicación organizacional, Erika Escamilla.

dinero03El  ‘bullying’ se atribuye generalmente a las escuelas, agrega. Pero en cuestión de trabajo también se puede ser víctima de este concepto, que “refiere un maltrato lo suficientemente severo como para dañar la salud de un empleado y poner en riesgo su carrera”, según define el Workplace Bullying Institute, una organización con sede en Washington, Estados Unidos, creada para ayudar a los empleados que sufren de esa situación.

De acuerdo con cifras de la Universidad Autónoma del Estado de México, dos de cada 10 mujeres refieren ser víctimas de esta situación, que se caracteriza por un hostigamiento continuo de tipo sociológico con el propósito de intimidar a la persona.

“Cuando uno escucha a un profesionista decir: ‘esta persona acaba con mi energía’, no es algo figurado”, expresa Escamilla. Los ‘bullies’, por sus inseguridades, tienden a intimidar y humillar a otros con la idea de ganar o mantener poder. Es una forma de dejar claro la idea: “por más que te esfuerces no podrás hacer tan bien las cosas como yo”. A veces, el hostigador ‘adorna’ las palabras para que su insulto parezca más un consejo que un regaño.

Las consecuencias de convivir con un compañero ‘pesadilla’ van desde desánimo para trabajar, ansiedad y agresiones verbales, hasta obsesionarse con el desempeño para ‘demostrar’ la calidad profesional que se tiene. “Algunas personas llegan a pensar que ese maltrato es merecido, al no estar a la altura de sus demás compañeros”, menciona la especialista.

Lo importante, subraya, es entender que la propia persona agredida es quien debe solucionar la situación, de lo contrario el agresor se empodera y siempre verá la forma de perjudicar a ese colaborador que, por alguna razón, le representa ‘peligro’.

Cambiar a un compañero “quita energía”, no es una actividad que se puede hacer de un día para otro. Sin embargo, sí es posible tener un plan de acción para tratar con esa persona problemática y que tu desempeño no se afecte.

Fuente: CNNexpansión.com

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