23-11-2024 10:37:15 PM

La guerra de las traiciones

Efectivamente, aunque todos sabemos que la praxis política no se ajusta normalmente a los parámetros éticos y que, a decir del ahora autor favorito tanto de priístas (ya lo era desde hace mucho) como de panistas (ahora justifican sus postulados), dicha actividad es simplemente el arte de llegar al poder y mantenerlo (Maquiavelo dixit), en la actual campaña local se está llegando a niveles que quizás ni el mismo florentino hubiera imaginado.

 Y es que al parecer, esta contienda la ganará quien mejor aproveche las numerosas traiciones que de uno y otro bando protagonizan día con día no pocos personajes.

 De hecho, la propia candidatura de Rafael Moreno Valle proviene de un rompimiento con su antiguo partido. Hasta 2004 fue un convencido priísta y permanente crítico de las posturas panistas y, por ejemplo, del ex presidente Vicente Fox. Pero al verse traicionado en sus planes y desde entonces, para 2010 es un convencido panista y fustiga al PRI de ser corrupto y de que nunca ha sabido gobernar.

 Por supuesto, su más cercano equipo está conformado por ex priístas que también decidieron marcharse de su otrora partido al comprobar desde 2004 que en el sexenio que ya termina, no iban a tener cabida. Vaya, mejor traicionar que aguantar traiciones.

Me pregunto cuál sería la historia si en 2004 sí le hubieran dado a Moreno Valle la candidatura al Senado que reclamaba. Hoy quizás sería el candidato del PRI a la gubernatura y sería? un furioso crítico de las políticas del PAN y de Felipe Calderón. Simple cuestión de enfoques. Vaya, la cuestión no es si hay traiciones, sino quién las comienza.

Porque nunca terminan.

 Ahora bien, la conformación de la Alianza Compromiso por Puebla también parte de traiciones y desengaños. Los perredistas, hasta hace unos meses rabiosos críticos del PAN y todo lo que oliera a derecha y Calderón? hoy van aliados del PAN en cuatro o cinco Estados del país, Puebla incluido. Convergencia y Panal van por la misma dirección (aunque Panal sólo va con el PAN en tres Estados, pues en otros nueve va? con el PRI).
 

En el propio PAN, con una guerra intestina permanente desde que importantes sectores se dieron cuenta de que el partido estaba (y está) manipulado por una organización secreta, en el actual proceso está llegando a los máximos niveles de traiciones. Por todas las direcciones.

Por un lado, todos los que fueron vencidos por el grupo de Rafael Moreno Valle en contiendas internas más o menos legales, juran desde entonces que jamás ayudarían al candidato en su campaña. Y si pudieran perjudicarlo, mejor. En este grupo anote usted a los anateresistas (que siguen por ahí jurando venganza y hasta un proceso abierto tienen en el TRIFE) y a los de Beto Aguilar Coronado. Ambos grupos aseguran que fueron traicionados.

 Pero además, todos los antiyunques que tampoco fueron tomados en cuenta por el grupo de Moreno Valle, aún cuando comenzó su aventura panista apoyado por algunos de ellos. Con el paso del tiempo, se sintieron traicionados cuando se dieron cuenta que Moreno Valle solo obedecía y favorecía a los dueños del partido y ahora también juran venganza.

Anote usted aquí a los paredistas más recalcitrantes.
 

Y lo peor: Los que apoyaron a Rafael desde su ingreso al PAN, o sea los líderes de los distintos grupos yunquistas, quienes operaron a su favor para que fuera obteniendo los triunfos internos necesarios para alcanzar la candidatura? al final también fueron relegados y hoy rumian su desplazamiento ante la llegada del equipo de expriístas? y juran venganza ante la maldita traición. Anote usted aquí a personajes como Angel Alonso, Roberto Grajales, Pablo Rodríguez Regordosa, Arturo Flores Grande, Poncho Bello, Memo Velázquez y hasta el mismo Lalo Rivera y su grupo.

 Para cerrar al círculo de traiciones e inconformidades blanquiazules, sume finalmente a tooooodos los precandidatos que se vieron desplazados en el interior del Estado (y la capital, claro) ante las numerosas imposiciones que se consumaron en sus Municipios a favor de candidatos que no tenían militancia o arraigo en dichos sitios, pero que llegaron por las negociaciones de la Alianza o del propio candidato a Gobernador. Los panistas de no pocos Municipios aceptaron que Moreno Valle fuera su candidato a Gobernador, pero lo que no aceptarán jamás es que en su terruño el candidato sea un expriísta o lo peor? un perredista.

 En los últimos días ya supimos de desbandada de panistas en varios Municipios del Estado y ya integrándose a la campaña de Javier López Zavala. Traicionados y traiciones.
 Finalmente en las filas priístas también abundaron los desencuentros? aunque en menor grado, pues ahí siempre han reconocido que la política es así y mejor se unen para ganar y repartirse el poder. Vamos, desde Plutarco Elías Calles se conformó la línea ideológica pragmática con la que funcionaría el partido. Están acostumdrados, pues.

 Como ya dijimos, no pocos expriístas se han ido al otro bando en esta campaña. Pero los cuadros más importantes comprendieron que las mejores probabilidades de triunfo siguen estando del lado tricolor y tienen colgado de un cuadro el principio que los rige desde hace décadas: Se puede traicionar a todos sin mayor carga de conciencia? menos al bolsillo.

 En fin. ¿Quién ganará esta batalla? Sí: El que maneje mejor sus traiciones. Porque ?claro- hay quien traiciona a uno, luego a otro? y regresa con el primero. Quizás para volverlo a traicionar.

 Naturaleza humana, le dicen.

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