22-11-2024 09:53:07 PM

Amigos, enemigos y lealtades

Por Jesús Manuel Hernández

Los poblanos se vienen decantando desde hace algunas semanas en sus preferencias por las corcholatas locales, a excepción de los panistas que privilegian a Eduardo Rivera, el resto de los grupos políticos se enfrenta a una decisión que puede influir en su futuro de manera determinante.

Así los grupos del PRI,PRD, MC y anexas buscan acercamientos con sus elegidos a fin de no quedarse fuera de la jugada, en algunos casos hay buena fe, en otros hay un sentimiento de venganza o de temor.

Cuando a uno le preguntan ¿quién te gusta para gobernador o para gobernadora? Coloquialmente la gente opina sobre sus propios intereses alejándose de la objetividad. Pocas veces se antepone el análisis de factores que influirán y la mayoría de las veces aflora el deseo personal, o sea, ¿con quién me va a ir mejor?

Y así se van decantando y sumando, ayudando o bloqueando los unos a los otros, en aras o de garantizar posiciones para sí mismos, para sus familiares, para sus grupos o para sus negocios, o para todo eso y más.

La mayoría parte de dos opciones, o es Nacho o es Alejandro y a partir de esa dicotomía forman sus criterios.

Una proverbio muy antiguo, usado en asuntos militares y luego políticos ayudaría a entender lo que pasa: “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, una reflexión al más puro estilo funcionalista y pragmático, con una variante quizá muy a la poblana: “el amigo de mi enemigo es mi enemigo”.

Bajo esas premisas se entienden las alianzas que se observan en todos los grupos, impulsadas a veces desde las cabezas del poder en el pasado y es que muchos se preguntan ¿con quién estará Bartlett, con quien Melquiades, el marinismo sobrevive en sus intereses, el morenovallismo, encarcelado o no, viene por la revancha, la familia de Pacheco Pulido está en activo los escenarios políticos o sólo en los negocios?

En ese galimatías se hacen los sesudos análisis de café y sobremesas poblanas salpicadas de los últimos aconteceres.

Vino Beatriz Gutiérrez de López Obrador y en acto universitario fue flanqueada por Claudia Rivera Vivanco y Catalina Pérez Osorio, las redes empezaron a publicitar el encuentro y se le atribuyeron momentos de intercambio de proyectos de vida política. Luego entonces los reflectores volvieron a poner a Claudia en el papel de que si para Puebla es mujer, su lugar está garantizado.

Pero como la misoginia sigue persistiendo entre la clase política poblana, vuelve la dicotomía, ¿estás con Nacho o con Alejandro?

Y a la pregunta le siguen las especulaciones. ¿Qué grupos serían favorecidos con la llegada de uno u otro, cuántos rencores aflorarían, cuántas facturas pendientes de cobrar están en el cajón de los interesados?

Y las mentes vuelan. Se sacan conjeturas con base en el conocimiento de la vida de los líderes de los grupos y afloran criterios: En el PRI de Puebla quien manda es Jorge Estefan, Enrique Dóger alejado y más cercano a Nacho; Blanca y Lucero bajo la sombra de Estefan… Los presidentes municipales priístas, alineados o con el gobernador o con Estefan. ¿Con quién jugaría con ojos cerrados Estefan? La respuesta está en el orden alfabético, pues con el otro hay polvos de viejos lodos.

¿Y los líderes de los grupos aparentemente desaparecidos dónde están, con quién están? Y no puede uno menos que recordar que Chucho Morales tiene lo suyo, los ex rectores de la Buap traen sus ahorros, el primer círculo de Manuel Bartlett está siendo reactivado, el primer círculo de Melquíades toma decisiones personales, ¿Y los marinistas como Mario Montero, Luis Ángel Casas en qué libro quieren escribir?

El complejo análisis quizá obligue a citar alguna anécdota o más bien a preguntarse ¿quiénes son los enemigos de Nacho que pueden o son amigos Armenta? Y viceversa, ¿quién juntaría más enemigos y más amigos?

La sociedad poblana es un tanto de cotilleo subterráneo y arreglos por debajo de la mesa, un asunto que los asesores de imagen política, operadores de redes y asesores de los aspirantes no acaban de entender.

Las alianzas florecen, hay quien ha dado el paso definitivo y sale en la foto, pero hay otros que aún se esconden, están esperando más señales o la instrucción de “arriba” para “no equivocarse”.

Mientras tanto, nadie quita del renglón que el papel del gobernador será fundamental en la decisión final.

O por lo menos, así me lo parece.

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