Los últimos días ha sido recurrente el comentario sobre la caída de Puebla entre las ciudades más atractivas para invertir en América Latina. Pasamos del lugar 12 al 23…
Revisemos un poco los temas que apenas se quieren atrever algunos funcionarios a tocar, pues temen ser víctimas de linchamientos como los que ya se han visto en nuestra aldea…
Se habla del terrible problema del transporte público y ello lleva implícito el asunto los proyectos paredistas del metro -ya iniciado-, el de los estacionamientos ampliamente discutido -y visceralmente frenado- cuando ya había inversionistas extranjeros decididos y el de la modernización de la red de semáforos que ya estaban concesionados -a extranjeros también- y en proceso de modernización…
Se dice que el relleno sanitario está a punto de terminar su vida útil, pero se amenaza con quitar la concesión a la empresa que en el trienio 2002-2005 invirtió cuantiosos recursos tanto en el mejoramiento de Chiltepeque como en una planta separadora de basura… La experiencia demuestra que cuando se les trata con seriedad, cumplen e invierten, pero cuando se les amaga y extorsiona, reculan. Así sucedió en el trienio anterior y en el posterior a Paredes…
Es secreto a voces que el alumbrado público se está colapsando, que no hay recursos para mantenerlo ni para llevarlo a donde no hay, y esto incluye capacidad técnica para manejar el sistema. Tímidamente se habla de contratar a empresas para que den el servicio…
Tratando de hacer lo “políticamente correcto” no se menciona lo que ya se había avanzado en cada uno de esos temas, y desde luego el ex alcalde Paredes resulta inefable…
Ya en artículos anteriores (“La Entusiasta Unanimidad de los Pendejos”; “Supersticiones”; “Crimen Contra el Sistema” entre otros) se ha comentado ampliamente como se comporta la clase política aldeana, de manera que no abundaremos sobre ello, pero si destacaremos que las expectativas que una ciudad puede generar entre los inversionistas, dependen en mucho de la colaboratividad que hayan desarrollado sus actores estratégicos…
Resulta inocultable la mediocridad de nuestra clase política, que además no aprende. Reincide en sus reveladoras muestras de ineptitud, en su terrible incapacidad para desarrollar proyectos de largo plazo, gran envergadura y alto costo, que son los que pueden hacer a Puebla verdaderamente competitiva… Todos ellos están a la espera de una línea que proviene de personas sin visión ni preparación para construir el futuro que deseamos…
Es por eso que quienes pueden elegir donde emplazar sus negocios, están optando por ciudades en la que sus actores estratégicos -políticos, empresarios, intelectuales- no discuten pendejadas, que saben como se han resuelto muchos problemas en otras partes del mundo y no titubean para hacer lo necesario…
Mientras aquí piensan que si hacemos las obras que requerimos nos van a quitar el nombramiento de patrimonio de la humanidad, o que se va a caer la catedral, o si es legal concesionar infraestructura y servicios, el mundo civilizado avanza, las ciudades ambiciosas emprenden asumiendo riesgos y aprendiendo a hacer las cosas cada vez mejor…
Aquí sin COCO y también sin HEVOS, siguen entusiastamente discutiendo las mismas pendejadas sin resolver nada…
