Karina Fernández |
Ante la posibilidad de una cuarta ola de COVID-19 cuyo comienzo se tiene previsto para mediados de diciembre, el gobernador Miguel Barbosa adelantó que las actividades económicas en Puebla permanecerán abiertas.
Consideró que en 20 meses de pandemia la población debió haber aprendido a protegerse para no poner en riesgo su salud y la de sus cercanos, y aunque se desconoce el impacto que tendrían los próximos rebrotes, sentenció que no habrá un nuevo confinamiento.
“Y se los digo de una vez, no cerraremos en caso de que venga otra crisis mediana o del tamaño que fuera, tenemos que acostumbrarnos a cuidarnos dentro de nuestras familias, con nuestros amigos y dentro de nuestros lugares de trabajo”, dijo.
El mandatario estatal reconoció que su gobierno no tiene facultades para obligar a las personas a vacunarse contra la COVID pero sí de restringir el acceso a lugares públicos cerrados de quienes rechazan el biológico.
“En Puebla jamás se les va a obligar a vacunarse pero sí se puede establecer una restricción para que quien no esté vacunado no acceda a lugares públicos, no abiertos porque eso significaría la violación a sus garantías de tránsito”, dijo.
Finalmente, Barbosa pidió no anticiparse al impacto que tendrá el próximo rebrote de COVID, puntualizó que su gobierno está preparado y en condiciones para afrontar las consecuencias de la cuarta ola.
Cabe mencionar que de acuerdo con la Secretaría de Salud, los hospitales destinados para atender a enfermos de coronavirus están siendo desconvertidos para atender otros padecimientos ante una baja de casos de COVID.
