Por Alejandro Mondragón
“Me voy a Movimiento Ciudadano”, así de tajante fue Eduardo Rivera Pérez, luego de la reunión de siete horas que sostuvo con las dirigencias nacional, estatal y municipal del PAN.
Muy molesto se marchó, ante la falta de acuerdos para definir la candidatura del partido a la presidencia municipal de Puebla.
Las presiones ejercidas en desplegados con personajes ligados a El Yunque, los apoyos de panistas tradicionales de Juntas Auxiliares y los coqueteos del PRD, PSI y Compromiso por Puebla tampoco le allanaron el camino.
La reunión fue en el hotel Hilton de Puebla. A ella asistieron Héctor Larios, secretario general del CEN del PAN; Genoveva Huerta, lideresa estatal blanquiazul; Jesús Zaldívar, liderzuelo panista en la capital; y Oswaldo Jiménez, coordinador de los diputados locales azules.
Rivera Pérez se rehusó a ceder más de dos espacios en la planilla de regidores que lo acompañaría y reclamó posiciones en las diputaciones locales, pero la contraparte: Genoveva pidió más apertura y lugares, además de que no iba a ceder en dejarle las candidaturas al Congreso del Estado.
Y conforme avanzaba el encuentro, ya el bando de El Yunque contra la dirigencia estatal. O mejor dicho: Larios, Rivera y Zaldívar vs Huerta y Jiménez.
Lo único que les dejó en claro es que él sí estará en la boleta si el PAN no lo quiere de candidato y lo hará por Movimiento Ciudadano.
La situación ya se complicó a cinco días del plazo que tienen para definir al candidato a la alcaldía de Puebla.
La dirigencia estatal panista rompió el acuerdo de alianza para la capital con el PRI y el PRD. El tricolor mantiene su posición de apoyar a José Chedraui, en tanto el sol azteca sigue sin definir, aunque una fracción expresó su apoyo a Rivera Pérez.
El PAN anda en busca de un candidato, pues.