Por Yasmín Flores Hernández
Gobernó México durante más de 70 años consecutivos, hasta que perdió el poder con la llegada del siglo XXI.
La descomposición del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha empezado a la vista de todos, sin que nadie sepa a ciencia cierta dónde estará su final.
La transfusión de militantes y cargos públicos hacia las filas del actual Gobierno está desangrando al partido.
Los que no se integran a Morena, se refugian en una alianza opositora que no logra garantizar el triunfo en las próximas elecciones.
La difusa ideología del PRI propicia esta doble diáspora que manda a unos a la izquierda y a otros al lado del conservador Partido de Acción Nacional, su eterno rival, y ahora aliado.
Hasta hace una década, el partido mantenía firme su poder territorial, con una veintena de los 32 estados del país bajo su bandera. Las redes caciquiles atrapaban entonces el voto de dos tercios de la población.
Pero el poder territorial se ha ido apagando elección tras elección.
La presión continúa subiendo y el presidente del PRI está cada vez más contra las cuerdas, por los malos resultados electorales de la pasada elección.
Recordemos que el llamado “Alito” en 2022 fue acusado por presunto enriquecimiento ilicito, y se dice que despúes de haber negociado un arreglo con el partido del Gobierno, el presidente del PRI, Alejandro Moreno, tuvo gestos a favor de las políticas que defiende el presidente, lo que ha profundizado aún más la brecha que divide a su propio instituto político.
En su momento, la Fiscalía General de Campeche abrió una investigación en contra de Moreno por lavado de dinero, fraude fiscal y enriquecimiento ilicito.
El partido que gobernó México -con mano de hierro- durante más de 70 años nunca ha tenido menos poder que ahora.
La crisis del PRI puede entenderse como un juego de vasos comunicantes con Morena; el Revolucionario Institucional enfrenta una constante amenaza existencial.
La aplastante victoria de Andrés Manuel Lopez Obrador, catapultó al PRI puesto que registró su peor resultado histórico, marcó el inicio de una desbandada que no ha parado de crecer.
Tan es así que el pasado 21 de diciembre, la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desapareció del Congreso de Veracruz, tras la renuncia de 28 legisladores.
La coordinadora de la bancada tricolor en el Congreso, Anilú Ingram Vallines, encabezó la salida masiva de legisladoras priistas.
El grupo de 28 diputados locales aseguró que se sumaría a la ‘Alianza Progresista‘, creada para apoyar a Claudia Sheinbaum, actual precandidata presidencial de Morena para las elecciones de 2024.
Al anuncio de Ingram Vallines asistió Alejandro Murat, exgobernador priista de Oaxaca. La legisladora afirmó que su renuncia fue motivada por la manera en que Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, lidera al partido.
Afirmó lo siguiente:
“‘Alito‘ logró que casi todos los gobernadores que concluyeron su encargo abandonaran su militancia; logró que cientos de militantes distinguidos se sintieran desplazados”, acusó.
De acuerdo con reportes, casi 800 militantes abandonaron al PRI en Veracruz.
En 2023 no sólo fue Veracruz, también se desintegró la bancada del PRI en el Congreso de Hidalgo, nuevamente señalando a la dirigencia de ‘Alito’ Moreno, como la causa de su salida del partido.
Y no olvidemos a Osorio Chong, Ruiz Massieu, Nuvia Mayorga y Eruviel Ávila, quien en julio pasado tambien dejaron las filas priistas y con ellos se fueron por los menos 300 priistas más.
Ahora bien el pasado lunes, cinco diputados abandonaron al grupo lesgislativo del PRI del Congreso de Puebla, en protesta por la designación de candidaturas a la gubernatura, alcaldías y diputaciones, las cuales se llevó en su mayoría el Partido Acción Nacional (PAN).
Encabezados líder de la bancada, Jorge Estefan Chidiac, los cinco legisladores hicieron pública su decisión de abandonar a su grupo y conformar uno independiente o sin partido, ello sin renunciar de manera formal al PRI.
Los inconformes acusaron a las dirigencias de la coalición opositora Mejor Rumbo para Puebla de haber realizado acuerdos cupulares y a su partido de ser “comparsa” del panismo poblano.
Con dicha decisión, el PRI sólo se quedó con un diputado: Néstor Camarillo, actual dirigente estatal priista y quien se registró como aspirante único al senado.
En conferencia de prensa, los inconformes acusaron al PRI de haber sido sumiso en la repartición de cargos dentro de la coalición opositora Mejor Rumbo para Puebla.
Recriminaron que la candidatura a la gubernatura y a la alcaldía de la capital y de la zona metropolitana, quedara en manos de militantes panistas, dejando fuera a cuadros priistas con un basta experiencia.
A la par Alito, calificó de “cínico y traidor” a Jorge Estefan Chidiac y los otros legisladores y amenazó con expulsarlos.
Pobre, no se da cuenta que solitos se fueron, que no hay necesidad de expulsarlos.
Palabras más, palabras menos el ardor del llamado Alito fue tanto que menciono:
Al final del día (Chidiac), ya no estaba en el partido.
A su vez el llamado “dirigente Nestor Camarillo” también externó su malestar, donde recordó a los diputados locales que fueron electos gracias a 435 mil priistas que acudieron a las urnas en 2021.
