Por Alejandro Mondragón
Acostumbrados al subsidio, el protagonismo y la voracidad, los empresarios poblanos aglutinados en cámaras y sindicatos de plano siguen sin entender los cambios que trae la 4T.
Continúan con un comportamiento ajeno a la transparencia y en cualquier oportunidad sacan las uñas.
Salvo el gran capital que parece estar a tono de lo que plantea el gobierno de Luis Miguel Barbosa de invertir para generar empleos, el resto del empresariado es bien dos caras.
Con Manuel Bartlett se aglutinaron en consorcio para quedarse con las obras más importantes, sin licitación de por medio.
En la época de Melquiades Morales se acostumbraron a recibir terrenos regalados (Atlixcáyotl y Ciudad Textil).
Mario Marín los hizo parte de sus complicidades con el Consejo que administraba el impuesto sobre nómina.
Y Rafael Moreno Valle otorgó subsidios directos a Coparmex, Canacintra y la Cámara de Comercio por su silencio ante el desalojo violento en Chalchihuapan que costó la vida de un menor y después para promoverlo como la figura presidencial en 2018.
Luis Miguel Barbosa ha tenido que lidiar con buena parte de los empresarios, porque ha dejado en claro que esas prácticas se acabaron.
Sin embargo, por aquí prometen sumarse a sus políticas de reactivación y por detrás clavan la puñalada.
Ahí están el ejemplo de la dirigencia del Consejo Coordinador Empresarial que sólo quiere privilegios fiscales para trabajar.
U otros como los promotores de la imagen de Puebla. Hace más de un mes se celebró el Festival del Globo en Atlixco y, entre ellos mismos se cuenta que hubo pellizcos al erario disponible.
Las miradas se centran en Andrés de la Luz, presidente de los centros comerciales de Puebla.
Está claro que tales promotores sólo están para ver qué sacan o promueven, a nombre de la cámaras que representan, los negocios de ellos o sus amigos.
Hay quejas en la Canirac, porque a los socios les parece un despropósito que la presidenta Olga Méndez sólo promueva las cocinas de sus restaurantes, La Noria y El Restauro, en cualquier difusión que se realiza en temporadas, como Chiles en Nogada o Mole de Caderas.
Quizá incluye a los negocios de sus amigos, pero nada más.
Me queda claro que no entienden, porque lo suyo es llevar agua a su molino.