David Ponce, osteópata, defiende que la salud sale de la siguiente suma:
Alimentación idónea+ ejercicio físico tonificante + descanso reparador + estabilidad emocional.
Nos añade un consejo básico de alimentación. Fruta, verdura, agua. Elimina el azúcar, excitante que te impide concentrarte. No bebas leche e ingiere poca carne roja: un exceso de proteína te carga de toxinas, desgasta tus articulaciones. Y sométete a una hidroterapia de colon dos veces al año.
EL MOVIMIENTO. La vida es movimiento.
CÓMO PUEDO CAMBIAR MIS ACTITUDES? Este cambio consciente se logra a través de las dos cualidades inherentes a la conciencia: la atención y la intención. La atención da energía, y la intención transforma. Cualquier cosa a la cual prestemos atención, crecerá con más fuerza en nuestra vida. Cualquier cosa a la cual dejemos de prestar atención, se marchitará, se desintegrará y desaparecerá. Por otro lado, la intención estimula la transformación de la energía y de la información. La intención organiza su propia realización.
Cuando una flor, un arco iris, un árbol, una hoja de hierba, un cuerpo humano se descomponen en sus partes esenciales, vemos que éstas son energía e información. Todo el universo, en su naturaleza esencial, es el movimiento de la energía y la información. La única diferencia entre nosotros y los árboles es el contenido de información y de energía de nuestros respectivos cuerpos.
En el plano material, tanto nosotros como el árbol estamos hechos de los mismos elementos reciclados: principalmente carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y otros elementos en cantidades minúsculas. Estos elementos se podrían comprar en un laboratorio. Por tanto, la diferencia entre nosotros y el árbol no reside en el carbono, o en el hidrógeno o en el oxígeno. De hecho, nosotros y el árbol intercambiamos constantemente nuestro carbono y nuestro oxígeno. La verdadera diferencia entre los dos está en la energía y en la información.
En el orden general de la naturaleza, nosotros, los seres humanos, pertenecemos a una especie privilegiada. Tenemos un sistema nervioso capaz de tomar conciencia del contenido de energía e información de ese campo particular que da origen a nuestro cuerpo físico. Experimentamos ese campo subjetivamente en forma de pensamientos, sentimientos, emociones, deseos, recuerdos, instintos, impulsos y creencias. Este mismo campo es percibido objetivamente como el cuerpo físico –y por medio del cuerpo, percibimos ese campo como el mundo. Pero todo está hecho de lo mismo. Por eso los antiguos maestros exclamaban: “Yo soy eso, usted es eso, todo esto es eso, y eso es todo lo que existe”.
LA COLUMNA VERTEBRAL.
“la felicidad está en los huesos”. Tras recibir de Michelle Bachelet la Orden al Mérito Artístico y Cultural “Pablo Neruda” lo agradeció con un poema: “Puerta abierta al norte, puerta abierta al sur, puerta abierta al este y puerta abierta al oeste, que venga el viento y se lleve lo superfluo, que me deje convertido en una pura columna vertebral donde cada hueso cante como un pájaro agradecido”. Es importante cuidar la columna vertebral y si en alguna ocasión enferma, debemos oír su mensaje con atención para saber que pilar de nuestra vida falla, que polo estoy negando, por qué cae mi ánimo, por qué reduzco mi movilidad, que cargo, a que le tengo miedo, por qué me alejo de la alegría. Los problemas de columna sólo vienen a sanarnos de raíz.
Sobre la importancia del movimiento, los especialistas saben que si guardamos cama durante catorce días, el diámetro de los músculos asociados a la columna vertebral se reducen en aproximadamente un centímetro. Para recuperar el tono necesitaremos varios meses de rehabilitación.
Hay un estudio que señala que los escolares se mueven muy poco: los llevan en coche, se pasan muchas horas sentados frente a la computadora o la televisión y practican poco deporte. Esa vida sedentaria afecta a los músculos y al esqueleto, además de provocar problemas de sobrepeso y otros asociados.