Y comentó:
“Si hay tantita dignidad que dejen sus cargos y que se los dejen a los diputados suplentes que son priistas y que también hicieron campaña y que pidieron el voto”.
La pregunta del millón es de estos 435 mil priistas ¿cuántos siguen en el PRI?
Seamos sinceros las dirigencias nacional y estatal le fallaron a los priistas, vieron el interes personal, antes que el colectivo.
Y aclaro soy totalmente apartidista, pero no tonta, sólo hay que ver cómo se desgarran entre todos, unos por ser “puros”, otros por ser yunques, y unas más por buscar la ideología que un día tuvieron.
Y hablamos mucho de Alito y no sé usted, pero a mi me queda claro que es un vil ratero, vividor, cínico y traicionero.
Ahora veamos quien es Néstor Camarillo, Originario de Quecholac, Puebla, según la información que hay de él, estudió contaduría técnica por la Academia Técnica Comercial Cervantes en Tecamachalco y es egresado en la Licenciatura de Derecho por el Instituto de Educación Digital del Estado de Puebla (IEDEP), aunque me parece importante mencionar que su servidora realizó una busqueda en la página del registro de cédulas profesionales, sin encontrar ningun dato sobre su cédula profesional a nombre del susodicho, por lo que el legislador y aspirante a la senaduria, estaría falseando la información sobre su preparación académica y por lo tanto cayendo en el delito de usurpación de profesión, lo cual no es cosa menor.
Ya investigaremos más sobre este tema, por lo mientras adjunto captura de pantalla sobre lo antes mencionado.
Dos veces diputado suplente, una vez presidente de Quecholac, y ahí en el lugar donde fue alcalde, frente a sus narices brotó el imperio criminal de Antonio Valente Martínez Fuentes, alias el Toñin, quien desde la comunidad de Palmarito Tochapan tendió redes que, hasta la fecha, presuntamente siguen controlando el robo de hidrocarburo en el llamado Triangulo Rojo, así como en regiones de Oaxaca y Veracruz.
Entre los pobladores de Quecholac se dividen las opiniones, unos dicen que hubo omisión de Néstor Camarillo y otro más sostienen que hubo una supuesta complicidad con el crecimiento de la actividad delictiva de El Toñín.
También se dice de que en los primeros tres años del priista como alcalde tuvo una relación de amistad con los hermanos Antonio y Alejandro Martínez, y ya fue hasta 2018 cuando se habría roto el entendimiento.
En varias ocasiones se le ha cuestionado a Néstor Camarillo de por qué no combatió a los hermanos Martínez cuando este último fue edil de ese municipio, evadiendo el tema en mas de una ocasión; algunos pobladores mencionan que el hoy diputado, recibia diezmos por decirlo de alguna manera para que los dejaran trabajar.
Cada semana llegaban con cajas y maletas con dinero presuntamente del huachicol.
El año pasado en octubre para ser exacta, el mismo Enrique Doger comentó: “no hablo con huachicoleros”, al ser cuestionado sobre si Néstor Camarillo Medina, líder estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ya le había informado que sería expulsado de la militancia tricolor, esto debido a que respaldaba públicamente a Ignacio Mier Velazco, precandidato de Morena a la gubernatura del estado en aquel momento.
Doger seguro tiene mucha más información que su servidora, como para realizar dichas declaraciones.
Y supongo que cuando el rio suena, es porque agua lleva, así que abusados con quienes nos representan en la llamada Cámara Alta.
Así los flamantes “dirigentes” del PRI, uno acusado por por lavado de dinero, fraude fiscal y enriquecimiento ilicito, y el otro por huachicolero.
Y se dice que en el PRI estatal tambien hay otro Saúl Huerta, o sea un pedarasta más, pero eso se lo cuento despúes a detalle y con pruebas, abusados con los dirigentes de partido, dicen por ahí que no todo, lo que brilla es oro.
Y regresando a Jorge Estefen Chidiac me parece, sin ánimo de subirle el ego, que este señor representa el liderazgo, conocimiento, colmillo politico, astucia y experiencia que a Camarillo le falta.
Hablar de dignidad cuando no la conoces, es sangrarte la boca.
Por favor usted que me escucha y me lee, analice.
Me queda claro que es usted pensante, inteligente, analitico y razonable.
La pregunta es:
¿Cree que este tipo de personajes deberían ser nuestros representantes?
Si soy honesta cada dia me convenzo que la coalición opositora Mejor Rumbo para Puebla, se desmorona, los panistas se quedaron con todo y como si fuera poco y usted y yo fueramos tontos, otra vez, van los mismos.
Sí, porque para los partidos de la coalición, sólo sus allegados cumplen con el llamado “perfil”.
Si no me cree, eche un vistazo a la lista de como integraran la planilla para la alcaldía municipal, o bien las diputaciones locales y federales, y ni hablar de las plurinominales, que estan plagadas de nepotismo.
Suman a personajes impresentables y lo peor lo festejan con bombo y platillo, sólo ellos se engañan.
Qué le digo, así es la política en nuestro México…
Termino mi colaboración con esta frase:
“La armonía con tu entorno se logra, no con incoherencias, se logra con la congruencia entre pensamiento, verbo y acción que te permita sumar voluntades hacia la causa del bien y la justicia.”
Hermes Antonio Varillas Labrador.
